Parte Dos: En lo profundo del Abismo, Soberbia.

Al día siguiente.

Era temprano por la mañana y luego de haberme despertado me cambié y fui directo al comedor, ya había gente en el lugar pero no tanta como para el almuerzo. Podían encontrarse varios Planitis, ya sean Erastes y Eromenos, en otra mesa estaba el fantasma de Jonathan junto a su esposa (con una gran barriga por el embarazo), unos ángeles piratas y los miembros de Palma de un Ojo Divino.

Me senté en una mesa y como era costumbre Nimra se sentó a mi lado, siempre solemos comer juntos. En frente también se sentó Rocco. –¿No vas a pedir nada para comer? –preguntó el Nilo. Sonaba preocupado por la alimentación de su ¿compañero? ¿Amigo? Realmente no sabía bien la relación de esos dos, pero apostaría a que son amigos.

–Sería una falta de respeto hacerlo ahora –contestó el Licántropo–. Estoy en horas de trabajo, cuando el señor Theithir se desocupe recién comeré con mi manada.

Solté una pequeña risa incomoda, en parte hacia esto porque me sentía un poco mal. Los NPCs se encargan de todo y casi no me dejan hacer cosas a mí, solo me tienen de ocio y eso llega a aburrirme. Esta misma mañana Rocco insistió un poco en que siguiera durmiendo pero pasar de largo me iba a hacer sentir mal, además de que ni siquiera duermo. Si estuviera en mi mundo ahogado sería tan útil no tener que dormir.

–Oh, entiendo. –Nimra se escuchaba un poco decepcionado, pienso que quizás quería desayunar junto a Rocco también. Pero cuando se trata de trabajo este parece tener prioridad y eso me parecía mal, yo no lo programé de esa forma y tampoco era así con los estudios ¿verdad?

La creación de Archiduc981 no llevaba mucha ropa, tenía una falda negra que ni siquiera llegaba a cubrir sus rodillas y unas orejas de chacal hechas de oro sobre su cabello negro. Las demás partes morenas de su cuerpo quedaban expuestas, aunque pude notar algo diferente–. ¿Esos collares que llevas son nuevos?

El Nilo se avergonzó un poco, llevó una mano para tocarse los collares alrededor de su cuello y hombros y separó la mirada. –Así es, son cosas que mi creador dejó en el Área que Vigilo. No aumentan muchas estadísticas y tampoco tienen buenos efectos o pasivas, solo me pareció bien usarlos.

¿Mi pregunta sonó mal o por qué se justifica? Solo quería darle un halago para cambiar de tema. –Y eso está perfecto, te quedan bien. Brillan mucho.

–Gra gracias señor.

Escuché unos pasos acercarse por detrás y pensé que se trataría de alguna sirvienta Ninfa o de Lola trayendo el desayuno, a pesar de que ella sabe que yo no necesito comer, pero ahora Júpiter me pegó la costumbre. Para mi sorpresa no era nadie de este nivel, quien estaba a mi espalda fue alguien más.

–Mi señor. –Al voltearme me encontré con el Maestro del Octavo Nivel arrodillado. Él es más alto que yo, le llegó al hombro más o menos y aun de rodillas y conmigo sentado parecía más alto.

Estaba algo confundido, lo había visto ayer a la noche/madrugada por lo que ocurrió y no esperaba verlo pronto sinceramente. –¿Qué sucede Auron? Puedes sentarte si quieres.

El rostro del Serafín se mostraba indeciso aunque terminó por aceptar, Rocco se puso de pie para sentarse al lado de Nimra dejando los asientos del frente de la mesa solo para el Maestro de Nivel. Parecía evitar querer tocar la mesa para que sus cadenas alrededor de su cuerpo no maltrataran la madera blanca

–Perdone que lo moleste en este momento, es solo que tenía algunas cuestiones que quería comentarle. El Rey Soberano de las Armas me dio el castigo de solucionar el problema que causé, pero como esta en el Reino Sagrado prefería comentárselo a usted que está aquí.

–Hmm. –Hice un sonido con la boca para que siguiera hablando. Los otros dos de Nimra y Rocco parecían estar de chismosos en silencio escuchando todo atentamente, me pregunto si se lo dirían a Ludwig después o algo así.

–Está bien, entonces comenzaré. –Estirando su brazo al aire un vórtice negro se abrió y del interior de su inventario Auron sacó una lista con notas–. En primer lugar, ustedes mencionaron que asesinarlos a todos sería muy piadoso, es mejor asesinar a algunos como ejemplo y a los otros subyugarlos y aprovecharnos de sus influencias. –Al terminar de hablar me entregó la lista.

Analicé lo que estaba escrito en ella y podía sentir la vista de los otros dos chismosos levantarse por mi hombro, estaban los nombres y funciones de los miembros más importantes de la Aureola Negra aunque solo con su líder actual estaba escrito que se iba a hacer, los demás estaban en blanco.

El Maestro del Octavo Nivel me dio un momento hasta terminar de leerla antes de seguir hablando. –No sabía qué hacer con los demás, esperaba que pudiera ayudarme a decidir eso si no le molesta.

Dejé salir un suspiro. –Okey. Addysgu Crwm, ah el director de la academia ya lo asesinó Physs Cuss. –Leí el siguiente nombre el cual me costó un montón, era demasiado complicado–. Offei-riada-eth, ash ¿Quién le puso ese nombre? ¿Es jefe de las iglesias de la ciudad donde esta Dream? Nah, mátalo.

El siguiente nombre también me costó, pero no tanto. –Peintiwr ¿un autor de manga famoso? –En ese instante me acordé de mi mejor amigo–. A ese subyúgalo. –Me dio rabia el otro nombre también complicado – Cyfi-awn-der, así que es un importante juez. No creo que sirva así que mátalo también. Y por último esta Caethiwo, cabeza de una red de trata de personas. Esa suena útil, así que también subyúgala.

Al terminar le entregué de nuevo la lista y él la tomó con su brazo izquierdo. –Muchísimas gracias señor. También dijeron que tendría que ir acompañado pero no estaba tan seguro de a quienes llevar, pensé que sería obvio llevar solo a subordinados de mi nivel ¿o puedo solicitar a los de otros de mis compañeros?

Mi cabeza se inclinó para un costado <Bueno esto ya está demasiado raro ¿Qué le pasa a Auron? Normalmente le doy una orden o instrucción vaga y la cumple a la perfección y ahora quiere que yo le haga todo. Hmm será debido a su “fracaso” en la última misión supongo, espero que esa nueva actitud no sea permanente nomas>.