Capítulo 3

La mañana siguiente fue especialmente dura para Severus, sabia de ante mano que debía tranquilizarse y confiar en que Harry estaría perfectamente seguro en la mansión, que la pasaría bien con Draco, Narcisa y los elfos. Sin embargo, le costaba tener que irse cuando el niño ni siquiera había despertado.

Narcisa intentó tranquilizarlo varias veces, pero ahora ella también estaba perdiendo la paciencia.

—Severus, te aseguro que si no te vas ya mismo, mi varita no va a temblar para lanzarte un cruciatus.

Él sabía que ella no estaba amenazándolo, eso era una advertencia; entonces respiró profundo y fue a despedirse de Harry antes de tomar sus cosas y salir de la mansión para aparecerse cerca de Hogwarts.

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A penas iba la segunda clase de la mañana y Severus ya había quitado cincuenta puntos a Gryffindor, treinta a Hufflepuff, veinte a Ravenclaw y por supuesto ningún punto a Slytherin.

Estaba más irritante que nunca, de camino al gran comedor para el desayuno, un pobre chico de primer año salió corriendo mientras lloraba después de que el maestro de pociones le gritara lo estúpido que era por haber tocado su túnica.

Ahora solo esperaba ansioso a que llegara la hora del almuerzo para poder salir de ahí, si se apuraba con los Dursley quizá podría ir a ver a Harry antes de regresar al trabajo.

Sus pensamientos se disiparon abruptamente cuando se escuchó una explosión al otro lado del salón, se supone que tenían que hacer una poción pimentonica, pero la perecer eso era demasiado avanzado para los inútiles séptimos años.

—Muy bien, señor Hopkins; ha logrado demostrar que su incompetencia es mayor a la que todos creíamos. Treinta puntos menos para Hufflepuff, ahora todos fuera.

De inmediato todos empezaron a recoger sus cosas y salieron del salón, ya habían perdido suficientes puntos para ser a penas las once de la mañana y no querían seguir enfrentando la ira del bastardo grasiento.

En vista de que la clase había terminado antes de lo previsto, decidió que sería una buena idea adelantar sus planes e ir a Privet Drive, no tenía sentido quedarse en Hogwarts perdiendo el tiempo.

—Honkey! Limpia este desastre.

El elfo asintió con una reverencia, pero entonces el maestro ya había desaparecido rumbo a sus habitaciones. Al llegar rápidamente se acercó al flu y lanzó un puñado de polvos al fuego, Lucius no demoró mucho en aparecer.

—Necesito a Dobby ya, iré a verlos de una vez.

—¿Qué? Dijiste que lo harías a la hora del almuerzo Aún falta una hora para eso.

—Ahora estoy libre, no tiene sentido que espere más tiempo cuando puedo empezar ya ¿me vas a mandar a Dobby si o no?

—Estás insoportable, tú ve entonces y en un momento Dobby te alcanzará.

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Snape se apareció en la casa de los Dursley quince minutos más tarde, llevaba su antiguo uniforme de Mortifago; No era tonto no iba a permitir que los Dursley de reconocieran. Segundos más tarde Dobby apareció.

—Ve por el mocoso, está durmiendo en una de las habitaciones, llévalo con su tía Maggie y cuando regreses trae contigo un muñeco, has que se parezca al niño.

Dobby asintió y desapareció dejando Snape solo. Petunia está haciendo el almuerzo, Vernon estaba tirado cual foca en el sofá de la sala viendo televisión mientras comía.

Malditos Muggles asquerosos Pensó con asco mientras se desaparecida. Al llegar a la habitación de Dudley solo se enfureció más. Tenía juguetes por montones, una cuna El maldito mocoso tenía un televisor ¿Por qué un bebé tiene un televisor?

Dobby llegó en el momento justo para recordarle que, si destruía la habitación, solo alertaría a esos bastardos y su plan se iría a la mierda. El elfo le entregó un bulto que lucía bastante parecido a Dudley.

—¿Cómo ha estado Harry?

—El amo Harry ha estado feliz hoy, ha jugado mucho con el amo Draco.

—Ve abajo y pon esta poción en el jugo que preparó Petunia, asegúrate de mezclarla bien y después vete.

El elfo asintió y tomó el pequeño frasco que le había entregado el maestro y desapareció con un chasquido.

La poción era uno de sus nuevos proyectos. Había empezado a desarrollarla cuando el señor tenebroso había sido derrotado y hasta ahora pudo encontrar un buen uso para ella.

Esperó alrededor de quince minutos antes de bajar a la sala cargando el bulto en sus brazos como si fuera un verdadero bebé, su máscara estaba bien puesta en su lugar y su voz había cambiado un poco después de tomar una poción.

—Es interesante Ver que de una unión tan asquerosa como la de ustedes dos, no haya salido una criatura igual de Repugnante.

Eso llamó la atención de la pareja que estaba sentada en el sofá viendo la televisión mientras tomaban jugo.

—¿Quién es usted? ¡Suelte a mi hijo!

Snape miró hacia el piso y después en dirección a los Dursley, petunia estaba petrificada del miedo y Vernon estaba furioso.

—De acuerdo

Como si de un trapo se tratase, soltó el bulto y este callo con gran estruendo al piso, aquí es donde la poción de Snape funcionaba como un alucinógeno; entonces los Dursley veían lo que Severus quería que vieran. Para ellos su hijo estaba llorando desconsoladamente en el piso gracias al golpe.

—Petrificus totalus

De inmediato el matrimonio cayó al piso, así que Severus invocó dos sillas y los acomodó ahí con ayuda de un Wingardium Leviosa" y con ayuda de su barita los ató, eso le serviría para más tarde.

Recogió el Bebé nuevamente y se sentó frente a los Dursley mientras arrullaba el bulto en sus brazos.

—Debo decir que Dudley es un lindo niño, sería una lástima que alguien le hiciera daño Como por ejemplo no darle de comer, así como ustedes no alimentaban a Harry, o tal vez golpearlo.

Tanto Vernon como Petunia tenían la cara roja, si no estuvieran petrificados probablemente estarían haciendo un tremendo escandalo a pesar de que los vecinos podrían escucharlos.