Pandora

Capítulo 40: Helada

Los hipnóticos y rojizos ojos de Kei están al descubierto, puede que la bala no impactase en su cabeza pero pasó lo suficientemente cerca como para rasgar la patilla de sus gafas de sol, las cuales están hechas añicos en el suelo.

 

Me llevo las manos a la boca, e intento no perder los nervios. Estaba previsto algo así pero no sé qué hacer, estoy en blanco. 

 

  • ¿Eres un…? – El terror se expande como el aire, cubriendo cada una de las caras de los allí presentes - ¿Tú...? ¿Tú lo sabías? – Siento las palabras de Kai como dagas en el corazón.
  • Todo tiene una explicación – Mantén la calma, respira, piensa.
  • Vale, sí, soy un demonio, no montemos un drama por esto ahora – Dios Kei, intenta leer el ambiente.
  • ¿Un demonio? ¿Tú? – El tirador da un paso al frente – Tú lo que eres es un sucio traidor, una aberración, una deshonra para nuestra especie – Con cada paso  su cuerpo se torna distinto, brazos, orejas, pelo, todo cambia lentamente – Y por eso se te juzgará como a ese monstruo – Me dedica una mirada cargada de odio.
  • Dichosos los ojos – Debe de ser ella, la hermana de Airam – Aila.

 

El soldado, que ya no es un hombre sino una mujer, tiene una corta melena de color cobre, unos ojos grandes y amarillentos. Su tez es oscura, de un tono tostado, y se aprecian pequeñas cicatrices antiguas. No se parece en nada Airam, sino me llega a jurar que son hermanos, no me lo  creería.

 

Su sonrisa es igual de escalofriante que la de Rayslim, cargada de maldad y satisfacción, como si estuviese disfrutándolo.  Saca un pequeño artefacto del bolsillo, es metálico y tiene el típico botón rojo que todos queremos presionar.

 

  • Es hora de la aniquilación – Aprieta el pequeño detonador y unos brillantes estruendos retumban por la ciudad.
  • Bombas – La hija de puta ha volado parte de la zona este de la ciudad.
  • Y solo acabo de empezar – Antes de que vuelva a pulsarlo, Kei le golpea con una de sus sombras.

 

El aura cambia bruscamente, la gente comienza a salir despavorida entre gritos y lamentos, los soldados disparan, sin ningún tipo de resultado, a Kei y a Aila. Busco a Amber y Fred que se pierden entre la multitud. Kai carga su fusil y se une a la sinfonía.

 

  • ¡Ellie! – Airam me empuja, salvándome de una de las decenas de balas que ahora cruzan el espacio sin rumbo fijo – Reacciona, tienes que hacer algo.
  • ¿Qué? Eh, si, algo – La prioridad ahora mismo es acabar con Aila – Airam, hay que ayudar, ve con Hero y Peter, buscad el resto de bombas y desactivarlas.
  • ¿Cómo pretendes que lo haga exactamente?
  • No sé, como se te ocurra, confío en ti – Le doy una palmadita en la espalda, saco mis cuchillos y me lanzo hacia Aila.

 

Tengo que noquear a un par de personas por el camino.  Cada vez hay más sombras, haciendo de escudo contra los proyectiles, lo que dificulta la movilidad por el espacio.

 

  • Eleonora ¿Qué estás haciendo? – Me topo de frente con Kai, aún alarmado por la situación - ¿Qué mierda es todo esto? – Sus gritos se escuchan por encima del jaleo formado, me agarra de los brazos.
  • Suéltame – Lo miro en busca de compresión, pero no recibo más que confusión– Hablemos después, ahora tengo un demonio que matar.

 

Sigo corriendo, dejándolo atrás junto con una pequeña parte de mí. A unos pocos centímetros de alcanzar a Aila tropiezo y caigo de bruces contra el suelo.

 

  • Joder – Digo después de haberme dejado media cara en el asfalto.
  • ¿Duele? – Preguntan desde mi espalda.
  • Un poco, pero estoy bien gracias – Al girarme me topo con una sonrisa que ya conozco.
  • Eso se puede arreglar.

 

Esquivo el sable por los pelos, ruedo sobre mi brazo derecho y antes de incorporarme me alcanza levemente en la cara, dibujando un torcido rasguño en mi mejilla.

 

  • No esperaba verte tan pronto – Digo levantándome al fin – Rayslim.

 

Su rostro, lleno aún de magulladuras y cicatrices, desprende odio. No hace ni dos días que le arranque el brazo y le di una paliza, y aquí está.  El muñón, a la altura del hombro, está completamente sanado, sabía que los demonios se curaban rápido pero esto ha superado mis expectativas.




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