CAPITULO 1*

El día tenía que empezar de la peor manera. Apenas voy llegando a la preparatoria y ya soy fastidiado. Tener que aguantar a la pesada de Alicia que siempre está acosándome solo porque me acosté con ella por una borrachera, ahora se cree que me casare con ella y la convertiré en la luna de la manada, solo una persona será la luna y esa es mi mate, mi verdadera alma gemela.

Ojalá pudiera decírselo, pero no puedo. Por ahora tengo que verla a lo lejos, admirando su belleza única. Hace un momento llego para su clase que es dentro de una hora, ya se dirán que soy un acosador, y si lo acepto, pero lo soy porque quiero protegerla de todos y alejarla de aquellos imbéciles que la miran. No puedo creer que la esté viendo todo embobado, mientras mis brazos están sobre la mesa.

-Hola mi amor- y llego a mi lado una de mis más grandes pesadillas.

- ¿Qué es lo que quieres Alicia? - pregunte serio.

-Uy! Pero que carita Alex- se sienta a mi derecha.

-Habla de una vez- hablo serio. La verdad es que Alicia la típica chica rubia de la preparatoria, aunque esta mal que lo diga. Pero que puedo decir, es delgada, tiene un cuerpo trabajado, su piel es clara, su cabello es un rubio brillante, lo tiene sujeto en una coleta alta, usa maquillaje bastante cargado, y eso lo se gracias a que en una ocasión se la paso hablándome de maquillaje durante horas, aunque no es tonta, tiene uno de los mejores promedios, pero es bastante narcisista. Usa una falda roja y una blusa manga larga de color negro.   

-Bueno, pues te quería invitar a mi fiesta de mañana, amor. - lo dice como si fuera la mejor noticia para mí.

-No creo poder asistir. - conteste serio.

- ¿Por qué no?

-Tengo asuntos de la manada que resolver.

-Pero eso puede esperar- dice con una voz cada vez más chillona.

-Por supuesto que no, ya he retrasado mucho mi trabajo como alpha por la escuela, así que me tengo que poner al corriente.

-Pero mi amor, yo soy tu novia y tienes que estar a mi lado- estuve a punto de responderle, pero alguien me interrumpió, mi salvación. Mi mejor amigo, Joseph

-Alicia me podrías dejar con el alpha un momento- dice poniendo sus cosas encima de la mesa.

-No, yo estoy resolviendo un asunto con él.

-Yo creo que lo que le tengo que decirle es mucho más importante que lo que tengan que resolver.

-Y según tú, ¿qué es tan importante?

-Sobre la luna-dice Joseph sonriendo, a lo que yo lo miro curioso

-En ese caso si es sobre mí los dejo solos- se pone de pie para irse- te veo en la salida cariño- me da un beso en la mejilla y se va.

-Si fueras mujer te daría un beso.

-Jajaja, - dice sentándose a mi lado- No gracias estoy bien así- dice muriéndose de la risa.

-Me salvaste de esa zorra.

-No es para tanto- dice entregándome una botella con agua. Joseph y yo nos conocimos desde que éramos niños, básicamente crecimos juntos, eso se debe a que su padre y mi padre son alpha-beta, somos de la misma altura, 1.79, su cuerpo al igual que el mío esta bastante trabajado, eso se debe los entrenamientos en la manada, a nosotros nos exigen mas que a los demás porque es nuestro deber proteger a la manada, su cabello es castaño claro, hay quienes creen que somos bastante parecidos físicamente, pero él es más relajado, de cierta forma

-Claro que sí, ya no la soporto, se cree que tiene derecho a algo que no le pertenece.

-Oh vamos Alejandro, - dice poniendo su mano en mi hombro- Solo relájate.

-Ojalá pudiera, pero cada vez que está cerca quiero arrancarle la cabeza. - digo algo agotando- Además para ti resulta fácil decirlo, como no la tienes pegado a ti todo el tiempo- digo con fastidio- ¿qué era eso que querías decirme? - pregunto curioso, en eso suena la campana.

-Te lo digo en la salida, ya hay que entrar.

-Espera solo...- digo dirigiendo mi mirada hacia donde se encontraba ella, pero ya no estaba.

-Al parecer ya se fue.

-Me hubiera dado cuenta si no fuera por culpa de Alicia que me vino a interrumpir.

-Ya vamos.

Joseph comienza a caminar hacia al salón para nuestra última clase, yo solo tomo mis cosas y pienso en mi hermosa mate.

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Una vez terminada la clase, salgo apresurado del salón, para poder volver a ver a mi mate.

- ¿Por qué tanta prisa? - me pregunta Joseph.

-Tú bien sabes por qué.

-Ah claro, una vez terminada nuestra clase, ella entra en el salón para su primera clase.

-Mira ahí está- le digo señalando a una hermosa chica, sentada junto a un árbol con cabello corto color negro ondulado y con unos lentes mientras está leyendo un libro, su piel es clara. Viste un pantalón de mezclilla, una blusa blanca con una chaqueta negra. Es una de las mejores estudiantes, por no decir la mejor.

- ¿Qué era lo que me tenías que decir? - digo sin apartar la mirada de ella