Pasiones Prohibidas

Capítulo 2

Capítulo 2:

Mónica Evans:

-¿Ya tienes las maletas? -Me pregunta Aka arrastrando su equipaje hasta la puerta principal- Rayos, esto sí que pesa.

-Sí -Le miro el equipaje y hago un gesto de desaprobación-. ¿Qué llevas dentro? ¿Rocas?

-No exageres, Mónica. Sólo llevo mis cinco vestidos favoritos, mis tres jeans altos, el pijama morado de seda, dos sudaderas blancas, nueve pantalones cortos a juego con sus tops, mis bragas y brassiers. Mi traje de baño, mi oso de felpa, tres pares de sandalias, dos pares de botas altas.

»Calcetines, mis tenis favoritos, mi gorra, pulseras, mi cadenita de oro, mis anillos, gomas para el cabello. Toallas sanitarias, ya sabes por si Andrés me visita. También llevo condones -La miro sonrojada y se echa a reír-, uno no sabe que nos encontraremos allá.

-¿Algo más que quieras agregar? -Murmuro irónica.

-Sí. Llevo todo lo necesario con respecto a la higiene y comida, aparte de los chuches. Además del iPad, teléfonos, auriculares, laptop, suficientes libros para matar el aburrimiento, y pósters de mis esposos literarios -Suelta un profundo suspiro.

-Oye, creo que esos pósters están de más -Me mira indignada llevándose una mano al pecho y su boca en forma de O-. Lo siento pero es la verdad, llegaremos allá y querrás comprar más pósters y luego no habrá más espacio.

-Venga, Moni -Hace un puchero-, deja que lleve conmigo a mis esposos literarios, porfis.

Se arrodilla juntando las manos como para rezar.

-Es imposible decirte que no cuando te pones así.

-¡Yey! -Chilla haciendo un bailecito raro pero divertido, supongo que de alegría- Sabía que no podías negarte, mi truco siempre funciona. -Agrega agarrando mi equipaje- ¿No se queda nada?

-No. -Hablo inspeccionando la lista.

-Entonces salgamos. -Dice y salimos con todo.

Cierro la puerta con seguro y guardo la llave en mi pequeño bolso que cuelga de mi hombro, que hace juego con mi ouffit; un top color pastel, un jean alto color negro con perlitas en los pliegues, unas botas cortas color beige, una cazadora negra de cuero, pendientes dorados a juego con una cadenita y una coleta alta.

Lo sé, estoy demasiado hermosa.

Oh, pero que autoestima.

Es que hoy estoy de humor.

Oh, ya veo.

-¿Ese es el hermano de Leila? -Pregunto una vez estando fuera.

Lo dejé de ver cuando tenia 10 años pues se mudó con unos tíos. Ha cambiado mucho, por eso casi no lo reconozco.

-Sí, es él. ¿A que es todo un galanazo? -Susurra con cierta coquetería.

-Bueno… -A decir verdad no puedo detallarlo bien, está a una distancia de nosotras que no le llego a ver bien y menos por el ángulo.

-No vengas con tus "buenos", si me dices que este chaval no es sexy te dejaré la cara desfigurada. -Se queja de brazos cruzados.

-Sabes que no puedes hacer eso.

-¿A no? -Me mira desafiante de brazos cruzados.

-Vale, no entraré en detalles contigo -Trato de parar esta amigable discusión antes de que llegue un poco lejos y terminemos sin hablarnos por un buen rato-. Y si que está guapo.

-¡Lo sabía! -Levanta sus cejas de arriba abajo y sonríe de forma maliciosa.

-¿Qué? -Pregunto sin comprender- ¿Qué sabías que yo no?

-Te gusta -Suelta haciendo el mismo gesto anterior y niego-. Admítelo, aún te gusta.

-No puedes hablar enserio -Vuelvo a negar-, claro que no me gusta.

-Te gusta, admítelo tía. -Habla con tono de locutor, lo que hace que le proporcione un golpecito cariñoso en su hombro.

-Es verdad que tenía un flechazo por Dylan Bakir cuando éramos unos críos, pero eso ya es agua pasada, ya no me interesa en lo absoluto -Le digo y su expresión divertida se borra para aparecer una de fastidiada-. ¿Qué? Es la verdad.

-Sí, lo que digas, Mónica Evans. -responde sarcástica.

-¡Chicas, ya todo esta listo para irnos! -Exclama Leila viniendo hacia nosotras con su hermano- Uh, chicas, ¿que os lleváis en esas valijas? ¿Rocas? -Dicho esto tuve que mirar a Wakanda y morderme el labio para no reír, pero fue en vano, acabé doblada de tanto reír. Sin embargo a mi amiga Aka como que no le hizo mucha gracia- ¿Pero y a ella que le pasa? Está retorcida de la risa.

-Ni le hagas caso, Leila. -Dijo mi amiga de mala gana-, mejor vámonos antes de que perdamos el vuelo.

Todos asienten obvio que yo no porque estoy ocupada con un ataque de risa que duró hasta el aeropuerto. Menos mal que me detuve antes de bajar del coche, si alguien me hubiera visto estoy segura de que me iban a catalogar como una loca que escapó del manicomio.

-Bien, aquí tengo los boletos. -Habla Dylan por primera vez desde que llegamos aquí- Vosotras quedaros aquí, yo iré a la ventanilla.

-Vale, aquí te esperamos -Le dice su hermana-. Chicas, tengo que deciros algo -Se gira quedando frente a nosotras-, le temo a los aviones, ya saben, mis padres. -Confiesa con cierto tono de nostalgia.

-No te preocupes -Le tranquiliza Aka-. También es mi primera vez en avión.

-Bueno, yo no te diré que es mi primera vez porque estaría mintiendo -Afirmo-, pero te aseguro que no hay nada más increíble y majo que viajar en avión y observar las nubes desde las ventanillas, la vista es impresionante. -Le doy una sonrisa de boca cerrada- Créeme cuando te digo esto, es porque todo estará bien. -Agrego dándole un abrazo reconfortador y Aka se nos une.

-Ten, aquí tienes -Le dice mi amiga entregándole un IPad-, esto te ayudará a relajarte.

-Listo, chicas -musita Dylan-. Nuestro vuelo sale en media hora.

-¿Ya te dieron los números de asiento?

-Si, aquí están. -responde Dylan sacando diversos papelitos de su bolsillo y nos lo entrega.

-Eso quiere decir que Wakanda y yo nos sentaremos juntas y Mónica y tú se sentarán juntos -Comenta Leila a su hermano, mientras mira los papelitos.

Aka me da una mirada pícara… si ese mismo gesto que hizo antes de venir acá. Trago saliva, me siento un poco nerviosa. Pero… ¿Por qué? Si ni siquiera me gusta Dylan.




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