Pasado en los corazones

.56.

Hace 5 años.

Recojo mi mochila y mis libros del suelo del pasillo donde Michael los ha tirado.

Hoy a sido porque no le gustaba la nueva montura fucsia de mis gafas así que ha decidido quitármelas y romperlas para tirarlas al suelo junto al resto de mis cosas.

Todo el mundo mira como me humilla pero nadie hace nada, casi lo prefiero bastante pena doy ya siendo la pobre huérfana como también siendo a la pobre chica que hacen bullying.

No quiero que Elián me pille en esta situación así que me apresuro en recogerlo todo, no quiero que se meta en más problemas por mi culpa.

Odio sentir que soy una molestia para él, siempre teniendo que defenderme de los abusones y a consecuencia ganarse reprimendas de sus padres por meterse en peleas.

Menos mal que hoy Michael a decidido hacer este espectáculo al final del día y ya me marcho a casa a refugiarme en mi habitación.

No quiero ni imaginarme la cara que pondrá la abuela cuando vea que de nuevo se me han roto las gafas, siempre le digo que soy pastosa y me he caído pero sé que ella en el fondo sabe la verdad.

Es una señora bastante mayor y no está muy bien de salud así que tampoco quiero molestarla demasiado así que prefiero esperarme los años que me quedan en este pueblo y luego marcharme a la gran ciudad que es donde en verdad quiero estar.

Estoy cruzando la puerta de mi habitación cuando un bulto en mi cama me sobresalta, Elián esta tumbado mirando el techo de mi habitación.En el hay pegatinas de estrellas que brillan en la oscuridad el mismo las coloco cuando tenía diez años y todavía temía a la oscuridad.

-Por fin llegas *dice*

Se levanta de un salto de la cama doble y sé acerca a mi y yo instintivamente me echo para atrás porque se lo que está buscando, voy sin gafas pero aún así puedo ver la expresión que tienen sus ojos.

Lo sabe.

-¿Donde están tus gafas nuevas, florecilla?

Trago el nudo que tengo en la garganta.

-Las he guardado en la mochila para que no se estropeen *digo al fin*

Veo como su expresión cambia otra vez porque sabe que acabo de mentirle y Elián odia que le hagan eso, él odia las mentiras sobretodo si soy yo quien las hace. Entre nosotros nunca hay mentiras o eso me suele decir.

-Emory no me mientas

Me ha llamado por mi nombre señal de que está cabreado.

-¿Y que más da? ¿Quieres que te diga que me las han vuelto a romper?

Suelto un suspiro rendida, estoy harta de tener que vivir esta situación una y otra vez.

-Me vasta con que me digas la verdad

Me siento en la cama y comienzo a quitarme las botas, después de eso empiezo a soltarme la trenza que me ha echo la abuela esta mañana.

Elián se me queda mirando fijamente antes de darse la vuelta y pasarse las manos por el pelo.

-No entiendo porque te has empeñado en mentirme, llevas dos semanas igual.

Debe saber también el incidente del otro día en la cafetería en la que Michael me tiro el almuerzo a la basura, menos mal que aprendí a llevar siempre dos.

-Lo siento *digo*

Mi comentario lo cabrea más, lo sé porque sus ojos se han oscurecido.

-El si que lo va a sentir, cuando estrelle mi puño en su cara *dice enfadado*

Cierro los ojos e intento controlar el llanto, por eso no quería decirle nada otra vez se va a ganar un castigo por mi culpa.

-No tienes que hacer nada, esto no es problema tuyo *le digo*

Se da la vuelta y me enfrenta asustándome tanto que retrocedo sobre la cama hasta que choco con el cabezal, su mirada es tan oscura que un escalofrío me recorre todo el cuerpo.

Elián agarra uno de los libros que está sobre mi escritorio y lo tira contra el suelo, las lágrimas ya campan por mis mejillas recordando la misma escena hace un rato cuando Michael hizo lo mismo.

-¿Que no es mi problema? Joder Emory ¿estás ciega o que? Tú eres mi maldito problema *grita*

Asiento sabiendo que es verdad, solo llegue a su vida para rodearlo de problemas.

-Todo lo que tenga relación contigo es mi problema, nada ni nadie conseguirá que yo no pueda defenderte.

-PERO NO ES TU OBLIGACIÓN *grito*

-SI QUE LO ES POR QUE ERES MÍA *grita*

La respiración se me corta al oírle decir eso, una parte de mi sabe que es verdad toda yo le pertenece a él, cada sonrisa de mi cara, cada aleteo en mi corazón todos le pertenecen.

Me encojo pegando las rodillas a mi pecho, nunca se había enfadado de esa manera, lo había visto así cuando juega al fútbol o en alguna pelea en instituto pero jamás se había puesto así conmigo.

-Joder *suelta*

Se quita sus zapatillas antes de trepar por la cama hasta llegar a mi lado, abre sus brazos y me refugia en su pecho.

-Siento haberme puesto así...solo necesito que entiendas de una vez que tú jamás serás una molestia para mi.
+Eres mi todo florecilla.

Me dormir sobre su pecho repitiendo esa frase en mi cabeza.

Mi corazón está contento porque sabe que lo tiene a él pero en mi cabeza no puedo evitar pensar que en algún momento se cansará de mí y de los problemas que me rodean.

Solo espero que sea dentro de mucho tiempo porque ahora mismo no se que haría sin él.

Sé que soy joven para decir esto pero Elián es mi persona.

Tenías razón pequeña Emory, Elián es nuestra persona y por eso lo vamos a recuperar.




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