-Voto por el rojo de lunares *dice Helen*
-Yo por el traje de falda color crema *dice Holland*
Y así comienza su décima pelea del día y tan solo son las siete de la mañana. Helen ayer por la noche me confesó que ella y mi prima mayor se había enrollado bueno más bien se habrían enrollado si yo no las hubiera interrumpido. Me pregunto si a mi me importaba que se enrollara con alguien de mi familia y la verdad es que mientras las dos estén felices a mi me da bastante igual.
-No me estáis siendo de gran ayuda *les digo*
Dejan de besarse para mirarme a la cara, si después de la pelea viene la reconciliación en menos de tres segundos. Aguanto la risa antes de plantarme frente al espejo con el vestido rojo entre las manos.
-Vaya Em ese vestido te quedaría genial *dice Jane*
Miro a la que fue mi mejor amiga entrando a la habitación con una bandeja llena de cafés y cosas de desayuno.
No entiendo muy bien como a podido entrar pero ahora mismo estoy tan nerviosa que lo dejo pasar.
-¿Puedo saber para que te estás arreglando tanto? *dice Jane*
Mierda...
No le he dicho a Jane que su ex novio y padre de su hija me ha pedido tener una cita, maldigo antes de soltar la primera excusa que encuentro.
-Tengo una reunión muy importante hoy *le digo*
Miro a Jane a través del espejo y ella empieza a carcajearse en mi cara, le entrega la bandeja a Helen para poder sujetarse la barriga.
-Así que por eso estaba tan nervioso esta mañana *dice entre risas*
Arqueo una ceja antes de darme la vuelta decidida a ponerme el vestido rojo, empiezo a vestirme mientras espero a que mi ex mejor amiga deje de reírse como una completa chiflada.
-Ufff siento como si hubiera vuelto a los quince años de nuevo *dice Jane*
Las piezas empiezan a encajar en mi cabeza y la curiosidad se habré paso entre mis labios antes de que pueda contenerla.
-¿Tú hermano estaba nervioso hoy? *le digo*
La risa de mi ex mejor amiga se corta de golpe.
Mira en busca de respuestas a mi prima pero ella está demasiado ocupada besándose con mi mejor amiga.
-Yo...estaba hablando de Jared *dice al fin*
Mierda...
Noto como las mejillas se me acaloran sinónimo de que debo parecer un tomate andante entre el vestido y mi cara.
Me apresuro en salir de la habitación y mientras voy por el pasillo escucho que las tres cotorras empiezan a murmurar pero yo llego demasiado tarde a clase.
-Señorita Emory eres una princesa de verdad *escucho*
Una Max hasta arriba de chocolate me habla desde el sofá del salón, la pequeña niña tiene sus mejillas regordetas manchadas de chocolate y sostiene entre sus manos un donut.
-Muchas gracias Max, ¿pero sabes un secreto? *le digo*
La niña suelta el donut mientras lo deja en un plato que está en la mesita de centro del salón, me mira con sus preciosos ojos abiertos de para en par.
-Tu eres la verdadera princesa *le digo*
La niña se apresura en ir a mis brazos pero justo la esquivo para que no me manche el vestido de chocolate.
-Ve a lavar esas manos jovencita, llegarás tarde al colegio si no te das prisa *dice Jane*
Me sorprende oír a mi vieja mejor amiga en su rol de madre, cuando éramos niñas nos reíamos de nuestras madre por ser tan aburridas y mandonas y ahora ella se a convertido en lo que una vez criticó.
-Jane...sobre lo de Jared *me hace un gesto para que calle*
-No me molesta que pase algo entre Jared y tú *me dice*
Vale entre Jared y yo no hay nada pero me sorprende que se lo tome tan bien sabiendo que él a sido el amor de su vida.
-Al fin y al cabo todos sabemos quien es el dueño de tu corazón *dice antes de desparecer en el baño*
Intento calmar mi alocado corazón que tamborea en mi pecho al escuchar el comentario que a soltado mi ex mejor amiga.
Cuento hasta tres antes de apresurarme hacia la puerta de la salida ya que he tenido más que suficiente con estas tres mujeres que me acompañan en mi vida.
A salvo en mi clase empiezo a preparar todo para dar mi primera clase después de haber tenido una charla con los padres de uno de mis alumnos.
-Buenos días señorita Emory *me van saludando los niños*
Todos los niños me reciben con grandes sonrisas menos Michael en niño rubio pecoso se sienta en su pupitre y me dedica una mirada de pocos amigos, en sus bonitos ojos veo reflejada a su madre y no puedo evitar sentir compasión por la pobre mujer.
-Hoy haremos una actividad sobre nuestras familias, quiero que me habléis un poco sobre ella *les digo*
Les dejo que piensen un rato mientras yo corrijo una actividad que hicieron la semana pasada.
-¿Puedo ser la primera? *Dice Max*
Levanto mi mirada y la preciosa niña de ojos azules me sonríe de oreja a oreja, asiento mientras mando a callar a sus compañeros.
La niña sin ningún tipo de vergüenza se planta frente a la pizarra y sujeta con orgullo un dibujo en que a representado a su familia.
-Mi familia son mamá Jane, papá Jared, la abuela y el abuelo.... (Va señalando a cada persona dibujada)
-Por último tenemos a mi tito E que es un un doctor muy bueno que salva gente, es como un héroe ¿a que si señorita Emory?
La niña me mira sonriente y yo estoy apunto de atragantarme con mi propia saliva.
No quiero volverme loca seguro que es una coincidencia...
No puede ser que Max se refiera a su tío con el mismo mote con el que me refería yo hace tantos años.
-¿Señorita? *me dice otro alumno*
Salgo de mi letargo y me apresuro en asentir justo cuando el timbre suena indicándonos que ya es la hora del almuerzo, el día que repartieron la suerte yo estaba de vacaciones.
Un apuesto Jared está plantado en el aparcamiento cuando salgo a los jardines de al rededor de patio del colegio, había quedado con Elián aquí.