Observé la hora en mi teléfono y eran apenas las 07:23 am, por alguna razón ya no podía seguir durmiendo, tal vez el hecho de tener que reunirme con aquel sujeto me tenía con algo de inquietud, di vueltas en la cama intentando dormir un poco mas, pero fue inútil. Dejé la cama y me dirigí al baño.
Por un momento solo me quedé mirando mi reflejo fijamente en el espejo mientras apoyaba ambas manos a los lados de este. Sin ninguna duda quería saber lo que aquel hombre tenía que contarme, pero, el decho de que haya aparecido de repente me hacía cuestionar muchas cosas al respecto. Lave mi rostro con agua y volví a mirarme en el espejo, pero no era yo quien estaba ahí, era el rostro de alguien totalmente desconocido, su largo cabello tapaba las facciones de su rostro, solo podía observar una sonrisa algo triste y de un momento a otro estaba yo de nuevo. Mi corazón latía rápidamente, sentía que iba a explotar, poco a poco me fui calmando y saqué mi teléfono para ver la hora otra vez. 08:49.
«Es imposible» pensé.
Para mí solo habían pasado algunos minutos desde que entré al baño, pero por alguna razón transcurrió más de una hora. Salí rápidamente a ver el reloj que está en la sala y efectivamente, había pasado más de una hora. Todo aquello me dejó algo desorientado, pero decidí no prestarle atención.
Vi entrar a Joshua a la cocina con cara de zombie, cosa que me sacó de aquella situación provocandome una sonrisa en el rostro.
-¿Que haces despierto tan temprano?-le pregunté con algo de burla.
-¿Eh? ¿Que?-balbuceo con señales de sueño aún notorias-ah, si, es que Eva dijo que vendría y...-bostezo-no se que quiere en realidad, solo voy a esperarla.
-Ah, ya veo-dije mientras reía-al menos péinate un poco-alborote más su cabello a lo que el me miró extrañado.
-Si, si, solo deja que...-se sentó en el sofá como si acabara de hacer una ronda seguidas de dos horas de ejercicios-ya voy, mamá-aquello último me hizo que me soltara una risa.
Mientras Joshua se encontraba allí casi dormido otra vez, preparé el desayuno para los 4, asumiendo que Eva también iba a comer, mi madre tenía el día libre por lo cual ni siquiera había salido de su habitación, pero seguro estaba despierta. Terminé de hacer la comida, observé el reloj, 09:37. Me dispuse a comer e intenté llamar a Joshua, pero fue totalmente inútil, me acerque a él y le di una pequeña patada en la pierna. Me miró y con una seña le indique que la comida estaba lista a lo que el asintió sin moverse de dónde estaba.
-Escucha, voy a salir. Si nuestra madre pregunta, le dices que fui a la cafetería con...-no terminé de hablar cuando ella apareció en la cocina.
-¿Con quién? ¿Una cita? ¿Tendré nietos de tu parte al fin?-sonrio al terminar de inundarme de preguntas.
-¿Pero que dices? Aún no quiero hijos, además, estás muy joven para ser abuela-mis palabras sonaban como si fueran provenientes de un niño, ella no evitó reírse.
-Sabes que no hablo en serio, Gareth. Pero, ¿desde cuándo vas a la cafetería? Pensé que no te gustaba ese tipo de lugares-dijo con algo de comida en la boca.
Tenía razón, siempre preferí estar en lugares con pocas personas, aunque no es como si esa cafetería fuera la más popular de la ciudad.
-Logan dijo que quería hablar conmigo, ya sabes cómo es, le encanta el café de allí-mentí.
-¿Logan? Es ese chico enfermo con las computadoras, ¿No?-pregunto con algo de duda.
-Si, es el, pero no le digas así, suena bastante feo. Además, soy un poco como el-me miró y sonrio-ya debo irme, me estará esperando.
-Ve con cuidado, amor-dijo con ternura mientras hizo el gesto de lanzar un beso.
Tomé mi bicicleta y me dispuse a salir.
-Lo tendré, mamá-al mirarla volví a ver aquel rostro del espejo, pero solo fue como un flash, miré al frente y sacudí un poco mi cabeza-estoy loco-susurre.
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Editado: 21.04.2020