CAPÍTULO DOCE - RENATA BARRIE
“La prensa”
“Now you're moving in high society
don't forget I know secrets about you”
Rod Stewart, Baby Jane
La prensa es algo que odio y me gusta al mismo tiempo. Nunca he tenido otra gente pegada a mí que no fuera mis vecinos murmurando cosas, ellos son distintos, son de hablar directamente y hacen preguntas incómodas y directas. ¿Saben a lo que me refiero? Odio que me pregunten pero me gusta que me persigan y es que así soy yo.
Alta, con poder, con mucho dinero, con altos lujos… con miles de secretos que poco a poco se revelan. Soy alguien ambiciosa, alguien que consigue lo que quiere y soy alguien que… no, está no soy yo. Yo soy distinta, no me gusta el poder, no me gustan los lujos y controlar a las personas. Esa no soy yo, esa es la imagen de Renata Barrie, yo sólo soy Renata Campbell.
Alguien a quien busca la paz, alguien que huye de las ambiciones de mi otra personalidad…
—Mamá, ¿puedo salir al parque? —pregunta Teodoro, quitando mi idea en un segundo. Miro el parque y asiento, no está tan lejos.
Más bien, estamos en el parque, pero más bien nos encontramos en el banco alejado del parque. Teodoro sale corriendo con su juguete favorito y se junta con la pileta de agua que se encuentra en el centro del parque.
Y… ¿de qué estábamos hablando? Ah sí, la prensa. Ellos… suelen ser tedioso estar cerca de ellos porque… bueno, aquí vienen.
—Señora Barrie, queremos hacerles algunas preguntas…
—No gracias
—Sólo será un segundo, ni se dará cuenta que estuvimos aquí
—Dije que no
—Señora Barrie, ¿usted conoció a Levi Williams? Queremos que lo confirme por favor —dijo la chica mirando su libreta de notas de una mano y con la otra, su celular cerca a mi labio.
Me levanté y comencé a caminar hacia mi casa, mi hijo ya sabe qué hacer en esos casos por lo que no tengo que preocuparme de ello. Desde que Levi volvió los rumores que Verdades y Willy, hizo que la gente del vecindario y la prensa se una para dar declaraciones.
Me detengo enseguida, pero esta vez no soy yo quien se dirige a la prensa. Volteo con una sonrisa que suelo utilizar cuando algo me incomoda, muevo mi mano hacia la chica que me preguntó y digo.
—¿Qué si conozco a Levi Williams? ¿Acaso no vieron las revelaciones que dijo Verdades? —rio alto, observo a Levi en la esquina, acaba de salir de su casa, —Sí lo conozco, es mi vecino. Y fue mi amigo de la universidad, ¿algún problema con eso?
—No, para nada señora —dijo ella, buscando sus demás preguntas… de seguro habían muchos, las cámaras me poncharon, —Señora Barrie, ¿Nos puede explicar su relación con el empresario Levi Williams?
—¿No te quedó claro que es mi amigo? —digo, mirando fijamente a la cámara sonriente, —¿Piensan que es mi amante o qué?
Cállate, Renata Barrie.
—¿Por qué Levi Williams declaró que es algo más que una amiga? ¿Sabe de los trabajos ocultos del empresario Williams? ¿Su esposo, William Barrie sabe de la relación con Levi Wlliams?
Me quedo mirando la cámara seria, no tengo palabras. De pronto, alguien me empuja hacia él y contesta.
—Renata Barrie no va a declarar nada más, si nos disculpan —y me jala.
—Renata Barrie, ¿qué nos puede decir de su revelación? ¿Es que nunca supo que tiene doble personalidad? ¿Se ha tratado?
Me volteo furiosa, —Me ves y puedes ver a una única persona, ¿ves a otra? No, soy Renata Barrie
—No…
—Entonces no hagas preguntas estúpidas y vete a vestirte mejor, que eso… —observo de pie a cabeza, —No está a la altura de una entrevista en este vecindario. Gracias, —miro a Levi a mi costado y me alejo de él, con una sonrisa en el rostro.
Hace días ví en las noticias que hay gente que me llama “La puta ama” “La perra loca” o “La maniática” y es que, por un gusto retorcido me gusta que me llamen así. Y es que pensándolo mejor, soy La Puta Ama con elegancia de este vecindario.
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—¿Preparada para contestar nuestras preguntas? —dice un chico, con un sacón marrón. Ha pasado un mes desde lo sucedido y todo sigue igual, con las mismas entrevistas con declaraciones falsas que doy y Verdades y Willy revelando secretos de otros famosos, que por cierto, han puesto una alta demanda por revelar cosas privadas.
—Sí —miro a la cámara
—¿Quién es?
—Renata Campbell, casada con William Barrie que tengo un hijo
—Muy bien. ¿Levi Williams nunca le dijo del trabajo sucio que trajo en los últimos meses que estuvo con usted?
—No, nunca hablábamos. Yo con mi vida y él con la suya
—Cuando se reveló su secreto, ustedes se encontraban en su casa en una cena ¿lo confirma?
—Si lo hubo