Cuando Draco vio a Harry de Nuevo, esta vez con Severus; Se apartó de sus padres y se acercó corriendo tan rápido como sus cortas piernas se lo permitían, pero ignoró olímpicamente a Harry.
-¿Tío Sev juega ahora?
Snape volteo a mirar a Harry y de Nuevo a Draco.
-¿Qué tal si juegas con Harry? Yo debo hablar con tus padres sobre algunas cosas.
-No! ¡Yo quiero jugar con tío Sev!
-Draco Lucius Malfoy, si te sigues comportando de esa manera van a haber consecuencias.
Esta vez quien había dado el ultimátum había sido Lucius y no Narcisa, eso hizo que Draco se tensara. Si su padre se enojaba probablemente obtendría algunas nalgadas y le quitarían todos sus juguetes hacienda que se sentara en una esquina completamente solito por un largo largo rato.
-Tío Sev no ha jugado conmigo y no me ha dado mi beso hoy
La voz del niño era un susurro, pero todos pudieron escucharlo claramente. Encontrar a un niño extraño en su cuna en la mañana y que después todos le prestaran demasiada atención al otro en lugar de a él, estaba siendo demasiado difícil de soportar.
-Harry, ve con Cissy un momento ¿sí? Yo hablaré con Draco y quizá después ambos puedan jugar.
Harry miró a Narcisa y entonces soltó la mano del pocionista para a cercarse aun con un poco de timidez hasta donde la mujer.
Los Malfoy de inmediato empezaron a jugar con Harry, Severus aprovechó eso para cargar a Draco y salir de esa habitación e ir al comedor, ahí podría charlar un poco con él.
-¿Qué pasa, porque actúas así con Harry?
Draco guardó silencio con la cabecita gacha estando a punto de soltarse a llorar, ahora su padrino también lo regañaría por culpa de ese niño.
-Solo quiero jugar contigo
-Lo sé, pero he estado ocupado, tú no actúas así cuando sabes que tengo cosas que hacer; En dos días debo regresar a Hogwarts y Harry se quedará aquí, no podré dejarlo si te comportas de esa forma, lo estás asustando.
El niño miró al hombre con sus ojos grises abiertos ampliamente ¿No se supone que su padrino se quedaría a vivir en la mansión? Oh, quizá había ido a dejar a ese niño para que se llevara toda la atención de sus padres y ellos ya no lo quisieran más a él.
-¡No!
-¿No? Si, debo volver a dar clase y Harry tendrá que estar aquí para que tu madre lo cuide porque yo no puedo llevarlo conmigo.
-Pero no juegan conmigo y duerme en mi cuna mía!
-Oh Entonces te molesta que durmiera en tu cuna
Severus se lo pensó un momento, entonces ahora entendía divinamente el problema de Draco, estaba tentado a irse ese mismo día de regreso a su casa en La Hilandera, no quería incomodar a nadie ahí, pero por otro lado los pros de vivir en la mansión eran bastante buenos.
Así que optó por intentar razonar con el niño. Draco podía ser un poco difícil, pero lo intentaría.
-Muy bien, pero no has intentado jugar con él; Harry es un niño muy divertido, además puede ser tu compañero de aventuras
Draco seguía reacio a compartir con Harry, pero Snape decidió que debía seguir insistiendo, quería que Harry superara ese temor a interactuar con otros niños.
-Y también podrías divertirte con él cuando tus padres están ocupados, de ese modo no te aburrirías tanto con los elfos domésticos. Harry no sabe muchas cosas sobre los magos y tú eres más grande, quizá podrías enseñarle Serias como yo, yo enseño a mis estudiantes sobre pociones
Eso logró captar la atención de Draco, la mayor parte del tiempo sus padres estaban demasiado ocupados para jugar con él a toda hora y los elfos domésticos solo lo cuidaban, no jugaban; su padrino trabajaba también toda la semana y solo lo veía los fines de semana.
-¿Él duerme en mi cuna mía de nuevo?
-No, él ya no dormirá en tu cuna
-Bueno
Snape arqueo una ceja antes de cargar a su ahijado de nuevo y regresar al salón, la charla había resultado más fácil de lo que esperaba. Al entrar vio que Lucius leía un libro a Harry que lucía como si se fuera a dormir en cualquier momento. Narcisa no estaba, probablemente había ido a ver cómo iba el almuerzo.
Draco frunció el entrecejo y abrazó más a su padrino, su padre también estaba encantado con el otro niño. Severus lo meció un poco y lo dejó en el suelo.
- ¿Qué tal si vas a buscar algunos juguetes? Aún tenemos tiempo de jugar un poco mientras sirven el almuerzo.
-¡Si!
Mientras el niño corría por los pasillos para ir al salón de juegos, Severus se acercó sentándose en uno de los sofás individuales.
-Si sigues leyéndole, el niño se va a dormir antes de almorzar
-De todos modos, se va a dormir en algún momento, Severus.
Sin embargo, el aristócrata cerró el libro y puso a Harry de pie en el piso, el niño de inmediato fue a acomodarse en otro sofá para dormir, pero ahora Snape lo detuvo alejándolo del sofá y poniéndolo de nuevo sobre el suelo.
-Sueño
-Lo sé, pero debes esperar hasta el almuerzo, después podrás dormir la siesta
-Sueño ahora
En ese momento Draco regresó junto con Dobby que cargaba los juguetes.
-Mira, Draco llegó ¿Qué tal si todos jugamos un rato?
-¡Si! Yo quiero el dragón y tío Sev el murciégalo y papá la serpiente.
El niño se acercó a los adultos dejándoles cada muñeco y él tomó un caballo alado.
-¿Y cuál será Harry, Draco?
Francamente él no tenía ni la más mínima intención de jugar con ese niño, pero al parecer su padre había descubierto sus planes
-¿Ummm? Tal vez ummm ¿la araña?
Lucius se acercó sentándose en el piso junto a su hijo y tomó uno de los juguetes observándolo y después entregándoselo a su hijo.
-¿Qué tal el hipogrifo?
El rubio más pequeño de inmediato se enfurruñó pero no intentó contradecir a su padre en cuanto al juguete que debía prestarle a Harry, sin embargo, de nuevo, Lucius se dio cuenta de lo que pensaba su hijo.
-Ven acá, Draco
El niño se quedó en su lugar abrazando el dragón contra su pecho. En ese momento Severus se encargaba de ayudarle a Harry a pronunciar medianamente bien la palabra Murciélago Araña y Serpiente Así que no estaban prestando demasiada atención a los otros dos por ahora.