En el laberinto de la mente, donde sombras giran y giran,
te encuentras, un enigma entre brumas, un eco persistente.
Tu mirada, un abismo profundo, seduce la curiosidad,
espejo de misterios y secretos, donde pierdo mi realidad.
Tus ojos, dos agujeros negros, devoran la luz del día,
y en su oscuridad escondida, los susurros de la luna se enredan.
Son puertas hacia el desvarío, pasadizos sin final,
donde el sentido y el sin sentido bailan en un vals espectral.
Despiertas en mi la inquietud, el deseo de descifrar,
lo que ocultas en tu mirada, en el abismo de tu ser.
Eres un hechizo enigmático, un misterio sin revelar,
un laberinto donde el alma busca sin poder escapar.
En el jardín de los espejos y sombras,
donde los sueños son laberintos y los enigmas se deshacen.
Bajo el manto de lo desconocido, en esta danza de neblina,
mi mente te busca, te persigue, en un cuento sin medida.
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Editado: 27.09.2024