Pasado en los corazones

.57.

Durante el día estoy en la escuela dando clase a los niños, Max parece bastante recelosa conmigo es demasiado pequeña para entender la situación que están viviendo todos los adultos que son parte de su vida, desde sus padres hasta su tío y su profesora.

Intento entablar conversación con ella a la salida pero es Jared quien viene a recogerla hoy a la escuela así que intento que él no me vea para evitar un enfrentamiento frente a los niños.

Él me destrozo la vida hace siete años.

Nunca olvidare eso.

Pero tampoco puedo olvidar que es el padre de Max y el exnovio de Jane.

Hasta lo que yo sé ella todavía lo ama y no pienso hacerle daño, ella es una de las personas más importantes de mi vida.Vuelvo a sentir que somos las amigas que fuimos y por eso no voy a hacer nada que pueda perjudicarla.

Escucho un claxon que me saca de mis pensamientos.

La directora Davis se baja del coche el cual está conduciendo su hija menor, intercambio una mirada cómplice con Jane, no parece estar enfadada conmigo pero tampoco parece estar alegre.

¿Como se a complicado todo tanto?

Aún recuerdo cuando fantaseamos con nuestro futuro ella y Jared juntos y Eliàn y yo....

Pero no....

Jared tuvo que joderlo todo.

La directora llega a mi altura y me pide que vaya con ella un momento a su despacho para recoger los resultados de las pruebas de adn de mis alumnos.

Estoy emocionada por verlos ya que tengo la pequeña esperanza de que esto ayude a que Gael pueda llevar una vida tranquila y normal como el resto de niños y dejen de discriminarlo por su color de piel.

Elisabeth no debe saber nada sobre la discusión de su hijo y yo o lo disimula muy bien porque no noto ningún cambio de actitud hacia mi.

Me deja que hojee todo un rato, se excusa diciendo que  a quedado para merendar con su hija y su nieta y se marcha dándome la libertad de marcharme cuando yo quiera.

Después de ordenarlos por orden alfabético, agarro el que más tengo ganas de leer que es el del Michael jr estoy deseando que ponga que su sangre no es cien por cien estadounidense para poder cerrarle el pico a su padre.

Un estruendo me sobresalta cuando escucho a alguien romper un cristal.

El colegio debería estar vacío, soy la única que debería estar aquí.

Salgo al pasillo para ver de dónde proviene el ruido y me topo de bruces con lo que más me aterroriza, Michael está plantado en medio del pasillo y lleva una navaja en una de sus manos.

Recuerdos de cuando me acosaba me asaltan la mente.

Mi cuerpo tiembla porque veo la misma mirada en sus ojos.

Retrocedo intentando llegar hasta el despacho para poder encerrarme ahí pero ya es tarde...

El ya a sujetado la puerta...

Entra conmigo y de un empujón me estampa contra el escritorio donde residen los resultados de la prueba, se le ilumina la cara al verlos.

-Vaya a sido más fácil de lo que pensaba

Agarra los resultados de su hijo y arroja los demás contra el suelo, las hojas se desparraman por el suelo.

-No esperaba encontraré aquí, florecilla

Que pronuncie ese mote en sus labios me asquea completamente.

Nadie puede llamarme así excepto el amor de mi vida.

-Lárgate Michael antes de que grite *digo*

Suelta una risa amarga que me eriza la piel, se me ponen los pelos de punta y retrocedo instintivamente pero al estar pegada al escritorio solo me separo de él unos pasos.

-Grita esta vez no está Davis para salvarte *ríe*

Una lágrima se desliza por mi mejilla al saber que es cierto lo que dice, esta vez estoy completamente sola con él y eso me aterra.

Borra la distancia que hay entre los dos y posa una de sus asquerosas manos en mi mejilla para eliminar la lágrima de mi mejilla.

-Vamos tontita no llores, llevo soñando con esto desde hace demasiado tiempo.

Estampa sus babosos labios contra los míos y una arcada está apunto de salir desde mi garganta.

Lo aparto de un empujón y le doy una bofetada, así lo único que consigo es cabrearlo más.

Me agarra del pelo para que esta vez no pueda escaparme del beso, mientras con la otra mano libre intenta meterla por debajo de la falda de mi vestido.

Para este momento yo ya no dejo de llorar y de intentar zafarme pero su agarre es demasiado fuerte.

Es un hombre robusto que debe pesar el triple que yo es casi imposible que pueda vencerlo....

-Emory? Estás en el despacho?

Escucho que alguien grita mi nombre y aprovecho el desconcierto de Michael para pegarle un mordisco en los labios.

Se separa de mi pero antes de desaparecer por la puerta me lanza sobre el escritorio, haciendo que aterrice sobre el montón de papeles.

Consigo cubrirme la cabeza pero todo el golpe recae sobre mi hombro, ahogo un grito de dolor mientras intento levantarme para huir.

-Bonita, siento interrumpir pero....

Owen se queda congelado frente a la puerta cuando me ve en el suelo tirada.

Todavía no a visto a Michael ya sé a escondido detrás de la puerta.

-¡¡CUIDADO!!

Grito justo a tiempo para que Owen reaccione y esquive la navaja de Michael, intento de nuevo levantarme para ir a ayudarlo pero me es imposible.

Creo que se me a dislocado el hombro.

Owen y Michael se enzarzan en una pelea, mi amigo recibe algunos golpes pero también le propina unos cuantos a mi acosador.

Agarro mi móvil y tecleo el número de emergencias, cuando Michael se percata suelta a Owen pero antes de marcharse corriendo le hace un corte en una de sus piernas para que no pueda seguirlo.

Owen se tira al suelo mientras maldice.

Me deslizo por el suelo hasta llegar a él.

Hay demasiada sangre y al verlo no puedo evitar pensar en mis padres, en cómo todas las personas que se acercan a mi terminan heridas.

Escucho sirenas al fondo y después todo se tiñe de negro.




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