MANSEDUMBRE. EL ESPÍRITU DE SEHÓN ESTA POR TODOS LADOS

Teniendo el pedido casi terminado de doña Porfilia, Jorge es tentado por una señora que está dispuesta a pagarle toda la cama en ese instante.

En ese momento, Jorge le dice.      –perdone, ¿usted cómo se llama? -      -mi nombre es Marcela, ¿al fin se ha decidido a vendérmela? -      -claro que no, si yo hago eso tendré problemas con la dueña de esta cama. Y si no es mucha molestia doña Marcela, quiero seguir trabajando-       -que muchacho tan grosero.

La señora se va de ese lugar y de inmediato Jorge entra al taller para terminar unos detalles de la cama antes de pintarla en la mañana.

En ese instante, entra Heily y le dice a Jorge.      –hola, ¿Cómo estás? -     -bien-       -veo que ya terminaste la cama de la vieja gruñona.

Jorge se sonríe y le dice a Heily. –no la llames así, doña Porfilia es una señora muy seria y confiable-       -ella y toda su familia son muy complicados-      - ¿porque lo dices? -      -esa señora peleo con mis padres en varias ocasiones por la puesta de una nueva motobomba en la casa. Y todo el conflicto empezó, cuando repentinamente el agua no le llego.

Jorge comienza a organizar todas las cosas para cerrar el taller y le dice a Heily. –conmigo la señora se ha portado muy bien. Tratándome como si fuera otro nieto más-       -espero que siga así, pero cambiando de tema, te invito a una nueva discoteca que han abierto en el centro-    -no Heily, tu sabes muy bien que estoy yendo a la Iglesia. Y estoy preparándome para bautizarme-          -tenía que intentarlo-       -además, tienes novio-      -yo no ando con él, yo quiero salir contigo-       -me tengo que ir, mañana seguiremos hablando, pero como amigos-       -bueno, que te vaya bien.

Jorge cierra el taller y de inmediato se va para su cama en su bicicleta.

Después de varios minutos, Jorge llega a su casa y se sorprende al ver a sus padres en una escena muy comprometedora y les dice muy sonriente.     –por favor, yo no tenía que ver esto.

Cecilia se levanta del sofá también muy sonriente y le dice a su hijo.      –tu padre que es un descarado, en la nevera te he dejado algo.

De inmediato, Gerardo le dice a su hijo.       –como te fue con esa cama? -      -bien, mañana en la mañana la pinto, y en la tarde la entrego.

11:45 pm, Ines llega a la casa y como era de esperarse tiene una muy fuerte discusión con su padre.

Gerardo aprovecha el momento y le dice a Cecilia.      –Ines se salió de control, estas no son horas para que una joven llegue a la casa.

Entre Gerardo y Cecilia intentan hablar con Ines, pero esta se en cierra en su habitación.

En ese instante, Jorge les dice a sus padres.      –mañana más calmados hablan con ella.

Gerardo y Cecilia, le hacen caso a Jorge y se van a dormir muy preocupados con su hija.

En la mañana siguiente, Gerardo no toca el tema y sale a trabajar junto a su hijo Jorge al taller.

Con una tremenda disciplina, Jorge comienza a pintar la cama de doña Porfilia al punto de dejarla completamente terminada.

Jorge está sacándola más hacia el sol. Cuando aparece doña Porfilia y le dice.      –buenos días, ¿Cómo han estado? -      -bien.

Gerardo desde lejos observa a doña Porfilia y dice en voz baja.     –esa señora no me gusta, para nada.

En ese instante, Porfilia le dice a Jorge.      - ¿Dónde está mi preciosa cama? -      -la tiene de frente de usted-      -por favor Jorge, dime que no es esa-       -claro que sí es, usted misma me mostro el diseño-      -no, no, no, esta no es la cama, esta cama es fea y sin gusto.

Jorge se intranquiliza un poco y le dice a Porfilia.       –yo no estoy jugando en este lugar, usted me mostro este modelo-       -Jorge, yo no quiero esa cama y yo no sé cómo le vas hacer, pero quiero mi dinero hoy mismo.