CARTA 28
Querido A:
Tú nunca supiste quererme, nunca me valoraste, te di mi amistad y te la pasaste por el cul*.
Así de directo te escribo las cosas, así de directo me hubiese gustado que me las dijeras.
Pero preferiste callar y torturarme cada día pensando en lo que hice mal.
Nunca me diste una respuesta coherente, ¿De verdad yo era la que estaba mal? ¿Por no entender lo que nunca explicaste?
Atentamente:
Una estúpida chica.