Pasión Escalofriante

Capítulo 18: Lo que escondemos bajo la piel

Esa noche, Julián vino a mi casa con una botella de vino tinto chileno y una playlist que él mismo armó con canciones de amor en francés.

—¿Celebramos la libertad? —dijo, sonriendo.

—Celebramos —respondí, abrazándolo con el alma ya descomplicada.

Cenamos liviano, hablamos de tonterías, reímos.
Hasta que, en medio de un silencio lleno de complicidad, Julián se puso serio.

—Hay algo que nunca te conté —dijo, dejando la copa a un lado—. Y creo que es hora.

Me acomodé en el sofá, preparándome para lo que viniera.

—Hace cinco años, tuve una relación muy intensa —empezó—. Fue rápida, pasional, todo a mil. Y también… peligrosa.

Lo miré, sin interrumpir.

—Se llamaba Camila. Era artista, brillante, espontánea. Pero también arrastraba heridas profundas. Y yo… quise ser su salvador. Me perdí en eso. Dejé amigos, proyectos, incluso a mi familia, por sostenerla. Por sostenernos.

Tragó saliva.
Su mirada era la de alguien que revive algo que aún duele, aunque ya no lo rompa.

—Una noche discutimos fuerte. Ella me gritó que yo no era suficiente, que la asfixiaba. Yo perdí el control. Grité también. Nunca la toqué, pero me vi al borde de hacerlo. Y eso me aterró.

—¿Qué pasó después? —pregunté, con suavidad.

—Ella se fue. Al otro día dejó una nota. Me pidió que no la buscara. Desde entonces no supe más de ella.

Suspiró hondo.

—Desde entonces, Valeria, prometí no perderme nunca más en alguien. No convertirme en héroe de nadie. Y contigo… contigo he tenido miedo. Miedo de volver a amar tanto que me olvide de mí.

Me acerqué.
Le tomé la mano.

—Yo no quiero un salvador, Julián. Quiero un compañero. Y tú no estás repitiendo nada. Esta vez es distinto.

Sonrió, con los ojos humedecidos.

—Gracias por mirarme sin juicio.

—Gracias por dejarte ver.

Nos besamos.
Un beso lento, sin urgencia.
Como quien sabe que la verdadera pasión también está en confiar.

Esa noche, hicimos el amor con otra energía.
No con necesidad, sino con entrega.
Sin sombras.
Solo dos pieles que se reconocen completas, incluso con sus cicatrices.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.