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El tercer año fue diferente y del cual tengo varios recuerdos. El primero que al entrar a ese grado había caras nuevas eran niños y niñas que habían reprobado, así es, reprobado antes los maestros podían reprobar a los alumnos, hoy en día se considera malo para el autoestima de los alumnos y los pasan de panzazo. Que afortunados son ahora. Yo y me imagino que algunos cuantos nos esforzabamos por no reprobar el año y evitar a toda costa el castigo y tunda de nuestros padres.

Pues bueno, recuerdo que si eran varios alumnos. Entre ellos un niño que no se que sucedió pero tan solo lo vi y me enamoré. Ricardo era su nombre, era un niño de verdad guapo de esos que todas las niñas quieren que sea su novio. Todo ese año sonaba con el.

Puedo decir que en su momento cualquier niño que me gustara mi único pensamiento hacia el era de darle un primer beso. Nunca se me hizo en la primaria con ninguno de los que me gustaron. No tuve a mi primer novio en esa época. Fue hasta la secundaria pero esa ya es otra historia.

De la maestra que me tocó ese año si me acuerdo, se llamaba Patricia pero todos le decían Paty, era una maestra de esas que siempre van bien arregladas a la escuela, uñas super largas, maquillada, siempre llevaba accesorios ya sea lentes, pulseras collares anillos, aretes un poco grandes. Pero no era bonita, parecía un hombre, tenía la voz muy ronca, no lo sé pero en verdad que era fea esa maestra. Ella era muy regañona, su voz era potente cuando se dirija a ti parecía que te estaba gritando.

La verdad que necesito algo para la memoria por qué no recuerdo si tenía amigas, no se me viene ningún nombre a la cabeza y mucho menos si me juntaba en ese entonces con alguien.

Lo único que si recuerdo es que cada semana en esa primaria a un grupo se le llamaba guardia, pues verán, el patio no era grande así es que estaba prohibido correr, si en esa semana te tocaba guardia debías evitar que otros alumnos corrieran, la sanción era que debías acercarte al alumno infractor y decirle "a juntar papeles" con eso nos referíamos a la basura que se generaba en el recreo y tú les decías cuántos debían juntar. Pero lamentablemente entre más chico eras o si estabas en un grado inferior a sexto año, pocos te hacían caso sobre todos los más grandes. Te ignoraban y se soltaban a la hora de ponerlos a juntar papeles. Por qué debíamos tomarlos de la ropa para que no escaparan. Pero si eras de sexto todos te hacían caso.

Cuando yo estaba en tercer año solo ponía a los de primero, segundo y tercero de otro grupo a juntar papeles. De ahí en más no me ponía con los de cuarto, quinto y mucho menos los de sexto grado por qué ya sabía que me ignorarían.

Otra cosa que recuerdo de tercero es que la maestra Paty tenía permiso del director de vender frutsis congelados. Ponía a dos alumnos del grupo a vender en cada salón a la hora de clases. A mí me tocó varias veces. Tenías que estar muy buzo de dar bien el cambio por qué si no tenías que reponerlo de tu dinero.

Contaré algo vergonzoso que yo y una compañera hicimos. Ella se llamaba Yesenia era una niña gordita y bajita. No podría decir que era mi amiga pero creo que algunas veces nos juntamos en el recreo. En fin, la maestra Paty nos mandó a la dirección por qué ahí tenía el congelador con los frutsis. Aparte había cajas de frutsis. No se en que momento se le vino la idea a Yesenia. Había una caja de frutsis a la cual le faltaban como la mitad, pues la vendimos y nos quedamos con el dinero de esa venta. Creo que lo hicimos varias veces. Gozabamos de las ganancias. Hay un dicho que dice "La verdad siempre saldrá a la luz" así fue, un día la maestra se dio cuenta o sospechaba me imagino por la mercancía faltante. No se cómo le hicimos pero, salimos ilesas, me refiero que solo ya no nos dejaron vender a nosotras. Cada que recuerdo eso me da tanta vergüenza aunque ya pasó mucho tiempo. No puedo creer que robe. Me convertí en una ladrona. Creo que es algo que me hubiera gustado que nunca hubiera pasado, pero ya está en mis recuerdos.

¿Hay cosas que a ti te hubiera gustado evitar?

A mí sí.

Tercer año fue talves un año diferente.

Hoy me pongo a pensar que hay cosas, situaciones, circunstancias que me hubiera gustado evitar. Pero lamentablemente eso es lo que me formó, lo que influyó para ser lo que soy ahora.