Emm... Hola, soy Darren. Un chico al cual su vida se le fue arrebatada a la fuerza. Y no, aún no estoy muerto. Solamente me siento como si lo estuviera.
Solo llevo dos días en este lugar y ya tengo ampollas en las manos. No solo tengo que seguirlo y hacer todo lo que necesite, también nos obliga a entrenar horas sin descanso ya que él quiere la victoria.
En Cyclone es donde más pueden ver la opresión del líder, la explotación de sus nuevos derechos y la soberbia.
Ah, por supuesto, él no es nadie más que Ian, el hijo del Mafioso que nos metió en esta isla.
Si su padre no tuvo la valentía de dejar en manos de su hijo su gran organización y preparó una matanza para que probara su valía... El hijo no es muy diferente en términos de sentido común.
Las chicas son las más afectadas en esto. Les pega por cualquier mínimo defecto. Se ríe mientras las avergüenza y las hace miserables. Sin embargo eso no significa que yo no esté sufriendo...
—Hola Darren —me dijo Sophie llena de moretones en todo su rostro.
—H-hola... Estás bien?
—Si, ya estoy acostumbrada a esto —me dijo.
—E-en serio?
—Si —sonrió, noté que tenía una herida en el labio inferior.
—No, no estás bien —la tomé del brazo y la lleve a la cosina para tratarle la herida.
—No tienes que hacer eso —me dijo.
—No digas que todo está bien si realmente no lo está.
Se quedó callada.
—Darren!! —llegó Mark —El jefe te busca.
Incluso nos ordena a llamarlo 'Jefe'.
—Ya voy —le respondo —Sophie te veo luego.
—Adiós.
Y así nos hicimos amigos. Al menos nos teníamos el uno al otro para poder soportar a Ian. Hasta que un día.
—Darren!!! —Me llama Mark de repente —Sophie...
Sin siquiera terminar de oir la frase la desesperación corrió por todo mi cuerpo. Me apuré a llegar a la habitación en la que Ian cometía sus injusticias y ahí estaba. Su débil cuerpo sin vida lleno de moretones reposaba sobre el gélido suelo de la habitación.
Mis pies fallaron y caí arrodillado frente a ella derramando lágrimas como si mi vida hubiera llegado a su fin. Sin embargo mi mente solo podía pensar en una cosa.
"Juro que vengaré tu muerte"