CARTA 53
Querido A:
Por tí me uní al feminismo.
Abrí los ojos de lo que tu me hacías era todo menos una amistad, eras tóxico para mi vida.
Cuando volviste y te conté que estaba conociendo sobre el feminismo te molestaste, diciéndome que eso era una estupidez, niñas necesitadas de atención.
¡Qué sorpresa que ahora me di cuenta de lo machito que eras! Con justa razón te molestaste, ya no ibas a controlarme más.
Atentamente:
Una no tan estúpida chica.