Pandora

Capítulo 37: Aila

Apenas pasan unos pocos minutos cuando una multitud inquieta se sitúa alrededor de la escena. Tanta gente me está agobiando, y no puedo evitar reflejarlo. Seguridad civil acordona la zona, con la típica cinta amarilla de CSI y comienzan a retirar los escombros de mayor tamaño.

 

Mientras Peter informa sobre el incidente a sus superiores yo analizo la situación. Si estoy en lo cierto y el autor del crimen es también quien mato al reverendo debe de haber dejado algo, algo identificativo, a lo asesino en serie. Rebusco entre la maraña de restos humanos, ignorando por completo las advertencias del superior de Peter. Al final voy a terminar peor que el día del Tridipión. La cabeza es de las pocas partes del cuerpo que están reconocibles, cosa sorprendente después de todo, y es en ella donde encuentro otro trozo de tela negra. Justo como con el reverendo ¿Será esta su marca? ¿Qué demonios significa?

 

La guardo rápidamente en el bolsillo junto con la otra.

 

  • Oye Ellie deja de manosear a la muerta y ven a dar declaración.

 

Salgo corriendo de allí, dejando a Peter con la palabra en la boca. Tengo que encontrar a Kei y Airam. La idea de un asesino en serie no me agrada en absoluto, pero si para colmo los muertos parecen seguirme, la cosa empeora. Cabe la posibilidad de que el asesino no sea humano, de hecho, es más que probable. 

 

 

Piensa, si fueras dos idiotas de otro mundo dónde estarías. Recorro toda la ciudad con impaciencia, el parque, el bar, la iglesia. Tras algunas horas de búsqueda termino en las llanuras, donde me encuentro a los susodichos tirados en el suelo cual par de borrachos.

 

  • Increíble – Me acerco con recelo, apestan – La gente muriendo de manera dramática y vosotros aquí, tirados cual perros.

 

Cojo una rama que hay tirada bajo un árbol e intento espabilarlos.

 

  • Kei, Airam, ¿os importaría levantaros? Es importante – Les golpeo con una fuerza considerable, pero nada.

 

Tiene pinta de que así no voy a lograr nada, y necesito hablar con ellos. Me siento junto a Kei, intentando no potar por el hedor, y decido esperar a que se despierten, soy buena cazando monstruos pero no sé si eso es aplicable a un asesino.

  • Me preocupa que todo esto sea por mi culpa – Dejo que mis pensamiento se conviertan en palabras – Tengo miedo de no poder salvarlos.

 

  • ¿A quién tenemos que salvar? – La voz de ultratumba de Kei asusta.
  • Hombre, ya era hora – Me levanto y le dedico una mirada de reproche.
  • Tranquilita, que ayer nos cogimos una que no veas – Airam sigue inconsciente
  • Eso no es excusa para oler como la mierda Kei – Le tiendo la mano y le ayudo a incorporarse.
  • Tengo un dolor de cabeza, que ni mi padre con sus sermones.

 

Le doy un par de minutos para que vuelva en sí, y tras asumir que Airam no va a despertar en un buen rato opto por conformarme con él idiota apestoso número uno.

 

  • ¿Y qué es tan importante para que vengas a un descampado a interrumpir mi resaca? – Si estuviera de humor me resultaría hasta gracioso.
  • Un reverendo crucificado con las tripas al aire, y una mujer pájaro explosiva – Abreviando - ¿Te parece lo suficientemente importante?
  • Vaya, no me esperaba  esa respuesta.
  • Kei, los dos han sido asesinados, en los dos cuerpos había trozos de tela negra – Digo mientras saco las pruebas de mi bolsillo – Y para colmo fui la primera en encontrar a ambos.
  • ¿Y has venido a buscarme porque no crees que haya sido un humano? – Me lee como un libro abierto.
  • Mira uno es un accidente, dos una coincidencia pero tres…tres es un patrón.
  • En primer lugar han sido dos, así que estamos en el rango de la casualidad – No creo que tarde en aparecer un tercero – En segundo lugar, ¿de qué serie has sacado esa frase?, y en tercer lugar – Hace una pausa – Ellie los humanos también pueden matarse entre ellos, no tiene por qué ser todo culpa de los demonios.
  • Lo sé, pero aun así algo no encaja – Estoy ansiosa, si muere más gente por mi…Dios no sé si lo soportaría.
  • Bueno si tanto te inquieta investigaremos un poco, dame unos minutos para vomitar y despertar a Airam – Kei me acaricia la cabeza cual perro – Por cierto, mucho hablar de mi olor pero eres tú la que va llena de sangre.
  • Es lo que pasa cuando alguien te explota  en las narices, que terminas como recién sacada de la matanza de Texas.
  • ¿Te ha explotado alguien? Pues sí que es seria la cosa.

 

Después de que Airam despertara, y de que Kei echara todo su contenido estomacal en unos matorrales, les cuento todo lo sucedido con detalle.

 

  • Tiene pinta de ser un asesino – Dice Airam, como si hubiese dicho algo nuevo.
  • Muy perspicaz Sherlock – Ese no es el verdadero problema – Como iba diciendo estoy segura de que el causante es un demonio.
  • Ellie, eso es racista que lo sepas – Kei no parece tomárselo en serio.
  • ¿Dijiste que había algo dibujado en la iglesia?
  • Si, una especie de círculo satánico, todo muy ceremonial.
  • ¿Puedes dibujarlo? – Mientras yo dibujo como puedo en el suelo, Kei se dedica a canturrear.
  • Cállate, me desconcentras – Como si fuese fácil de representar, demasiadas líneas y trazos.




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