Pensé que el primer día sería bueno por qué llegué temprano al salón de clases y me senté hasta adelante al lado de la puerta, lamentablemente nos cambiaron de salón, yo fui al baño y al regresar mi mochila estaba en el piso al lado de la puerta, tome mi mochila y me fui al salón de al lado donde sería sexto. Todas las butacas del frente ya estaban ocupadas, me tuve que ir hasta atrás. De nada sirvió haber llegado temprano. Sentí frustración.
Ese mismo año nos tocó el mismo maestro, Tello.
El último año empezaba ese día.
Me acuerdo cuando me metía a bañar para irme a la escuela, pocas veces llegué temprano. Vivía a seis casas de la primaria y siempre llegaba tarde. Mi escuela. De las pocas veces que e ido a visitar a mi papá la veo, está totalmente modificada, ya no es la misma primaria a la que algún día yo fui. Desde adentro hasta afuera está totalmente diferente.
Un día estando en mi casa me sentí con dolor fuerte de panza, enseguida sentí que moje mi ropa interior, pensé, se me salió la pis, me fui a revisar y o sorpresa, me llegó el periodo. Mi mamá nunca me habló de la menstruación, lo poco que yo sabía era por los libros de texto de la escuela. Sentí pánico pero sabía que era normal, preferí guardarmelo para mí, no le conté a mi mamá por un largo rato. A nadie le conté. No sabía cómo decirlo. Hay cosas que prefiero guardar para mí. Cómo no podía comprar toallas sanitarias usaba papel higiénico. Era tedioso por qué se llenaba rápido y tenía que cambiarlo pero así estuve como por tres años. Mi mamá solo se enteró cuando a mi hermana le bajó y tuve que confesar que a mi también, por qué quería llevarme con un ginecólogo para ver si algo andaba mal conmigo. En realidad no le tenía confianza a mi mamá por eso nunca le conté. Hasta ese día.
Ese año hice una buena amiga, Isabel. La e buscado en redes sociales pero no recuerdo sus apellidos. Varios compañeros que busco pero no están. Me hubiera gustado que Isabel y yo hubiéramos seguido nuestra amistad después de la secundaria.
En sexto año no me gustaba nadie.
En esta etapa de mi vida empecé a ver varios cambios en mi. Tenía 11 años. Ese mismo año los acababa de cumplir. Nosotros entramos a clases en agosto y yo los cumplí en abril.
Pues bien, hubo cambios en mi cuerpo la adolescencia empezaba a dar sus primeros brotes. Después del periodo también experimente el acné, poco a poco iba saliendo. Mis caderas esas también empezaron a resaltar en mi flaquito cuerpo.
En la escuela varias de mis compañeras ya eran señoritas, comunmente así se le denominada a una niña cuando le llegaba el periodo, oías decir a las mamás, -Ya es señorita- era terrible, por qué así ya sabían que "Andrés" se convirtió en tu amigo inseparable. Además varias del salón ya eran adolescentes, es decir, ya tenían doce o más años. Era muy notorio su desarrollo corporal por qué algunas tenian busto grande. Lamentablemente nunca e formado de ese grupo de afortunadas, siempre fui de senos pequeños, aunque hoy en día ya tenga dos hijos.
Pero lo que si fui afortunada es en la cadera y pompa. De eso sí que estuve bien dotada.
En sexto grado ya se empezaba a escuchar la plática sobre novios sobre todo las más grandes. Además la primera vez que escuché la palabra condón entre esas niñas grandes, les pregunté que era, solo me respondieron que le preguntara a mi mamá. Estaba segura de que no era nada de niños o algo así, mejor decidí nunca preguntarle eso a mi mamá.
También se veía como algunas niñas le subían de más a su falda, enserio que eran demasiado cortas. Que hasta se les llegaba a ver el shorts que traían debajo. Yo usaba falda que me quedaba debajo de la rodilla. Y aún así me sentía incómoda.
Yo en sexto año fui, sociable pero no con cualquiera, me gusta a hacer amigas de esas que no se metieran en problemas ya tenía un historial malo así que mejor decidí ser más tranquila en ese aspecto. También fui una alumna de promedio bajo, trataba de llevar mis tareas pero no siempre entendía por esa razón a veces la llevaba incompleta o de plano no la llevaba. Era un poco tímida y solo hablaba con quién me cayera bien o que me interesará su plática. No tuve novio en la primaria, me gustaron algunos en el transcurso de los años. Hice amistades.
A decir verdad medio me gustó la primaria. Por lo vivido ahí. Esa etapa de la vida se va rápido y no quisiera volver a vivirla.
Cuando llegue a sexto la verdad ya me urgía salir de la primaria. Me hubiera gustado haber estado en otra escuela pero eso no me garantizaba que hubiera vivido otra cosa, como dice el dicho, cuando es para ti aunque te quites, cuando no, aunque te pongas. El último año se me hizo eterno, tenía ganas de ya cerrar ese ciclo.
Cuántas cosas puede vivir una niña en la primaria. Ahora que tengo hijos me puse a pensar en lo viviría. Siempre estube atenta a su comportamiento. Hasta la fecha. No me gustaría que le pasara algo parecido a lo que yo viví. Los quiero tanto.
Se que mi mamá me quería pero por ser cinco hijos y yo la mayor talves se enfocaba más en los pequeños. No quiero juzgarla estoy segura de que ella se esforzó en su momento. Hoy en día tenemos una bonita relación de madre e hija me ayudado tanto. Amo mucho a mi mamá.
Por cierto que mi mamá nos ensayo para la salida de sexto, el baile quedó muy bonito. Entre las alumnas decidimos que llevaríamos vestido blanco con negro. Que bonito día aquel. Recuerdo que cuando ensayamos me tocaba con un compañero pero el mero día me tocó con uno que se llamaba Martin. Saben el oso que pase, yo aún no usaba desodorante ese día al levantar la mano recuerdo el olor desagradable que salió por debajo de mi axila, que ganas de disculparme con Martin, si a mí me dio asco ya me imagino a el. Desde entonces uso desodorante. Y me di cuenta que soy de humor fuerte.
Para ser sincera recuerdo poco o nada del día que bailamos vals, solo se me viene a la cabeza ese bochornoso momento cuando me tocó bailar con mi compañero.