Devoradora de la felicidad

Un día tenía todo lo que había podido pedir, pero no sabía que lo tenía, hasta el día en el que te marchaste, ahora lloró lágrimas de sangre, que ya cubrieron mis ropajes y vendas, tu huida me ha causado todo esto. Cada recuerdo que te involucra, hace que me salga una llaga. Tu adiós fue el causante de la herida más profunda, la tengo en mi corazón, me va dejando sin vida, poco a poco, trozando mi órgano en dos...

Todos los días le pido a mi compañera nocturna, la luna, que regreses de nuevo conmigo... Pero me dice que no sea testaruda, que tú no eres para mí, que solo eres un capricho... Yo no le hago caso, solo la ignoro y le sigo rogando tu regreso....

***

Han pasado varios años, que parecen eternos. Mi cuerpo arde en llamas, en un lugar oscuro y solo. El dolor de tu ausencia, me incitó a darle fin a mi vida de una manera brutal, te detesto.

Mis gritos y ruegos de amor pasaron a ser gritos de odio y desprecio hacia una criatura vil, sí, me refiero a ti.

Me arrepiento de no haberle hecho caso a la luna. Ahora solo salgó a casar en las noches, terminando con las vidas de los dichosos, que tanto asco me provocan. Devorando su felicidad, para yo ser feliz, solo por unos instantes.