CARTA 37
Querido A:
Mis amigas solían repetirme todo el tiempo que yo no merecía que tú tuvieras tanto poder sobre mi estabilidad emocinal, tenía la certeza de que ellas estaban en lo correcto. Pero sabes, es difícil, es difícil renunciar a alguien que quieres, aún sabiendo todo ese daño que me causabas y me sigues causando incluso sin estar.
Pero lo hice, le puse fin a esto. No te volví a buscar, borré todo lo relacionado a ti, y me funcionó.
Estoy bien. Muy bien sin tí.
Atentamente:
Una estúpida chica.