Para Siempre, Renata Barrie #3 || En pausa

3. RENATA BARRIE

 

CAPÌTULO TRES - RENATA BARRIE

"Las noches de vela"

 

"I just called to say I love you
I just called to say how much I care
I just called to say I love you
And I mean it from the bottom of my heart"

Stevie Wonder, I Just called to say I love you

 

Otro día sin dormir bien después de ver a Alonzo en mi sección, otro día que sigo paralizada después de verlo. Teodoro sigue igual en clases y yo sigo trabajando en una tienda de moda con ropa... no, Renata Barrie no puede llegar aquí.

Era viernes, un día que parecía más lunes que el mismo viernes. Teodoro estaba invitado a una fiesta en una casa de una de sus amigos. La madre se llamaba Holly y su pequeño hijo, Horacio.

La fiesta era de pequeños por lo que la vestimenta no era lo maravilloso de aquel sitio, era ir con un pantalón y una blusa o un polo. Pero mi problema no era vestirme casual, sino que verlas a las otras personas... en fin, decidí ir.

La casa era grande, más de lo que había imaginado. La gente era de buen vestir, aunque llevaran algo simple y muy casual se veían extremadamente perfectos. Baje la mirada a mi hijo, que por suerte, miraba con ilusión a sus compañeros.

—¿Quieres ir ya? —pregunté al pequeño, que inmediatamente asintió, solté el agarre y este salió corriendo hacia un niño de pantalones rojos.

—Seguramente eres Renata Barrie...

—Sí —dije volteando a ver a la señora que iba de vestido. Muy elegante, por cierto.

—Su hijo es muy inteligente, mi hijo me habla de maravillas que le dice a su pequeño. Veo que lo tienes muy cuidado

—Ah... claro, Teodoro es un niño muy tranquilo, no hace daño a nadie

—¿Segura? —pregunto de pronto esta, con una sonrisa torcida

—¿Qué quiere decir...?

—Su hijo es perfecto que parece irreal, como si... no se, como si pensara en otras cosas y no las quiera decir.

—No se meta con mi hijo... —dije esta vez un poco más molesta, mi hijo no era como yo y mucho menos como William, era el niño que salió mejor que nosotros mismos. Él no era un monstruo.

—¿Sabía que mi hijo encontró a su hijo cazando un ave en la esquina de la escuela? ¿Sabía que este le torció la cabeza a la paloma?

—Mi hijo nunca va solo a la escuela, —dije muy segura, —Mi hijo nunca sale de la escuela sin yo no estoy. No me fastidie y celebre con otra familia una mejor bienvenida

—Disfrute de la fiesta, señora. Y mire bien a su hijo.

Con ello, la señora se fue. 

 

♥♥♥♥♥♥♥♥

 

Era miércoles y eso significaba ir a mi cita con Tessa. Puse comida en la nevera y le dije a Teodoro que agarra si tenía hambre. Agarré la cartera y lo guarde al bolso mientras bajaba escalón tras escalón hacia la puerta principal.

—¡Disculpe! —caí al suelo por el choque, mis cosas se han salido del bolso, —Discúlpeme vecina, no la mire —dice él, agarrando mi bolso y a la vez levantándome

—No hay problema, a todos nos puede pasar…

—¡No! Soy muy torpe, fue mi error —dijo entre riendo, —Por cierto, me llamo Xavier Benz, es la primera vez desde que se mudo que la veo. 

—Un gusto, soy Renata Bar… Campbell. Un gusto igualmente

—¡Uy! Debo irme, espero encontrarla muy pronto. Adiós vecina.

—Adiós…

Al abrir la puerta, lo vi, èl con una casaca negro de cuero y unos pantalones jeans oscuros de color azul. Tan guapo y tan distinto como lo había conocido. Frente a mí estaba Alonzo Herrera, el chico que me atrapó en su corazón.

—Hola Renata

—¿Cómo supiste de mi dirección? —dije cruzándome de brazos, con el ceño fruncido.

—Tessa me lo dio, pero eso no importa ahora, tengo que decirte que…

—No quiero escucharte, vete de mi casa. No quiero verte más, si lo quisiera no te hubiera dejado —mentí y se que, por su expresión, lo he lastimado.

—William está vivo…

—¡¿Qué?! —el bolso se me cayo al suelo

—William en unos de estos días te encontrará, supongo que no quieres y…

—¡CLARO QUE NO! ¡YO…yo lo mate!

—Puede que lo hayas apuñalado pero… no eres asesina, a menos no

—Alonzo, no puede estar vivo. Yo… yo lo vi sangrando, lo vi muriendo. No puede ser real

—Pues es real, William ya le dieron de alta al hospital y estara buscandote, quiere encontrar a su familia… asi que vine, no debes estar aqui sin la seguridad de alguien

—Tu no me puedes ayudar

—Oh claro que si, no pienses que por ser profesor de una universidad y una persona que ejerce abogacía no puede tener contactos importantes. Si no te conocí es porque no me junto con gente creida




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