Paranoia

Voces.

Nunca habría tenido en cuenta la posibilidad de que alguien de verdad pudiese escuchar a otras personas en su cabeza, claro, tomando en cuenta tantas películas de la actualidad seguramente más de uno lo cree.

Siempre he sido alguien que se centra más en lo que ve y no lo que pueda haber, mi madre suele pensar que soy una especie de ateo, esto obviamente por lo mismo, no descarto que exista Dios, pero tampoco aseguro su existencia. Nunca he sido alguien muy apegado a lo religioso, algo por lo cual sus pensamientos eran aún mas atados a eso, aún así no me considero como tal.

Tampoco soy de creer mucho en aquellas personas que dicen ser psíquicas, aunque hechos ocurridos en mi vida me demostraron lo contrario, se que muchos de ellos solo lo hacen por dinero y las personas caen en su estafa. La sociedad cada vez está más podrida, y si no lo está, por cosas como esas, empiezan a pudrirse.

He creído gran parte de mi vida que estoy loco, no de una manera tan especial como aquellos a los que envían a un hospital para "curarlos", siempre pensé que mi locura era mas debido a mi soledad, aunque también es cierto que es algo que yo mismo he causado al no ser tan apegado a las personas. Mejor dicho, alejarlas.

Mi vida es bastante monótona, mis rutinas suelen ser las mismas diariamente. Despierto, voy a clases, regreso a casa y veo algún que otro programa en la TV, cosa que es bastante difícil ya que en la actualidad son malísimos, no todos, pero si la mayoría. También suelo leer libros, pero últimamente no tengo mucho tiempo para eso, me molesta realmente ya que me entretengo al leer algún libro de misterio o ciencia ficción.

Vivo con mi madre, Jazmín. También con mi hermano, Joshua. Yo, Gareth, tengo 18 años y vivo en Chicago junto a mi pequeña familia, que también consta de tres perros y una gatita.

A veces pienso que alguien como yo debería estar junto con aquellas personas que envían a esos hospitales donde se trata a los locos, pero mi caso no sería para nada como los de ellos. O tal vez si. Sonará raro, pero suelo escuchar lo que piensan algunas personas, o al menos eso creo yo, suelo escuchar sus voces y no mi voz interior, cosa que sería bastante reconocible a mi parecer. Y me quedó algo de constancia un día mientras esperaba en una farmacia para pagar unas pastillas que me había pedido mi madre. Sólo estaba allí, esperando que me dijera cuanto tenía que pagar.

«Serían unos 13,50$» Escuché.

Pero claro, el cajero ni siquiera lo había dicho aún.

-Son 13,50$, chico- me dijo mientras yo ya disponía de ese dinero en mis manos

Puede ser que solo esté loco, como ya lo he dicho, aunque sinceramente, juraría que escuché sus pensamientos. No fue la única vez que algo así pasó, tampoco es algo que pueda controlar. Y seguramente no es algo que disfrute. Pienso que cada persona elige lo que debe decir y lo que no, pero seamos sinceros, muchas veces hemos querido saber lo que alguien está pensando.

Mi padre falleció hace varios años, fue algo bastante difícil para nosotros, era una de las pocas personas que de verdad admiraba, se dedicaba a trabajar como oficial de policía en la ciudad, me hubiese gustado saber en que pensaba cuando decidió salir ese último día que lo vi. Según los reportes de sus compañeros, los cuales nunca me convencieron, mi padre había ido a atender un altercado al que no lo solicitaron y al llegar al sitio, varios ladrones armados dispararon contra el. Obviamente no creí nada de eso, mi padre era alguien que no solía romper las reglas, las hacía cumplir incluso fuera de su trabajo.

Mi hermano, Joshua, es alguien bastante extrovertido, totalmente opuesto a mi, si no fuera porque somos prácticamente idénticos en parecido, yo pensaría que alguno de los dos es adoptado. A pesar de que él es el hermano mayor, nunca ha sido como el típico hermano molesto, de hecho, siempre hemos tenido una relación bastante buena, y claro, ambos compartimos muchas aficiones.

Mi madre era mucho mas alegre antes, cuando nuestro padre aún vivía, no digo que ya no lo sea, sólo es un poco infeliz. Aunque, según tengo entendido, hace poco empezó a verse con algún tipo de administrador o algo así. Probablemente lo traiga a casa si de verdad lo considera alguien bueno para ella.

Hace poco terminé el colegio y ahora debería entrar a alguna universidad, pero sigo dudando sobre que estudiaré. Me atrae bastante lo relacionado con lo audiovisual y también la informática, aún tengo mas de un mes para decidirme.

Últimamente las voces en mi cabeza han estado algo descontroladas a tal punto que he estado a punto de hablarle a Joshua sobre eso, pero su reacción me preocupa bastante, ni hablar de mi madre. Es posible que termine en terapias o algo parecido. Y la verdad no creo necesitarlo.

Algo que me tiene relativamente preocupado son los vecinos, al parecer están teniendo problemas de dinero y es casi seguro que abandonen esa casa. Cosas como esas no las sabría de no ser por sus voces, o bueno, sus pensamientos.

Estamos a finales de agosto, se acerca el cumpleaños de mi madre y tanto Joshua como yo hemos decidido a salir a comprar algo para ella, algo que nunca le ha gustado a mi madre, ella solo preferiría un abrazo o algo así, pero nunca le hemos hecho caso y terminamos comprando algo que seguramente solo lo disfrutará en el momento.

Revise mi clóset y saque la primera franela que encontré, tampoco he sido alguien al que le preocupe mucho como combinar su ropa, pero tampoco ando como un payaso por la calle.

-Gareth, no tenemos todo el día-dijo mi hermano al abrir la puerta de mi habitación-Eva nos está esperando fuera.



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En el texto hay: visiones, investigaciones, poderes raros

Editado: 21.04.2020

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