Pasado en los corazones

.40.

Hoy llego antes de lo normal al colegio ya que quiero tener todo preparado antes de que lleguen las familias con lo niños que han aceptado que le hagan la prueba de ADN.

Han accedido muchos pero otros se han negado, hoy sabré si Michael es un cobarde o con los años su falso orgullo a crecido.

Holland y Helen me acompañan y me ayudan a colocar la última mesa acompañada con tres sillas, hemos repartido varías por el salón de actos para que la enfermera o enfermero pueda sentarse con el niño y uno de los padres y puedan estar separado del resto, hemos puesto también cortinas para respetar la privacidad de las familias.

Jane junto a su madre preparan una mesa con aperitivos y bebidas para que los niños tomen después, la prueba es de saliva pero creemos que así se sentirán menos asustados, no hay nada que la tarta de chocolate de los Davis  no pueda arreglar.

Hablando de Davis, Elián debería estar aquí en menos de un cuarto de hora para comenzar a preparar todos los test, ayer me escribió un mensaje diciéndome que había conseguido a bastantes enfermeros voluntarios.

Me siento en el borde del escenario mientras termino de firmar algunos papeles que me quedaban pendientes, noto que un hombro se pega al mío así que levanto la mirada para ver quien se a sentado a mi lado.

-No sabes lo orgullosa que estoy de ti *me dice Holland*

Su comentario me pilla de sorpresa así que solo me limito a darle un beso en la mejilla, Holland últimamente esta como más relajada y algo me dice que mi mejor amiga tiene algo que ver.

-Dichosos los ojos, ¿tú no serás mi hijo mayor de casualidad? *dice burlona la señora Davis*

Miro en dirección a la puerta del salón de actos donde Elisabeth abraza a su hijo el cual está acompañado de varias enfermeras jóvenes entre ellas está la que conocí en la consulta, una punzada de celos se instala en mi pecho sin avisar.

Escucho la risa de Elián al escuchar el último comentario que le susurra su madre en la oreja, como si el susodicho notara mi mirada levanta la suya de su madre para posarla en mi, me dedica una sonrisa antes de comenzar a caminar hacia mi dirección, sin poder evitarlo el cuerpo empieza a temblarme y las pulsaciones se me aceleran.

Mi mirada traidora baja a sus labios un instante y cuando vuelvo a sumergirme en su mirada azul veo un toque burlón en ella.

-Buenos días florecilla *me da un beso en la mejilla*

-Buenos días Doctor Davis *le digo burlona*

Le doy un pequeño tirón a su bata blanca que lleva puesta mientras reprimo una sonrisa boba, creo que nunca me acostumbraré a verle así vestido.

Cuando todas las enfermeras están en sus mesas avisamos al conserje de que ya puede dejar pasar a los padres, los primeros en llegar son Jared y Max la niña va subida en los hombros de su padre pero no tarda mucho en decirle que la baje para poder ir a saludar a su abuela.

Jared me saluda a lo lejos y yo le devuelvo el gesto, aunque nuestra cita fuera un desastre Jared sigue pareciéndome un buen chico y un buen amigo.

No paso por alto la mirada de rencor que se dedican los dos ex mejores amigos cuando uno pasa por su lado para poder ir a saludar a su sobrina.

La madre de Gael no tarda mucho en llegar acompañada de su hijo que viene corriendo a abrazarme en cuanto me ve, beso su mejilla antes de dirigirme a su madre para indicarle a qué mesa debe ir.

La mujer me agarra la mano antes de marchase.

-Muchas gracias señorita por lo que está haciendo por mi pequeño *me dice emocionada*

-No me las des y por favor llámame Emory 

La mujer me da un corto abrazo antes de agarrar a su pequeño de la mano y conducirlo hacia la mesa que casualmente es la de la enfermera sexy.

-Asi que solo amigos ¿eh? A él puedes engañarle pero a mi no, estás matando con la mirada a esa pobre chica *me dice Jane al oído*

-Es complicado *me lamento*

-Todo lo que merece la pena lo es *me dice*

Miro en la dirección donde están posados sus ojos y veo a Jared con su hija sentándose en una mesa, le están haciendo el test a Max y Jared le sujeta su pequeña mano para darle ánimos.

-El es tu verdadero amor, ¿tan complicado es? *le digo*

-A veces el amor no es suficiente *me dice*

Jane se separa de mi para ir hacia el puesto donde está su hija y su ex pareja, bueno o igual pareja ya que estos dos están siempre volviendo y cortando.

Su comentario se a clavado en mi corazón como una espina, a veces no es suficiente quererse si no saber hacerlo bien.

Noto como se me erizan los bellos de la nuca así que me doy la vuelta para poder ver como la familia Jones cruza la puerta del salón, Michael y Mandy acompañados por su hijo entran seguidos de varias familias más, reconozco a los padres ya que eran también parte del equipo de fútbol del instituto y a consecuencia miembros del la pandilla que lideraba Michael.

Antes de que pueda ir hacia ellos para indicarles a qué mesa dirigirse, Elián se me adelanta y es el mismo quién lo hace, lleva al pequeño Michael a la mesa donde está atendiendo el y para nada es un acto de casualidad.

                                             ...

Después de estar toda la mañana haciendo pruebas el salón de actos se queda completamente vacía, para sorpresa de todos han venido más familias de las que pensábamos parece que en este pueblo la gran mayoría todavía sigue a Michael como si de un líder soberano se tratase, pero bueno lo importante es que hemos conseguido completar la primera fase de la misión.

Todos se han marchado a casa por orden mía así que solo quedo yo recogiendo las sillas, una vez coloco la última voy a hacia la entrada para apagar las luces pero una presencia en el marco de la puerta me hace detenerme.

-Pensé que te habías ido hace horas *le digo*

-Lo hice, pero quería hablar contigo y pensé que era mejor hacerlo en persona *me dice Jared*




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