6 años atrás
El trayecto de vuelta a casa se me hace eterno.
Los minutos van pasando pero mi alrededor parece haberse congelado.
No puedo evitar repetir una y otra vez en la cabeza la voz rota de mi abuela.
Sé que Elián a mi lado está intentado tranquilizarme pero estoy tan asustada que no consigo escucharle, siento las manos adormiladas y el cuerpo frío.
Los siguientes sucesos los vivo como si fuera una película, veo todo como si mi alma hubiera abandonado mi cuerpo y estuviera viendo todo en tercera persona.
Llegamos a la casa de mi abuela y allí me espera ella con los padres de Holland, no tenemos mucha relación con ellos así que me extraña que estén aquí.
En ese momento no me di cuenta de que eso era un indicio de que lo que había pasado era grave de verdad.
Noto como los brazos de Elián me sujetan fuerte mientras caminamos hacia mi abuela, ella al verme no puede reprimir un sollozo mientras su rostro se llena de lágrimas, debe llevar un rato llorando ya que veo como sus ojos están completamente rojos.
Quiero hablar....preguntarle que a pasado pero algo dentro de mi me lo impide es como si mi cuerpo ya supiera la respuesta.
-Emory cielo...será mejor que te despidas de tu amigo *dice mi tía Selena*
Me giro para mirar a Elián, sus ojos jamás supieron
mentirme y para rematar se estaba rascando el cuello con su mano libre signo que indica que está nervioso.
Niego con la cabeza cuando noto que su enganche se suelta, no puedo...necesito la seguridad que él siempre me transmite.
-Emory esto es algo de familia *dice Selena*
Noto como intenta separarme de Elián atrayéndome hacia sus brazos pero yo niego de nuevo mientras me aferro a su camiseta, de un momento a otro estoy siendo zarandeada por mi tía.
-Señora será mejor que se calme, vayan entrando ahora ira Emory *dice Elián*
Mi familia comienza a entrar a la casa, primero mi abuela que está siendo llevada por mi tío Thomas el hermano mayor de mi padre, tras echarme una mirada de desaprobación les sigue mi tía Selena acompañada de mi prima Holland que a diferencia de su madre ella me dedica una media sonrisa triste.
Hundo mi cabeza en el pecho de Elián mientras sus brazos me arropan contra él, su fragancia masculina inunda mis fosas nasales, escucho como me susurra palabras de ánimo y se me eriza la piel cuando empieza a acariciarme la espalda.
Elián y yo siempre hemos sido muy cercanos pero nunca habíamos compartido un momento tan intimo, puedo enumerar la cantidad de abrazos que nos hemos dado y las veces que nuestros cuerpos se han rozado y no llegan ni al número cincuenta. Nosotros solemos ser lo que se defiende como amigos muy cercanos casi como mejores amigos y los mejores amigos para mi desgracia no se abrazan muy seguido o al menos eso pasa cuando tú mejor amigo es Eliàn Davis el chico duro que no necesita afecto de nadie.
Sus manos acunan mi rostro antes de que nuestras frentes se junten, noto su aliento impactar contra mis labios cerrados, tengo el cuerpo tan entumecido que ni siquiera a conseguido reaccionar a su cercanía.
Separa su frente pero todavía me sujeta las mejillas.
-Florecilla ahora tienes que escucharme muy atentamente ¿podrás hacerlo? *me dice calmado*
Asiento como respuesta ya que la voz se me a quedado atascada en el nudo que tengo en la garganta.
-Ahora necesito que seas fuerte...bueno más fuerte de lo que eres normalmente porque Emory siempre suelo chulear con que soy tu héroe pero lo que no sabes es que tú eres mi heroína *me acaricia la mejilla* eres la chica más fuerte que conozco porque brillas a pesar de que en este pueblo prácticamente todo el mundo a intentado apagar tu luz, tú a pesar de haber sufrido estos años has seguido siendo la misma Emory, así que florecilla necesito que me prometas que aunque vayas a recibir la peor de las noticias vas a seguir siendo mi florecilla esa que es capaz de seguir sonriendo aunque la vida no se lo ponga fácil ¿me lo prometes?
Asiento y noto como dos lágrimas empiezan a descender por mis mejillas, Elián se apresura a limpiármelas.
-Te lo prometo *susurro*
Elián me dedica una de sus sonrisas causándome una descarga en el corazón antes de depositar un dulce beso en mi frente.
-Si necesitas que te enseñe buena música ya sabes donde encontrarme *se separa de mi*
Lo veo subir a su coche y no voy hacia la entrada de la casa hasta que su coche a desaparecido en el final de la carretera.
No tengo muchos recuerdos después de ese momento, la psicóloga me contó que se debe al estrés postraumático al enterarme de la noticia de que mis padres habían tenido un accidente de coche, un borracho se les cruzó de carril haciendo que su coche se saliese de la carreta causando que se desprendieran por un terraplén, murieron en el acto.
Lo único que recuerdo de esos momento es sentir en todo momento a Elián a mi lado, no me dejo sola ni un segundo en el entierro, me dejo llorar en su hombro varías noches mientras escuchábamos música en su habitación hasta que me quedaba dormida, junto a Jane me ayudaron a trasladar mis cosas a mi nueva habitación que es la que ya ocupaba cuando me quedaba a dormir en casa de mi abuela.
Superé la primera semana siendo huérfana con éxito pero a raíz de la muerte de mis padres empezaron los efectos secundarios, las miradas de pena por parte de los vecinos, las pesadillas, el miedo irracional a perder a otro ser querido
El tema de las pesadillas mejoró cuando Holland decidió que su casa era demasiado pequeña y quería cambiar un poco de aires mudándose con nosotras, sé que lo hizo para que no me sintiera sola y para mi sorpresa me ayudó mucho que ella estuviera en los momentos en los que me despertaba gritando.
Actualidad
A día de hoy las pesadillas han cesado pero de vez en cuando algún mal recuerdo vuelve a mi cuerpo haciéndome sufrir uno de mis odiados ataques de pánico, Helen siempre me dice que debo ir poco a poco con este tema, espero que haber vuelto haya sido un acierto aunque por ahora he avanzado sé que me queda mucho por recorrer y enfrentarme a Michael solo me hará ser más fuerte como años atrás tuve que serlo.