CARTA 4
Querido A:
¿Qué tan estupido consideras que es escribirle a un recuerdo?
Porque eso eres, un simple recuerdo agridulce, a veces malo, a veces no tanto.
Recordarte duele ¿Sabes?
Recordar esas madrugadas enteras dónde tú y yo no dormíamos con tal de hablar un poco más, de conocernos, porque a esas horas es en dónde nuestro verdadero ser salía a la luz.
Recuerdo esas veces en las que te despedías apurado porque tu mamá ya estaba despierta haciendo desayuno, y tú y yo seguíamos conectados platicando de tantas cosas y la vez de nada.
O cuando me platicabas acerca de tu familia, las comidas que acostumbrabas, yo te enseñaba un poco de lo que para mí era típico.
Eran tan bonitos tiempos.
Te extraño.
Atentamente:
Una estúpida chica.