Pasado en los corazones

Epilogo .2.

Después del desastroso final de la otra fiesta de final de curso decididlos que haríamos una fiesta post verano donde daríamos los resultados.

Ahora que la familia Jones ha abandonado el pueblo los humos están bastante revueltos, hay gente que me culpa y otra que está de mi lado.

Mi familia y yo hemos intentado pasar bastante desapercibidos e incluso le propuse a mi suegra no volver a trabajar en la escuela pero ella se negó, dice que soy su mejor profesora y la verdad que yo creo que es su amor por mi quien habla pero no seré yo quien le lleve la contraria a Elisabeth Davis.

Este verano a sido un poco caótico entre las mudanzas, los nuevos amores y los cambios en el pueblo hemos decidido hacer la fiesta para relajar el ambiente.

Después de unas cuantas actuaciones de los niños llega el momento en el que me toca salir junto a Elisabeth a llamar a cada niño que recogerá una especie diploma donde salen los porcentajes de cada país al que pertenece.

Van pasando los niños y yo siento nervios ante la reacción que tendrán los padres por ahora todos parecen felices.

Llega el momento de mi sobrina.

Maxinne Davis *omitimos el apellido de Jared*

La niña sube alegre hacia el escenario lleva su pelo recogido en dos trenzas y un vestido de flores el cual fuimos su madre y yo las que lo escogimos, Max quería ir con su disfraz de Elsa pero la convencimos con mucho helado para que se pusiera el vestido.

Después de enumerar los porcentajes descubrimos que Max tiene un poco de parte almena y algo de inglesa nada muy extraño y por eso veo la decepción en la cara de la pequeña, sé que a ella le habría gustado ser medió china o española pero eso no se puede escoger.

Se me acerca para que le dé su diploma.

Le doy un beso en la cabeza.

-Que envidia que seas medio inglesa

-¿Si?

-Harry Potter vivía en Londres

Así de fácil transformo la mueca de tristeza de mi sobrina en una gran sonrisa, como me alegro de estar emparentada con esta niña aunque solo sea de forma política.

Jane que bien la has educado.

Después de unos pocos niños más llega el turno de Gael.

Puedo notar como parte del público se crispa, todavía hay gente que piensa como los Jones por desgracia.

Al niño le salen cosas obvias por la procedencia de su madre pero también le sale un alto porcentaje de Francia quizás sea por parte del padre y un poco de los Países Bajos.

Max lo recibe con un gran abrazo y no puedo evitar sonreír.

Una vez finalizado el acto de los diplomas nos disponemos a comer, hemos echo pequeños puestos con comida de las diferentes partes del mundo.

Mi novio obviamente está en la parte de las hamburguesas y los perritos calientes, este hombre es de ideas y costumbres fijas.

Voy hacia mi familia la cual se ríe de algo que cuenta la pequeña niña, tomo asiento junto a mi chico y escucho como la niña les explica que ahora debe mudarse a Alemania para buscar sus raíces.

¿Enserio quien le ha explicado esta expresión a una niña tan pequeña?

-Eso dice la tía Helen que una chica siempre debe encontrarse a sí misma y a sus raíces.

Misterio aclarado.

Todos nos reímos y puedo ver cómo Jane le dedica una mirada acusatoria a mi otro mejor amiga, Owen por otra parte le dedica una mirada juguetona a Jane la cual no se da ni cuenta.

Owen pasa demasiado tiempo en este pueblo, debería estar en Nueva York trabajando pero siempre encuentra un excusa para pasar unos días aquí.

Mi amigo empieza a contarnos que una vez estuvo en Alemania por un viaje de negocios.

-Ya conozco yo esos viajes de negocios que haces
+Fuiste a ver a esa novia tuya Alemana que conociste en el intercambio que hicieron en el instituto. *dice Helen*

Owen nos dedica un simple "culpable"

-¿No habías venido también al pueblo por un viaje de negocios? *dice Eliàn*

Ay amor mío.

Te estás perdiendo la película y luego me culparás por no habértela contando antes.

Sonrió para mis adentros mientras veo las mejillas de mi mejor amiga teñirse de rojo.

Y así entre hamburguesas e historias construyo un futuro con la gente que pensé que no volvería a tener en mi vida.

Mi pasado y mi futuro ya son uno solo.

Miro el anillo en mi dedo que hace unas semanas Eliàn me regalo, no nos vamos a casar próximamente solo era una muestra de nuestro amor.

El anillo tiene un corazón pequeño de plata.

Porque su corazón y el mío siempre fueron uno.

Tanto en el pasado.

Como en el presente.

Y lo será también en el futuro.




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