Capítulo 4:
Mónica Evans:
-¡Hola! -exclama mi amiga al acercarse - ¿Cómo están? Me llamo Elisa. -Les dice con una enorme sonrisa.
Ellos se quedan como bobos al verla y es que claro… mi amiga es toda una diosa de la belleza. Ojos marrones, nariz perfilada, cabello rubio, labios color rosa pálido, tez blanca, atributos casi grandes y de sus curvas, ni hablar. Se puede decir que Aka parece modelo de revistas.
-¿Por qué no les dice su nombre? -musita Dylan frunciendo el ceño.
-Está loca -Me encojo de hombros restándole importancia.
Siempre hace lo mismo al conocer alguien nuevo, miente sobre su nombre porque no le gusta el suyo. A mi me hizo lo mismo. Realmente me gusta su nombre y es bonito aunque algo rarito.
-Hola Elisa -Dice el castaño -Él es Brady, él es Manuel -Presenta a sus amigos señalándolo con su mano -Soy Thiago, un gusto conocerte.
-Un placer chicos -Los saluda con su típica sonrisa y al castaño le lanza una miradita picarona mientras ella le observa de pies a cabeza y se detiene en su amiguito.
¡Está loca!
Confirmado.
-¿Eres nueva? -le pregunta el pelinegro a mi amiga. El semblante de el refleja… ¿Deseo? ¿Quiere comerse a mi amiga? ¡Joder!
-Si, soy nueva pero no estudio aquí, acompañ…
-¿Entonces que hacéis aquí? ¿Sois de los servicios o qué?
La interrumpe burlándose el rubio -creo que es Manuel- , los demás ríen por lo bajo y claro que eso a ella no le sentó bien.
Espero que no hable de más o conocerán a mi amiga de verdad.
-Sabes Manuel - ¡No hables de más loca! -, vengo a acompañar a mi mejor amiga -me señala y voltean a mi -, aquella de allá. Viene a trabajar de profesora de literatura de último año.
¿¡POR QUÉ CARAJOS ME MENCIONA!?
Ella mantiene una sonrisa triunfante mientras que al rubio se le borró de golpe. Los 3 abren ojos como platos y se me quedan mirando.
¡La voy a matar!
-¿Bromeas, verdad? -Niega. Su mirada se clava en mí, cuando Aka me llama:
-¡Hey chicos! -hace un gesto con su mano para llamarnos - ¡Acérquense por favor!
«No pienso ir» le hablo desde lejos en una seña con mi boca.
«Ven, no me hagas hacer el ridículo» me contesta de igual manera.
Y como buena amiga que soy me acerco a donde ellos, acompañada de Dylan y Leila quienes dudan aún si debían o no acercarse.
-¿Qué sucede Elisa? -Hago énfasis en el falso nombre.
-¡Amiga! -Ríe.
Cada que suelta el “¡Amiga!” ese, suena como borracha.
-Mira, ellos son Thiago, Brady y aquel rubio idiota de ahí es Manuel -hace una mueca de asco al mencionar a este último. Sus amigos ríen ante el gesto y cómo lo llamó de Wakanda. -Chicos, ella es mi mejor amiga Mónica, ella es Leila y él es Dylan, nuestros amigos.
-¡Es todo un honor conocer al fin a la famosa Leila Fakedoll! -musita Manuel sorprendiéndonos a todos incluyendo a la susodicha. Se acerca y le toma de la mano y deposita un beso en ésta sin darle tiempo a que ella la quite. - ¿Cómo has estado?
-Perdón ¿Te conozco? -Pregunta desconcertada. Nosotros quedamos como “¿Qué sucede aquí?”
-Oh, por supuesto, Soy “Gegan of de king” ¿Me recuerdas? Soy el de Wattpad. -Dicho esto todos abrimos ojos muy grandes como si quisieran salir.
Miro de reojo a Dylan y tiene una sonrisa de lado, lo cual hace que ría y baje la mirada. Definitivamente los dos pensamos en aquel momento dentro del avión.
Tierra trágame y escúpeme en su cama esta noche.
¿Qué has dicho conciencia pervertida?
Tierra trágame y llévame una enorme sopa esta noche.
Eso ni si quiera concuerda.
¡Claro que si!
Claro que no.
¡Me has ofendido!... Me marcho.
Lo mejor que haces.
-¡Ah si! Te recuerdo ¿Cómo estás?
-Muy bien y tú.
-Excelente. No mencionaste que vivías aquí, en España.
-Nunca preguntaste.
-Cierto.
-Alguien que me explique que sucede -Comenta Thiago.
-Ty ¿Recuerdas que te dije que platicaba con una chica aquella noche en la fiesta de Allie? -Éste asiente -Pues esa chica es ésta que tienes delante. -Dice y en su boca se forma una O.
-Entiendo -Desvía su mirada a mi con cierta curiosidad -Ahora explícame eso de que eres profesora de último año de “Deusto” -agrega y todos me observa.
La manos me sudan… Maldita seas Wakanda… éstas me las pagas también.
-Si, cuéntanos un poco -habla el pelinegro por primera vez desde que me acerqué.
-¿Por qué quieren saber? -Observo a Aka quien me habla por señas ; «Lo siento» me dice, en cambio le respondo con el típico y cliché gesto que nos dedica nuestras madres delante de las visitas.
-Mera curiosidad -responde de brazos cruzados. -Venga, Explícanos. -Vuelve a decir el pelinegro… Por cierto es todo un bombonazo comparado a sus amigos.
Te olvidas de un pequeñín detalle.
¿Qué?
¿De veras no te has dado cuenta?
No.
Cielos… No puedes ni percatarte de cuando un chico te come con sus ojos.
¿Qué has dicho?
…
¡Regresa aquí conciencia del demonio, creadora de problemas, intrigadora, manipuladora y chismosa-media!
-Ya déjala -Le dice Dylan, puedo notar que le incomodó el comentario de Brady. -No tiene porque decirte.
-Hablé con ella -le responde de mala gana a Dylan -, no contigo imbécil -agrega, veo que la cosa se pone intensa.
-¿Qué has dicho? -Dylan aprieta sus puños tan fuerte que los nudillos se le tornan blanco, está tratando de controlarse, no es algo que él haga.
Recuerdo cuando éramos críos, una tarde salimos a jugar y un chico nos molestaba, cuando llegó Dylan le pidió que nos dejara en paz, pero el chico no lo hizo, le respondió de mala manera y en un acto reflejo vimos sangrar al chico en el suelo, Dylan lo golpeaba sin arrepentimientos.
Estuvo castigado por una semana, cosa que para nosotras nos parecía injusto. Así que todos los días íbamos a su casa a escondidas y le acompañábamos por un rato, no queríamos que su tío nos descubriera, sino le tocaba más semanas de castigo.
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Editado: 15.06.2025