Epílogo.

¿Cómo se supera u olvida a una parte de ti?

No Malik, no se puede, yo voy a estar en cada paso de tu vida y en las de mis hijos, los veré crecer en la vida que les tocó vivir. Jamás olviden que los ame, los amo y los amaré en una eternidad que en su tiempo les tocará ver.

Mi marido me amaba tanto que dejo libre mi recuerdo, no intentó sacarme, me dejó estar. Tomó su tiempo pero volvió a amar, y esa nueva persona tocó su alma mal trecha. Había partes que él no conocía y no tendría que saber que existían hasta el momento exacto.

Mis hijos carecieron como cualquier niño, tenían sus propias luchas y miedos, Malik no dejó que olvidaran como era yo y amaban mis memorias.

Hay partes de nosotros en cada parte del mundo, ocultos, donde menos imaginamos, donde menos esperamos, un libro, una letra, una mirada, una puerta, un color, el viento, una persona, aquí estamos viviendo desde una vida eterna.

Estas son mis partes, ahora, querido lector, vivo en ti y tú en mí, seré tú parte recoveco y tú la mía.

¿Cuáles son tus partes?