Paladines Entre Ángeles y Demonios

Parte Dos: Entrenamiento y Estudio.

Las puntiagudas orejas de Edén estaban acostumbradas a sentir la vida a su alrededor, escuchar a los pequeños Querubines en el jardín, escuchar el viento que soplaba sobre las hojas en el día soleado, los troncos de los árboles creciendo y nutriéndose gracias al cuidado de los Hespérides. Pero todo eso había cambiado.

Un gran techo triangular cubría el paisaje del cielo, estaba oscuro dentro; el ambiente de la habitación se sentía húmedo. Había pilares de madera y el cuarto en sí estaba vacío, a excepción de las 10 camas dividas entre dos lados: en uno se encontraban durmiendo todos los varones y del otro todas las mujeres.

Eran las seis de la mañana cuando varios relojes despertadores ubicados en mesas de luz a los costados de las camas empezaron a sonar muy ruidosamente obligando a todos a levantarse, tanto Raziel como Edén ya se encontraban despiertos, así que no tuvieron problemas en correr las sábanas y despegarse de las camas. –Es el primer día –dijo el Serafín.

–Así es –contestó el Querubín intentando disimular, y sin conseguirlo, sus nervios.

Los demás Szenienses durmiendo en la habitación también se despertaron, a algunos les costó mucho más que a otros. Por ejemplo, al escuchar la alarma Uliseo rápidamente reaccionó para apagarla y ponerse de pie denotando que no le faltaba energía, lo mismo ocurrió con Linka, aunque Ozaka apagó el despertador y se quedó durmiendo más tiempo.

Después de colocarse los lentes el Nacido de la Luna tuvo que acercarse a la cama de su compañero para sacudirle el hombro mientras repetía su nombre y obligarlo a despertarse, le fue difícil en un principio, pero al final lo logró e hizo que este último se despertara.

Por el lado de las chicas, Kuna no pareció tener problemas para levantarse, lo primero que hizo fue cambiarse el pijama por una ropa ligera de cuero para luego peinarse. Uliseo y Ozaka también se sacaron los pijamas para colocarse otra ropa, el primero se puso una túnica azul y el segundo la misma ropa que las chicas.

–Si no quieren que los vean puedén irse a cambiar al baño –les indicó Uliseo a Raziel y Edén señalando una puerta al final de la habitación.

–Gracias –contestó Raziel y ambos se pusieron de pie para dirigirse al baño. Mientras caminaban vieron que Crwani había hecho lo mismo que Ozaka, su alarma había sonado, pero este la apagó para seguir durmiendo, solo que nadie fue a despertarlo y parecía que podría seguir durmiendo hasta el mediodía.

El muy rulado pelo amarillo oscuro de Aneska le dificultaba mucho peinárselo, pero al igual que las demás chicas se quedó confundida cuando vio que ambos entraron al baño al mismo tiempo. –Pensé que irían de a uno –dijo.

–Son hermanos –le recordó Ozaka aun cargando consigo un gran sueño, dejó salir un bostezo y se frotó con la mano uno de sus ojos rojos.

Dentro del baño Edén comenzó a cambiarse la ropa. –No me gustan estas prendas, prefiero la ropa que me entregó DragonQueer –se quejó Raziel.

–No tenemos otra opción, es por la misión.

Escuchar esas palabras provocó que un foco se encendiera sobre la cabeza del Querubín. –Hablando de la misión. –Elle utilizó una de sus habilidades para reiniciar la ilusión de sus apariencias. El efecto de la habilidad solo duraba unas 12 horas, por lo que tenía que hacer esto dos veces al día para mantenerlo–. Ahora no tendríamos que tener problemas por un rato.

–Gracias.

Para cuando los dos NPCs salieron del baño sus compañeros ya casi se encontraban listos también, a excepción de uno. Raziel se acercó a Crwani para sacudir su hombro y hacerlo despertar. –Levántate –sonaba un poco molesto.

Uliseo le hizo un gesto con la mano. –Déjalo.

–Pero en la cena de anoche el director dijo que el comportamiento de uno influía en todo el grupo –les recordó el Querubín.

Esta vez fue Ozaka quien insistió. –Igual no hace falta levantarlo.

–Pero nos van a castigar si no estamos todos presentes. –Aun así, el rostro de Raziel se sonrojó, todos los demás lo miraban como si se estuviera perdiendo de algo. A las chicas tampoco parecía importarles eso y estaban concentradas en terminar de prepararse, para lo cual faltaba muy poco.

Una vez que los nueve de diez estuvieron preparados simplemente salieron del cuarto para ir afuera del edificio, antes de que la puerta se cerrara Raziel frunció el ceño muy molesto al ver a Crwani durmiendo cómodamente. No tenía celos de no poder quedarse a dormir como él, sino que su ausencia podría provocar que los castigaran y era indispensable que estos seres inferiores no mancharan la reputación de los seres creados por los Reyes Soberanos.

No se trataba solo del grupo 10, sino que todos los demás grupos con todos los estudiantes de la academia se encontraban formados en el jardín del gran edificio de estilo románico. Varios profesores les entregaron a los miembros de cada grupo un pequeño desayuno, cuando una profesora se acercó al grupo 10, Raziel se preparó para recibir un regaño su primer día.

Sin embargo, cuando la profesora llegó a su grupo le entregó el desayuno correspondiente a cada uno de los miembros, eso incluía a Crwani quien estaba parado y vestido a un lado de Uliseo y Ozaka. El Querubín tragó saliva muy fuerte con sus ojos abiertos a más no poder, codeó el brazo de Edén quien estaba a su lado.

La expresión del Vigilante de Área del Jardín de las Hespérides fue exactamente la misma que la de su compañere, el tipo que se había quedado durmiendo en su cama cuando ellos salieron ahora estaba parado, con una gran sonrisa en su rostro y mejor arreglado que todos los demás a pesar de haber tenido una cantidad de tiempo imposible para conseguirlo.

<¿Pero qué fue lo que hizo este tipo? ¿Se teletransportó? ¿Uso algún ítem propio solo de este mundo? ¿Y por qué no le parece extraño a los demás?> a pesar de que ellos eran nivel 60 y 85 sus sentidos mejorados no se percataron de su llegada por lo que podía tratarse de súper velocidad o teletransportación.




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