Alaia
En este último mes han pasado varias cosas:
Jeremy es 2 años mayor que yo, pero está graduado de la academia de guardaespaldas y puede camuflarse como estudiante, así que no ha habido mucho problema, lo bueno es que es una gran persona y es bueno en su trabajo.
Nos conocimos en mi casa y desde entonces permanece de aquí allá y de allá para acá conmigo.
Abrí la puerta de la casa y me encontré a un muchacho rubio, bastante alto, vestido todo de negro, hablando con mi madre. Al captar mi presencia, giran en mi dirección.
—Alaia, él es Jeremy Domínguez, tu guardaespaldas —menciona mi madre con tranquilidad, él me inspecciona de pies a cabeza y se aproxima un poco para saludarme, sin embargo, tomo distancia.
—Gracias por la intención, pero no gracias, no quiero a alguien como él persiguiéndome todo el día -respondo, él abre los ojos y no dice nada.
—Pues aquí no hacemos lo que tú quieres, así que estará el mayor tiempo posible contigo, eso incluye las clases.
—Señorita Parker
—Dime Alaia, recuerda que estamos en la u, debes fingir que somos amigos —le digo bastante seca.
Sé que suena duro, pero no soy muy de tener gente a mi alrededor que deba velar por mí. Es incómodo, realmente no estoy acostumbrada.
Después de la forma en que nos conocimos, resultó que no era una máquina fabricada por mi madre, sin embargo, todavía no estoy de acuerdo con su decisión.
—Alaia es momento de sus clases, se le acabó el receso que tenía —empieza a decir él, cuando suena una notificación de su celular y la revisa— ¿Surgió algo mientras estabas en el salón de música?
—Nada ¿Por qué? —pregunto, aparte de verme con demonio nada más y eso, no es algo que él deba saber.
—Pues en esa foto pareciera que sí —dice mostrándome una foto que le llegó a su celular, salimos Damián y yo bastante cerca, como si tuviéramos intimidad.
—A Anna no le va a gustar eso, va a creer que lo hice a propósito —ella cree que de alguna forma Damián tiene algo así como un interés hacia mí, por lo cual no quiere que esté cerca, porque de ser cierto estaríamos todos en problemas.
—¿Por qué te preocupa tanto lo que a tu hermana le guste? —pregunta Jeremy, después de algunos segundos en silencio.
—No es que me preocupe, pero no quiero parecer la hermana que le quita el pretendiente a la Anna que todos conocen —me haría parecer la persona más desesperada del mundo y eso es lo que menos quiero.
A todos les gusta que sus famosos estén con otros famosos y, realmente te puedes ganar odio por ir en contra de esos ideales.
—Puedes hacer amigos hombres, pensando en el caso de que solo quieras ser su amiga —dice él
¿Y si por casualidad no tengo ni la más remota idea de qué es lo que quiero?
Estoy frita.
—Tú dices que no puedo tener novio de momento—le recuerdo. Esas normas locas de guardaespaldas con abrir vínculos y yo no sé qué más decían. No presté mucha atención en ese momento. Digamos que el simple hecho de que alguien vigile mis pasos lo hace todo más complicado.
—Anna es dueña de sus decisiones, Damián de las suyas y tú de las tuyas ¿Por qué preocuparte tanto por lo que les afecte? Está más que claro que el ego de Anna es del tamaño del universo y que no se preocupa por ti —dice Jeremy, lo cual es cierto, Anna no se preocupa por más nadie que no sea ella.
¿Qué es lo que significo para Anna?
—Porque a fin de cuentas es mi hermana y a mí me enseñaron que uno no debe quitarle el pretendiente a la gente
—¿Ya has pensado en lo que tú sientes? —pregunta
—No tengo ganas de fraternizar con un demonio —le respondo simplemente.
—¿Cómo? —pregunta sin entender la referencia.
—Con él, es egocéntrico al igual que ella —le explico, su comportamiento el día que nos conocimos ronda por mi cabeza y su actuar durante este último mes ha servido para reafirmarlo.
—¿Por qué lo dices? —Pregunta
—Se olvidó de sus hermanas por andar con Anna —la familia es importante, mucho más de lo que me gustaría creer.