Pandora

Capítulo 17: Rayslim

No me molesto en esconder de nuevo a Hero al llegar, pesa mucho y no estoy dispuesta a llevarlo en el maletín, ni él de meterse. Dejan el coche donde la última vez, dato que no me servirá a la hora de regresar ya que me perderé igualmente. Adam y Kai bajan y cogen un par de fusiles, ya me podrían dar uno.

 

  • ¿Y eso de dónde ha salido? – Pregunta Adam señalando a Hero.
  • Eso Ellie, cuéntale de dónde ha salido ese monstruo – Kai, en algún momento de esta excursión te voy a matar, tenlo en cuenta.
  • “Eso” – Digo con retintín – Se llama Hero y es algo así como mi mascota – Adam se agacha a examinarlo y Hero se esconde detrás de mí – Hero éste es Adam, un buen tío, así que no le muerdas.
  • Deberías educar a ese chucho, aún tengo la marca de la herida – Kai mira con odio a Hero y yo se la devuelvo, nadie se mete con Hero, y mucho menos lo llama chucho.
  • Hero, a ese le puedes arrancar la cabeza si quieres, yo no voy a impedírtelo – Este le dedica un gruñido bastante amenazante a Kai.
  •  

Adam por otro lado parece estar conforme con que nos acompañe y emprendemos la marcha.

 

  • ¿Exactamente a qué hemos venido? – Adam comprueba la munición del fusil.
  • Pues no lo sé, ¿a dar un paseo y matar algo? – Intento recordar si la 9mm va cargada, será mejor que lo compruebe antes de que me haga falta.
  • Hemos venido a que la enana deje al monstruo donde lo encontró – Que te lo crees tú.

 

Por alguna razón que desconozco seguimos andando, no sé dónde quiere que lo deje exactamente. Lo bueno de dar tanta vuelta es que puedo darle esquinazo en cualquier momento, y eso es lo que voy a hacer.

 

  • Pss, Adam – Digo susurrando.

 

Este me mira desconcertado y se acerca. Kai va liderando la marcha seis metros por delante, anda rápido, cosa que a mí me viene muy bien.

 

  • ¿Qué pasa? – Contesta en el mismo tono.

 

Localizo la salida más cercana y lo agarro para llevarlo conmigo. Adam parece no entender lo que pasa, pero tampoco se opone a que lo arrastre. Nos metemos en una callejuela secundaria y echo a correr, con la esperanza de que me siga. Hero, tal y como le había dicho, no se ha separado de mí en todo lo que llevamos de excursión.

 

  • ¿Qué haces? – Nos paramos tres calles después – ¿Qué pasa con Kai?
  • A Kai que le zurzan, quiere que abandone a Hero y encima… – Decido que es mejor mantener el incidente en secreto, no quiero que Adam se ría – Es idiota, sabe cuidarse solo y me cae mal.
  • Entiendo – No lo parece, a juzgar por su cara – Entonces, ¿vamos a pasear por una ciudad que ninguno de los dos conoce, solos? – Vaya, no me esperaba esa pregunta.
  • Si, supongo – Sonrío para quitarle importancia – Por cierto ten cuidado, la última vez casi me mata un Tridipión que salió de la nada.
  • ¿Un qué? – Parece asustado.
  • Un Tridipión, ya sabes una especie de escorpión gigante asesino – Creo que lo he acojonado un poco – Pero no te preocupes no hay bicho que yo no pueda matar.
  • Eso espero – La sonrisa le queda rara, no puede esconder su miedo – ¿Y si a Kai le pasa algo? ¿Qué hacemos?
  • Enterrarlo – Directa al grano, sí señor – Y ahora a buscar monstruos.

 

A Adam la idea no parece entusiasmarle demasiado, pero aun así no da media vuelta. Esta debe ser la primera vez en toda mi vida como cazadora que salgo a buscar monstruos en una ciudad abandonada y no encuentro nada; justo hoy que, como no destripe algo, exploto. Andamos durante una hora entera y no aparece nada, ni si quiera Kai, el cual debe estar que se sube por las paredes al descubrir que le hemos dado esquinazo. Llegamos a una calle ancha llena de comercios, en la que hay un gran hotel que se encuentra parcialmente entero. La entrada está bloqueada por fragmentos de pisos superiores que se derrumbaron.

 

  • Creo que hemos dado con la calle principal de la ciudad – Digo orgullosa, como si no hubiese terminado allí de casualidad.
  • Eso parece, sí – Adam va más relajado.

 

Divagamos sobre cómo era este lugar antes, la gente, las tiendas… Hero se dedica a correr de aquí para allá, y por mucho que quiera, no soy capaz de quitarle el ojo de encima. Se acerca a la entrada del hotel y para cuando quiero darme cuenta se cuela entre los escombros y desaparece.

 

  • ¡Hero! – Salgo corriendo detrás de él y Adam tras de mí – Hero sal ahora mismo de ahí – El hueco por el que ha pasado es muy estrecho, yo podría pasar pero Adam no.
  • Tal vez no te escuche desde aquí – Nota el nerviosismo en mi cara.
  • O tal vez hay algo ahí dentro que no le deja salir.
  • Deberías ir a buscarlo – Debería – Yo te esperaré aquí, si pasa algo me oirás gritar – Intenta hacerlo sonar gracioso, pero no lo es.
  • Está bien, pero Adam – Lo miro con firmeza – Si pasa algo, lo que sea, llámame – Entro por el agujero – Ten en fusil a mano, puede aparecer cualquier cosa – Creo que eso no ayuda, de igual modo me daré prisa.




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