Una sombra deforme se dibuja en el techo de mi habitación,
se acercaba. Siento miedo mientras la observo caer sobre mi, Quiero escapar,
es inútil, siento desistir en el intento. Decenas de manos flotan,
formando entre ellas el rostro de un cadáver sonriendo satánicamente. Mi mente va a explotar,
necesito pensar y no puedo, mi cuerpo se torna cada vez más frio, se me congela la sangre, parece que no estoy vivo.
¿Habré muerto? ¿Será así lo que ya no tiene vida?. Trato desesperadamente de gritar,
mi voz no se escucha, mi garganta está seca. La sombra es cada vez más pesada. Ahora lo veo,
sus manos tapan mi boca, aprietan mi cuello, estoy muriendo, el aire no se encuentra,
un gran nudo se clava en mi pecho como una daga. Es tanta la agonía que la sombra huye,
despavorida, abro los ojos y grito ¡estoy vivo!, era solo una pesadilla.