El día amaneció gris.
No por el clima —que, a decir verdad, estaba luminoso y sereno— sino por el silencio.
Uno espeso, de esos que se instalan cuando algo dentro empieza a doler sin gritarlo.
Estábamos en su cocina, desayunando. Él, en su ritual de café perfecto. Yo, jugando con una fresa en el plato como si fuese un acertijo.
—¿Dormiste bien? —preguntó Julián, sin apartar la vista de su taza.
—Lo suficiente —respondí.
Un segundo de pausa. Luego otro.
Y entonces lo dije.
—Hay algo que no te he contado.
Él dejó la taza sobre la mesa con delicadeza, como si ya supiera que lo que venía necesitaba espacio.
—Te escucho —dijo, con esa voz suya que se parecía mucho a una caricia.
Respiré hondo.
No era fácil.
No por vergüenza.
Sino porque nombrar el pasado es traerlo de vuelta.
—Estuve comprometida hace tres años.
—¿Comprometida?
—Sí. Anillo, planes, boda reservada, todo.
Lo vi fruncir el ceño apenas. No por celos. Por sorpresa.
—¿Qué pasó?
—Me dejó. Una semana antes del matrimonio.
—¿Cómo?
Bajé la mirada. Tragué el nudo que se formaba en mi garganta como un viejo reflejo.
—Dijo que me amaba… pero que no estaba listo. Que sentía que algo en él no encajaba con mi forma de amar. Que le asustaba mi intensidad.
—¿Y tú?
Me quedé en silencio. Luego, como quien se rinde sin luchar, dije:
—Yo me quedé rota. Me guardé todo. Me prometí no volver a entregarme así. Me volví cuidadosa, cautelosa, un poco más fría. Aprendí a no esperar demasiado de nadie… y mucho menos de mí.
Julián se acercó, rodeó la mesa, y se arrodilló frente a mí. Me tomó las manos con suavidad.
—¿Y ahora?
—Ahora tengo miedo —confesé, con la voz quebrada—. Porque contigo siento que podría volver a creer. Y no sé si eso me hace valiente… o idiota.
Él no respondió. Solo me abrazó. Y en ese abrazo, no hubo prisa ni salvación. Solo consuelo.
—Te juro que no vine a sanarte, Valeria —susurró—. Pero si me dejas, puedo caminar contigo mientras sanas.
Esa tarde no hicimos el amor.
Hicimos algo más difícil:
Nos desnudamos de recuerdos.
Y eso también, a su modo… es una forma de intimidad.
Editado: 16.07.2025