Ha pasado ya alrededor de una hora que abandoné el taller del licántropo y, sin embargo, no olvidaba su rostro de asombro cuando le llame cachorro. Pero son dudas, lo que menos lograba olvidar era lo apetitoso de sus labios cuando me había acercado a él, por unos segundos casi sentí la necesidad de lanzarme a probarlos, algo que no me había sucedido en los últimos cuatrocientos años.
La sangre corriendo por sus venas es la tentación más grande que he tenido en siglos, juro que cambiaría mi inmortalidad solo por una gota de ella. Ese lobo era el pecado vuelto perdona, era un poco más alto que yo, su presencia podía intimidar a todos los que se encontrasen ante él, principalmente por la intensidad de sus ojos verde esmeralda.
Mientras algunos encontraban esa mirada amenazante, yo la hallaba excitante y relajante al mismo tiempo. Desde que vi al lobo en el bar la noche anterior no pude apartarlo de mi mente, al inicio solo era otro espectador curioso sobre el grupo de vampiros hasta que se fijó en mí y comenzó a examinarme, antes de que me diese cuenta era yo quien lo estudiaba a él.
Para mi sorpresa horas después descubrí que no era un lobo cualquiera, sino el alfa de la manada y por ende uno de los principales jefes del pueblo. ¿Por qué de tantas especies tenía que ser un lobo?
Perdido en estos pensamientos llegue a mi casa, donde me esperaba el segundo al mando del clan vampiro para entregar un informa completo sobre los asesinatos del pueblo. La casa remontaba a la etapa colonial y ha pertenecido a mi familia por generaciones. Debido a la inmortalidad no podía quedarme mucho tiempo en el mismo lugar, así que la dejé a cargo de la descendencia humana que tuve por parte de mi padre, no obstante, aunque fuese originalmente escoses, consideraba esta casa mi verdadero hogar y la extrañaba tanto que decidí volver. Subí las escaleras de la entrada donde se encontraba mi compañero.
—Marcos, ¿Qué tienes?
—Los lobos tenían razón —el temblor en su voz me hizo jurar que se encontraba asustado —Los vampiros no fueron los únicos atacados, esto es algo que jamás he visto en todos mis años.
—Lo sé, vi los cuerpos despedazados de una patrulla de lobos en la morgue, el problema es que los cadáveres se encuentran totalmente drenados de sangre.
— ¿Piensan que somos nosotros?
Esta pregunta me recordó a como Ryan defendió mi palabra frente a su manada de forma tan decidida aun a riesgos de ser juzgado, no pude evitar emitir una sonrisa.
—No, el jefe del clan sabe que no somos culpables.
— ¿Cree que alguien nos quiera incriminar?
—Eso me temo, ¿Has visto el lugar de los crímenes?
—Sí señor, hay algo extraño en ese sitio.
Esta afirmación causó que un sudor frío me recorriese la espalda, a la vez logró despertar mi interés y curiosidad.
— ¿A qué te refieres?
—Además del olor de los lobos muertos, el lugar apestaba a vampiros.
Abrí tanto los ojos que tal parecía que se me iban a salir de la cara, por eso, junto con el problema de la sangre, los lobos no dudaron en incriminarnos a nosotros, no pude creer lo que escuchaba. No deseaba ni pensar que uno de mis chicos realmente estuviese metido en este problema.
— ¿Qué?
—El lugar tenía una mezcla de esencia de vampiro, licántropos y algún que otro cambiaformas. No se pudo identificar un solo olor en específico.
Esta declaración ya comenzaba a preocuparme, si esto fuese verdad significa que alguno de mis chicos me estarían traicionando.
—Muy bien Marcos, no quiero que esta conversación salga de nosotros dos—sentencié —Y por último no quiero que ningún vampiro ande solo en ningún horario ¿Queda claro?
—Sí mi señor.
—Cualquier cambio en la situación actual me comunicas y avísale al resto que temporalmente nuestras patrullas estarán trabajando en conjunto con los lobos.
—De acuerdo.
—Puedes retirarte y ten cuidado, en estos momentos no sabemos quiénes son nuestros verdaderos aliados.
Toda la información era preocupante, sentí la necesidad de salir corriendo hacía Ryan y contarle lo sucedido, pero no encontraba una excusa lógica del porqué de esa necesidad.
Sin embargo, tengo que proteger a los míos ante todo peligro, por lo que debo primero averiguar las verdaderas intenciones de los lobos y de los que me traicionan y algo me dice que eso no tardará mucho. Solo me quedaba una duda, si los licántropos tienen incluso mejor olfato que los vampiros ¿Cómo los que encontraron la patrulla de lobos muertas no pudieron percibir y detectar toda la información que me dijo mi informante? Aquí hay gato encerrado.
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Editado: 19.04.2020