Paladines Entre Ángeles y Demonios

Parte Cuatro: Un Lazo de a Tres.

De un lado se encontraba el magnífico e inmensurable castillo creado por los Reyes Soberanos, del otro lado una habitación sencilla y con pocas cosas. Había diez camas de las cuales ocho estaban ocupadas, la habitación estaba completamente a oscuras debido a la hora de la noche y podían escucharse ronquido de algunos miembros del grupo como de Ozaka y Crwani.

Ambos espacios totalmente diferentes estaban conectados mágicamente por un portal con forma de puerta hecho por el ítem de clase Mística controlado por Libra Vita, y luego de que Raziel y Edén lo cruzaran este desapareció, no hizo algún sonido o soltó un extravagante destello o algo así; simplemente se esfumó.

El par de Ángeles quedaron parados en medio de la habitación nocturna, antes de que ingresaran el Querubín había lanzado su ilusión sobre ellos de nuevo por lo que, aunque fuera de noche pasarían desapercibidos. Los dos de pie se miraron fijamente un segundo, seguido el Serafín de falso cabello rubio dorado colocó su mano sobre el hombro de su compañere. –Excelente trabajo, complaciste al Rey Soberano de la Ruina.

–Muchas gracias –contestó este último aun secándose algunas lágrimas del rostro.

Después de eso el líder de las Hespérides regresó a su cama para seguir durmiendo, Raziel se propuso a hacer lo mismo solo que cuando pisó cerca de su cama una tabla de madera rechinó fuertemente. El Vigilante de las Pirámides de Zoser se quedó estático ante el inesperado sonido, y de ahí la situación solo escaló más.

Una chica de pecas y ojos azules se despertó, Linka se caracterizaba por tener un oído agudo y un sueño ligero; quizás algo debido a su duro entrenamiento como Templaría y Paladina es que siempre estaba alerta. Fue como si el sueño se desvaneciera de su cuerpo al instante, su conciencia regresó del Reino de los Sueños para despertarse de golpe y observar la negra oscuridad.

Primero deslumbró una figura negra de pie, un milisegundo después se percató de que la cama al lado estaba vacía y su cerebro rápidamente asoció ambas cosas. –¿Raziel? ¿Estas despierto? –Al comprender que no se trataba de ninguna amenaza, sino todo lo contrario, su cansancio regresó de golpe.

Ella soltó un bostezo y se frotó un ojo esperando una respuesta.

–Sí, lo siento si te desperté –contestó algo nerviose elle. Pero hubo un factor más que complicó la situación, su voz estaba temblorosa no por los nervios sino porque aún seguía afligido por lo de antes.

–¿Estas llorando? –en vez de regresar a dormir Linka se resignó a su sueño para ponerse de pie y acercarse a elle.

El Querubín reaccionó por reflejo separando sus rostros para que no chocaran miradas. –Si –susurró avergonzade–. Disculpa si te desperté, no es nada.

De a poco los ojos de la muchacha iban acostumbrándose a la oscuridad y podía notar con mayor lucidez los cachetes mojados y ojos ligeramente rojos e hinchados de su compañere. –No digas eso ¿Qué pasó? ¿Por qué estas mal?

–No es nada –insistió–. Puedes seguir durmiendo.

–Claramente te sucede algo, no puedo ignorarlo. –Ella empezó a trabarse al hablar–. Somos compañeros, y aunque no tengamos un gran vinculo me preocupo por ti como por todos los demás. –Sus ojos azules se separaron de la figura nocturna para caer en alguien durmiendo plácidamente–. Ozaka se preocupa mucho por ti.

<¿Por qué ella dijo eso ultimo?> se cuestionó el NPC, de todas formas escucharlo provocó que un escalofrió recorriera todo su cuerpo. –¿En serio?

A pesar de que ambos estaban rodeados de gente, a la vez también estaban solos. Linka pensaba haber encontrado a Raziel en un momento de vulnerabilidad y no dejó pasar la oportunidad. –Si, me habla bastante de ti. Aunque a veces me cuesta creerle, como si me hablara de una persona distinta a la que yo veo.

–¿Qué quieres decir? –Las lágrimas amenazaban con volver a bajar solo que esta vez por un motivo diferente.

–He desarrollado un mejor vínculo con tu hermano, tú pasas muchísimo tiempo en la biblioteca y no te relacionas mucho con los demás; excepto con Uliseo. Pero Ozaka me habla de cuando lo acompañas y animas luego de sus entrenamientos… sabes que él tiene la situación un poco más difícil al querer ser Templario.

–Solo hice lo que pensaba que debía hacer, solo por ser hombre o mujer no debería estar mal hacer una cosa u otra.

En medio de la oscuridad Raziel evitaba mirarla y Linka solo podía ver su espalda. –Yo igual, por eso también lo apoyó. A las otras les da igual. –Observó a sus compañeras durmiendo–. Y los demás suelen hablar un poco mal de él o inventarse cosas.

–Bueno, ya está. –Cerró sus puños el Querubín–. ¿A dónde quieres llegar con esto?

Ella aprovechó para acercarse un poco más a su lado. –Es que me gustaría conocer a la misma persona de la que Ozaka me habla, quiero hacerlo por él en parte. Y así…ver si podría…podría ser que formemos una…Trinita.

-----O-----

La emoción germinaba dentro del pecho del Querubín, su interés por experimentar el tipo de relaciones afectivas que se desarrollaban en el Reino Sagrado de Szent era demasiado fuerte y quería llevarlo a cabo para agregarlo a su lista personal de experiencias.

Quizás, el ferviente hecho de querer formar una relación no convencional era, una de las cosas heredadas de su creadore DragonQueer. Elle había crecido en un mundo ahogado sumido en el utilitarismo, la mitad de la población mundial había muerto a causa del Gran Diluvio y la posterior aparición del Virus Coral; y aun así no había espacio para todos en los edificios que se levantaban de lo profundo del océano.

Desde que se nace hasta que se es un adulto joven lo único que importaba era el desempeño académico, el valor que podías demostrarle al sistema que tienes para la sociedad. Luego de eso viene un trabajo asignado acorde a tu rendimiento, y únicamente se tenían 4 horas de completo ocio al día y un día de descanso.




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