Palidi

1.1 LA GUERRA FRIA.

La presente historia está dedicada a cada persona que desea vivir en un mundo de fantasía en donde la magia permanece durante el día y por la noche se transforma, un espacio para todo aquel que desea conocer lo desconocido de otro mundo conmemorando la imperfección que posee los placeres de estar vivo, bienvenidos a mi primera obra – PALIDI – la cual tiene una frase presente que no debes olvidar: "Nada es lo que parece."

Capítulo 1

1.1 LA GUERRA FRIA.

En medo de la oscuridad una mujer respira con dificultad abriendo los ojos, observa su alrededor y prende una lámpara - Lamento despertarte cariño fue otro largo sueño, necesito solo un poco de agua.- Suspira agarrando con dificultad un vaso con agua que se encuentra a una corta distancia sobre un fino mueble.

- Elodie obsérvame – Comento su esposo tocando su hombro con una tierna sonrisa, Elodie con dificultad lo observa con sus grandes ojos azul celeste mientras escurre el agua por su mandíbula – Respiremos como la doctora nos indicó, así perfecto lo estás haciendo bien, ahora exhala lentamente, ahora sí que estamos mejor cuéntame lo que viste esta noche.

Con miedo Elodie lo abraza y entre lágrimas susurra – Es un sueño completamente distinto como si de un cuento se tratara, había un portal dentro de las profundidades de un amplio bosque hacia el oeste dentro del océano que te guiaba hacia otra dimensión completamente diferente a la que conocemos y dentro de ese mundo vive la magia, es un mundo que rompe las reglas de nuestra existencia pero que comparte espacio y tierra con el nuestro compartiendo una misma conexión para crear una metamorfosis de la vida, es un mundo donde la briza es suave y los habitantes que poseen esas tierras conviven en armonía pero la avaricia hizo que cada ser condenara su mundo para toda la eternidad viviendo un infierno constante.

El error inicio durante una noche helada con un viento atroz, en agonía una criatura con el físico de una mujer pelirroja deseaba exterminar su existencia para poder absorber la vida de los árboles y así atraer la oscuridad dejando en un silencio el mundo de Palidi. No obstante, un sujeto que posee el control del viento tenía la creencia que en algún momento la esencia de la vida volverían a sus manos para poseer toda célula que alguna vez arranco y así regresar la magia a su mundo aunque tenga que esperar con paciencia cada noche, cada día, hasta que su larga vida llegara a su fin.

No existía una profecía ni un tiempo definido para que ese deseo se cumpliera pero seguiría aferrado esperando por su "ser " en memoria de una trágica conexión entre la oscuridad y la luz su llegada, su castigo como consecuencia de lo irracional fue perder la conciencia de sus instintos y desde ese momento el terror invade Palidi.

Esa noche una mujer pelirroja habla en agonía con dolor mirando la luna blanca - A veces quisiera volver al punto de inicio, cuando nada era tan doloroso... extraño aquel cálido abrazo y la protección de lo que fue una familia en ese momento, la perdición y la avaricia me hicieron llegar a este punto, extraño los momentos donde mi mente no estaba perturbada ni psicótica, aquel momento cuando estabas completamente sana sin heridas y no eras un portal para los extraños ni comida para los monstruos - entre lágrimas observo su reflejo en un estanque de agua y su miedo permaneció – un monstruo – expreso con ira, su cabello de color rojo caía rotundamente sin control, su piel desgastada con unos ojos deformes la incomodan, los dientes que alguna vez resaltaban ahora estaban destrozados con mucha acumulación de sangre – Se arrepentirán- protesto.

PALIDI

- Respira cariño, si es difícil de contar es mejor parar por hoy – Propuso su esposo con preocupación al ver a Elodie sudar sin control pero negó con la cabeza contestando – El escenario cambio a una habitación rosada con muchos peluches, esta vez una madre redactaba a su hija Redacta una madre a su hija: en medio de un amplio bosque el viento se encontraba susurrando entre los grandes y pálidos árboles la ubicación de una mujer que dejaba rastros de sangre en las hojas con cada pisada, la sangre provenía de una mujer que está corriendo y tiene muchas heridas en los pies, su cuerpo permanecía en alerta volteando hacia atrás constantemente para poder sobrevivir de varios depredadores, su deseo era ser perdida por los monstruos que tenían la intención de atraparla para así completar su ritual.

La noche oscurecía su cabello rojizo ocultándose entre las oscuras sombras, a simple vista brillaban solamente sus ojos deformes similar a un color blanco expresando la agonía que sentía, un hombre con aspecto fino y pálido detuvo su camino para detener su paso con una mirada molesta - No puedes escapar - Exclama firmemente usando sus manos para detener sus movimientos con fuerza – Debes volver – Intenta arrastrarla con su agarre firme pero la mujer quien se reusaba a la orden no daba un paso hacia atrás.

Con una mirada fija lo que queda de sus pupilas se dilataron y una lagrima conoció lo frio de su piel, suspirando sentía un fuerte dolor que consumía su interior -...- Observa el cielo y con sus manos aparta el agarre que aquel hombre fino sostenía quemando su piel para así alejarse de él, antes de irse observa por última vez las facciones masculinas del hombre atractivo sin olvidar sus pálidos ojos rojos que aparentaba amabilidad, aquel hombre desprende una temperatura fría cambiando el clima, los arboles empezarán a congelarse y su piel se vuelve más pálida pigmentando sus ojos a uno oscuro reprimiendo su ira, con miedo la mujer hipnotizada por su físico despierta de un corto transe cuando escucha los gritos de varios sujetos corriendo hacia ellos para alcanzarlos - ¡Tienes que detenerla! - Gritaron alterados usando sus fuerzas para continuar su ritmo rápido y alcanzarlos, algunos usaban hechizos para debilitarla pero era imposible con la distancia.




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