Parte 1

Viernes, 13 de agosto de 2021

Después de tanto tiempo, sigo viendo lo mismo.

Como si todo siguiera de la misma forma que hace mucho antes.

Solo que ahora esta la soledad o mejor dicho, se le suma la soledad.

Aunque lo merezco.

Es difícil aceptar nuestros propios errores, aunque ya ni se si realmente es error mío.

Y lo digo por todo el tiempo que llevo manteniendo el error vivo y confundido. Aunque por lo visto la única confundida de todo soy yo.

Estas semanas me di cuenta de varias cosas.

La primera es que al fin aclare lo que siento por él.

Creo que en algún momento fue amor o eso creía yo, sin embargo, dejo de serlo.

Y creo que hace mucho. Aunque en mi estado actual es mucho más confuso.

Lo que sanguíneamente se transformó en una especie de apoyo y amistad, se volvió una tormenta que por lo visto solo yo cargo a pesar de que la otra persona diga lo contrario.

De un momento para otro se transformó en una tormenta de tristeza y depresión que me siguió hasta hoy.

A decir verdad me sentía bien. Unos milisegundos si lo sentía…

El estar con él. Porque si existía alguien que me escuchara y aconsejara. Pero el problema es en que sigue insistiendo en que hay algo. Pero ya no puedo más. No entiendo como es posible que no se de cuenta de todo el daño que hay de por medio. Y creo que por eso salí de esa nube negra. Ver que a él no le afectaba en realidad mi dolor, mi angustia, mi agonía que solo el conocía y mucho menos le atemorizaba perder a su familia y es a donde e llegado. Que nada en realidad fue real. Tristemente pasaron casi 3 años que me di cuenta de todo, aunque ahora me doy cuenta más que nunca de ese sentimiento de dolor, ardor por todo. Y duele más.

Porque desde que todo comenzó he sufrido y hasta hoy recién me pregunto, como no me di cuenta del daño desde un principio. Pero creo que la respuesta ya la di: Busque por años apoyo y lo encontré. Solo que… Solo que el quería algo a cambio y aprovecho todo lo que tenía en sus manos para alcanzarlo.

Volviendo al tema… Siempre, absolutamente siempre me ha tocado sufrir y superar las cosas en silencio, aunque a mi alrededor parecía que no se viera reflejado.

Todas las cosas que inventaron de mí las sufrí, las llore, se las reclame a Dios que porque me hacía pasar por esas cosas, ¿Acaso era un karma antes de cometer el crimen?

Y sigo con la misma pregunta.

Muchas veces me vi superada con todo.

En amistades, en mi vida amorosa, en mi alrededor, en mi falta de inteligencia, en mi falta de capacidad para entender que tal vez solo debía aceptar estar sola y alejada de todos.

Quizá ese fue mi error.

El intentar de cierta forma agradarle a las demás personas.

El animar a otros a ser mejores, a superarse, a sentirse bien consigo mismo, a apoyar cada vez que necesitaron de alguien. Siempre estuve ahí.

Pero todas esas personas en algún momento me apuñalaron por la espalda y me hicieron sentir el ser más insignificante de todos.

Recuerdo que cuando era pequeña, siempre me criticaron por hablar mucho y por preguntar.

Recuerdo que no era cosa mía solamente que las chicas me tuvieran mala.

No tenía idea porque razón.

O tal vez sí.

Analizando todo, tal vez si sabia la razón.

Sin embargo, para mentes cerradas nunca lo entenderían.

Muchos decían que era creída, que quería ser centro de atención, que me gustaba humillar a las personas.

Pero nunca fue así.

Toda mi vida intente ser mejor pero no para superar a otros, sino para superarme a mi misma y gran parte de mi alrededor entendía mal el mensaje.

Simplemente era para poder salir de ese mundo que me hacia daño y nadie se daba cuenta.

Recuerdo que desde temprana edad comencé a llorar en silencio.

A llorar porque me iba mal en clases.

Sufría bulling de parte de algunas compañeras y cuando quede repitiendo en quinto básico fue peor.

Porque aunque intentaba arreglarme a mi misma, los demás intentaban hundirme.

Porque aunque intentaba superar aquella etapa para poder avanzar y no echarme atrás, Una persona me la recordaba siempre.

Les juro que yo amo a esa persona y sé que me ama a mí.

Sin embargo, hasta el día de hoy me recuerda lo avergonzada que estaba de mí.

Era una niña.

¡¡Joder!! Hasta ahora duele recordar eso.

¡¡Solo era una niña!!

Duele que nos hagan recordar algo que nos hizo sentir mal.

Duele que no sean capaz de darse cuenta que aquellos recuerdos duelen y no son graciosos.

Duele porque siempre quise superarme.



#1683 en Joven Adulto

En el texto hay: pasado, secretos, odio

Editado: 16.06.2023

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