Pasado en los corazones

.55.

Agacho la cabeza y fijo la mirada en mis zapatos, no me siento preparada para afrontar la mirada de odio que me dedica.

Desde que conozco a Elián jamás me ha mirado de esta manera.

Crecí acompañada de sus sonrisas, de sus palabras bonitas. Siempre rodeada por miradas de amor o es así como las llamaba mi madre, ella siempre decía que Elián me miraba con ojos de amor.

Poco queda de ese amor entre nosotros o eso es al menos lo que me transmite.

Las lágrimas pican en mis ojos pero no las voy a dejar correr todavía.

Subo los escalones del porche y me planto frente a él, sintiéndome diminuta a su lado.

Antes de que pueda hablar Elián me tiende su teléfono móvil.

En él hay una foto mía de hace una hora saliendo del hotel Owen.

Se lo que está pensando...

-No creí que fueras a caer tan bajo *suelta*

-Elián por favor déjame que te explique... *me corta*

-No, ahora vas a ser tú la que me escuche a mi

Levanto la mirada para enfrentarlo por primera vez ahogo un sollozo cuando veo la expresión que tiene en su rostro, está dolido, parece estar roto y me recuerda a como me sentí yo cuando descubrí que me había traicionado.

-Elián por favor déjame...

-No te creía capaz de hacerme algo así
+¿Que es esto una especie de venganza por lo que pasó?

Niego y las lágrimas que estaba conteniendo se deslizan por mis mejillas, intento acercarme a él pero retrocede unos pasos.

-Era todo una puta mentira, querías que supiera lo que es sentirse traicionado, enhorabuena Emory lo has conseguido.
+Has logrado hacer lo que yo te hice a ti, destrozarme el puto corazón, estamos en paz

-Eso no es cierto *consigo decir*

-Haznos un favor a todos y márchate *dice una voz*

Me doy la vuelta para mirar hacia la puerta de la entrada y veo a mi prima mayor parada con los brazos cruzados dedicándole su mejor cara de abogada a mi acompañante.

Elián da un golpe con su puño a la baranda que hay en la entrada antes de bajar los escalones y dirigirse hacia su coche.

-Para ti estoy muerto, ¿oyes? No te quiero volver a ver jamás *grita*

Cuando lo veo subirse al coche me desplomo contra el suelo, todo se vuelve negro a mi alrededor y solo puedo escuchar esa frase una y otra vez en mi mente.

Lo he perdido y esta vez de verdad.

Noto que unos brazos me sostienen y como alguien me hace llegar viento a la cara, creo escuchar la voz de Holland a lo lejos pero mis ojos todavía siguen cerrados.

La humedad de las lágrimas hacen que el pelo se me esté pegando a la cara y creo que estoy sudando pero no siento nada de calor ahora mismo.

Solo un gran frío vacío en mi interior.

Juro que escucho como mi corazón se rompe en millones de trozos en mi pecho.

No puedo vivir sin él....

Media vida me la pase amándolo y la otra odiándolo pero siempre a estado ahí.

No puedo hacer como si no existiera y mucho menos sabiendo que es mentira lo que cree.

Nunca quise vengarme de él, no podría hacerle daño a la persona que más amo en el mundo.

Daría mi vida por él sin dudarlo.

...
-Pienso matar a ese hijo de puta

Escucho a alguien maldecir

-Será mejor que no me lo cruce porque pienso sacarle los ojos con una maldita cucharilla de café

Abro un ojo y una luz artificial me ciega.

Miro a mi alrededor y solo veo paredes blancas y rápido reconozco el olor a antiséptico del hospital.

Busco a la persona que continúa maldiciendo y no podría ser otra que mi mejor amiga que se pasea al rededor de mi cama mientras continúa gritando barbaridades.

-Maldito desgraciado, ese tiene de médico lo que yo de bailarina de danza de vientre.
+¿No sabe que tienen ansiedad? Ese hombre aprecia demasiado poco su vida.

A pesar de todo ahogo una sonrisa al escucharla, Helen es demasiado bruta y demasiado protectora de los suyos, habla mucho pero luego se que no le haría daño ni a una mosca.

-Cállate ya chiflada, se está despertando *dice Owen*

Los dos hermanos se precipitan hacia mí y cada uno me abraza por un lado haciéndome un sándwich que me deja sin respiración.

-La vais a ahogar, dejarla respirar *dice Holland*

Se separan de mi pero ninguno me suelta de la mano, me abruma toda esta situación y me siento culpable de haber permitido que mi pasado vuelva a ser el causante de su preocupación.

-Lo siento mucho... *susurro*

La garganta me duele y la voz me sale entrecortada, no es la primera vez que experimento esta sensación de quedarme afónica a causa del llanto y los gritos.

-JAMÁS....vuelvas a decir eso *me grita Holland*

A medida que ha ido diciendo la frase ha reducido el tono de voz, dándose cuenta de que me estaba gritando.

-Aquí el único culpable es el capullo que tienes por exnovio *dice Owen*

Niego y comienzo a llorar de nuevo.

La única culpable soy yo por no hacer las cosas bien nunca.

No debí huir de él de nuevo.

Tuve que haber sido más adulta y haberme ido a mi casa y esperar a que se calmara para tener una conversación de adultos.

No debí refugiarme en los brazos de mi exnovio y dejar a Elián solo imaginándose cosas que no eran ciertas.

-Se que está pensando esa cabeza, bonita y no es cierto.

-¿Podéis iros? Quiero descansar *les digo*

A regañadientes mis tres acompañantes abandonan la habitación pero no se van demasiado lejos ya que todavía los sigo oyendo a través de la puerta murmurar.

Odio sentirme débil y volver a ser la niña huérfana de ataques de ansiedad.

Debo hacer algo de una vez por todas para enterrar a esa niña en lo más profundo de mi ser, debo hacer lo que ella nunca a echo.

Enfrentarme a mi pasado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.