𝟗
𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑
ꜱɪɴ ᴛʀᴀᴛᴏ ᴇꜱᴘᴇᴄɪᴀʟ
Luego de ese encuentro, hice lo que había dicho: volver en autobús. En un día normal, hubiera abrazado mis revistas en el trayecto, emocionada por llegar a casa y ver cada una de ellas, pero no fue el caso. En cambio, sostuve la bolsa de papel con mis revistas como cualquier otra persona sostendría una bolsa luego de comprar. Incluso esas personas pensarían en algo más mientras viajaban en autobús, sin embargo yo iba con la mente en blanco, intentando no olvidar lo que había pasado.
Al llegar a casa, me fui directamente a mi habitación. Encendí la luz, lancé la bolsa de papel sobre mi cama y me senté en mi escritorio. Agarré la libreta donde antes había escrito lo que estaba sucediendo con Michael y escogí una página en blanco, lista para escribir lo que pasaba con el profesor Shaffer.
«Entonces, nos desharemos de él», dijo la voz.
—¿Cómo te deshaces de un profesor? —pregunté sin esperar alguna respuesta de la voz.
«No puede ser más difícil que un vampiro», se jactó la voz.
—Eso fue pura suerte —contesté.
Con el lapicero de tinta azul en mi mano, tracé “Profesor x Alumna” sobre la página. No recordaba el título de la historia, así que solo atiné a escribir aquello como inicio sobre lo que escribiría. Debajo de este empecé a enumerar los momentos que más recordaba de la historia y al igual que la primera vez que anoté algo, me di cuenta que había muchos huecos en mis recuerdos.
Por el momento, solo había pasado el primer encuentro en la sala de profesores y el segundo encuentro, que fue extraño. Recordaba que el segundo encuentro había sido en una biblioteca, pero en mi caso había sido en una librería. También pensé que el encuentro con Michael en el museo había sido extraño, pero ignoré aquello en su momento. Ahora que lo pensaba, las locaciones eran completamente distintas a las historias originales y eso fue más obvio de notar si tan solo recordaba las situaciones con Michael.
La escuela no lucía para nada similar a la película. Esta escuela tenía un jardín delantero donde los alumnos se sentaban a descansar y dialogar. Tenía una apariencia mucho más gubernamental que una escuela con ladrillos rojizos y parecía mucho más grande de lo una escuela debería ser.
El museo, al cual la escuela nos llevó, tenía una apariencia como de dos siglos atrás, pero que aún se mantenía firme dejando admirar su arquitectura exterior y eso era suficiente para diferenciarlo del jardín botánico que salía en la película.
Aunque no parecía haber una razón detrás de tal cambio, noté que en ambos casos su atractivo visual era algo que llamaba mi atención. Al igual que el cambio visual de Michael y el profesor que como había dicho la voz en algún momento: Son mi tipo.
Giré con lentitud sobre la silla con ruedas. Sentía que tenía que conectar algo en mis ideas. Di unas cuantas vueltas más y noté que esta casa también tenía una atractivo visual innegable para mí. Y más que un atractivo visual, era algo que en algún momento soñé con tener.
—Ahora que lo pienso, la escuela luce como mi escuela soñada, y esta casa también —dije en la soledad de mi habitación.
Pero, ¿por qué?, me pregunté.
Si todo a mi alrededor era algo que hubiera soñado con tener, ¿por qué Michael y el profesor Shaffer estaban aquí?
«No olvides esa fantasía», respondió la voz.
—Cierto —dije mientras me reclinaba en la silla—. Pero, ¿por qué ellos? No son personajes con los que sueñe interactuar, había muchos otros que sí.
«Tal vez solo tienes que esperar y aparecerán».
Si tuviera que esperar, eso significa que me tendría que topar con más gente que no deseaba.
֍
Esta vez revisé varias veces las cosas que llevaba en mi mochila antes de salir de casa. Ahora no me preocupaba por el libro de trigonometría, sino el de historia. No es como si fuera a desaparecer de la nada, pero no podía estar segura.
A diferencia de trigonometría que era la tercera materia del lunes, historia era la primera del martes.
Esta vez me preparé mentalmente durante mi viaje en autobús para ver al profesor Shaffer. No pensaba hacer nada más que solo ignorar lo que había pasado y actuar con normalidad, pero esa decisión no hacía que sintiera más nervios tener que verlo.
«Eres la que menos nervios debería sentir», había dicho la voz.
Como si fuera un robot, actué lo más normal, como si nunca hubiera interactuado con el profesor Shaffer luego de haberlo visto pasar por la puerta del salón. Él me lanzó una mirada que parecía esconder algún sentimiento, pero no me molesté en adivinar aquello y lo escuché como si fuera otro alumno más durante su clase. Y así su clase pasó sin nada destacable.
En la hora de almuerzo, como era de costumbre, dejé mis cosas en el casillero y caminé con dirección al patio de comidas preguntándome que habían preparado. Cuando estaba a solo unos metros de entrar por las puertas del lugar que estaba lleno de alumnos hambrientos, noté al profesor Shaffer salir del salón que estaba más cerca a aquel lugar y empezar a caminar hacia mi dirección o al menos eso parecía ya que tenía la mirada a algún lugar detrás de mí, pero eso no evitó que sintiera mi cuerpo tenso.
Cuando estaba a punto de pasar cerca mío, noté su mirada sobre mí y solo atiné a dar un ligero movimiento de cabeza para reemplazar un saludo.
Me sentí mejor cuando pasó de mí.
Empezaba a comer el almuerzo de hoy cuando una vibración en mi teléfono llamó mi atención. Vi en la pantalla que el mensaje era en el chat grupal del grado.
Al abrirlo pude notar que era un mensaje de la coordinación escolar.
Los siguientes alumnos fueron seleccionados para llevar clases intensivas los días miércoles, jueves y viernes. Con esto buscamos desarrollar mucho más las aptitudes de dichos alumnos.