Te busco en mis sueños cuando la vida se vuelve demasiado difícil.
Te busco en esos lugares que eran nuestros. En esos recuerdos de besos robados, de abrazos largos y de palabras no dichas, donde una mirada era suficiente para desnudarnos el alma.
Te busco en mi interior, en ese dolor latiente en mi pecho. En esas noches frías…
Te busco por las mañanas al encontrar tu lado de la cama vacío.
Te busco por la casa y no te encuentro. Entonces lo recuerdo... lo recuerdo como si fuera ayer. Recuerdo a tu familia y la mía llorando tú partida mientras me sostenían para que no fuera a tu encuentro mientras sellaban tu tumba.
Te has ido para no volver, es por eso que por más que te busqué no te encontré. Lo cierto es que cerré mis ojos a lo que no quería ver y mi corazón al resto de las personas.
Me encuentro tan perdida sin ti a mi lado.
En un momento de desesperación le reclamé a Dios el porque te quitó de mi lado, le grite por una explicación a tal crueldad de su parte. Su respuesta fue el silencio y con ese mismo silencio aprendí a ser paciente y esperar en el… Esperar que sea el quien sane el dolor que has dejado en mí, que sea el quien llene se vacío que has dejado.
Recuerdo esas últimas noches juntos cuando dijiste que nunca me dejarías y que siempre estarías a mi lado para cuidarme.
Sé que has cumplido tu promesa.
Me duele pero no puedo dejarme vencer. No ahora. Con una sonrisa acaricio mi vientre abultado mientras miro el cielo estrellado imaginando que estás mirándonos.
-¡Papá nos está cuidando desde el cielo, cariño!- Sé que así es. Nos cuidas tal como lo prometiste nunca nos dejarás solos.
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Editado: 07.06.2020