Capítulo 18

Capítulo 18

Brady Jones:

Joder, quiero despertar así cada día por el resto de mi vida, y lo primero que vean mis ojos sea a la hermosa e increíble mujer dormida entre mis brazos. Así como llevo haciendo desde hace un buen rato.

Suelto un suspiro de idiota enamorado, cuando la veo removerse, sus labios fruncidos haciendo un puchero. Es tan guapa, joder. ¡Y es mi novia!

-Buenos días. -Susurro, con una sonrisa cuando sus ojos se abren lentamente y llevo mis dedos hacia su mechón de cabello para colocarlo detrás de su oreja.

Sonríe.

-Buenos días.

Sin importarme sus quejas de que estamos acabados de levantar, me acerco a su boca y deposito un beso breve, lento y cariñoso. No puedo evitar no hacerlo. Me tienta. Me gusta. Me trae loco. Me encanta besarla. Abrazarla. Darle cariño. Inhalar su aroma. Hacerla reír. Tenerla en mi cama usando solamente sus bragas y una camisa mía. Joder, que me encanta Mónica Evans, y no hay forma en que eso deje de suceder, ni aunque ella decidiera que la deje en paz y nunca la busque.

Un pensamiento pasa por mi mente, y me es imposible no hacer una mueca.

-¿Qué pasa? -Me pregunta, con su mano izquierda acariciando mi mejilla, trayéndome de vuelta al presente.

-Pensaba en nosotros -Frunce el ceño ante mi respuesta y aclaro:-. Pensaba en lo que pasará cuando me gradúe y tu trabajo termine, tengo entendido que te contrataron solo para este curso.

-En eso tienes razón -Sonríe, acercándose todavía más a mi y deja un beso en mi mandíbula, sin dejar de acariciarnos-. Yo también he pensando en eso.

-¿A qué conclusión llegaste?

-¿A qué conclusión llegaste tú?

-¿Sabías que es de mala educación responder con otra pregunta?

Se ríe, volviendo a besarme.

-Vivamos el presente, dejemos que las cosas fluyan y ya.

Con mis manos hago que termine sobre mi cuerpo, sus manos sobre mi pecho y encima, su mentón. Sus ojos permanecen fijos en los míos y su diminuta sonrisa no se borra.

-Más adelante, llegaremos a un acuerdo sobre lo que haremos. -Añade, ante mi silencio.

-Si te vas -Siento su cuerpo tensarse, pero intenta relajarse, sin interrumpir-, quiero que sepas que me voy contigo.

-No, Brady... -Sacudo su cabeza en negación, apartándose- No voy arruinar tu futuro....

Me levanto para quedar sentado sobre la cama.

-¿Quién demonios te dijo esa idiotez de joderme el futuro? -Frunzo el ceño de molestia, pero no con ella- Mi vida está completa desde que llegaste, Mónica.

Llevo mis manos a sus mejillas y planto un beso en su frente, adueñándome de su hermosa sonrisa.

-Puedo ejercer mi carrera en cualquier lado, lo sabes de sobra. Si me voy contigo no es por obligación, Mónica, es porque lo quiero, lo deseo, lo anhelo. ¿Lo entiendes?

Asiente despacio, mordiendo su labios inferior levemente.

-Si en cambio, te quieres quedar aquí -Sonrío de lado, bajando una mano y la otra dirigiéndola a su boca-. Viviremos en mi apartamento.

-¿Que hay de Valery y Via?

-Ellas ya tiene sus vidas, son felices y una bonita familia -Me alzo de hombros-. Quiero que tengas en cuenta que, a donde sea que vayas, te seguiré a menos que me ruegues que te deje en paz y de verdad no sientas nada ya por mí.

Ambos, pasamos saliva al mismo tiempo, por mis últimas palabras.

-Porque, Mónica -Continúo, en un susurro-, cuando un Jones se enamora, lo hace de todo corazón, lo entrega todo y nunca vuelve a enamorarse.

Sus ojos cristalizados, mirándome mientras me abro a ella, hacen que un nudo en mi garganta crezca con desmesura.

-Cuando nosotros amamos a esa persona, es para siempre -Sonrío, ligeramente-. Como una maldición: Te enamoras y amas una única vez en tu vida, para cualquier otra persona solo quedará el cariño por haberlo entregado todo a nuestro amor.

-¿Tu padre? -Murmura, débilmente.

-Mi tío y Valery también.

Me abraza, de imprevisto, pero rápidamente rodeo su cuerpo con mis brazos y cierro los ojos, inhalando su aroma fascinante.

-Maldito pelinegro, ¿qué me hiciste?

Sé que no quiere cambió de tema para no seguir hablado sobre eso, pero no insisto. Lo dejo estar. Lo dejo fluir. La dejo pensar en mis palabras y toda la verdad que las acompañaban.

-No -Intensifico un poco más el abrazo, notando que hace lo mismo-. ¿Qué tú me hiciste y dónde dejaste al idiota de antes?

-Sigues siendo un idiota. -Bromea, soltando una risita, su mejilla contra mi pecho.

-Tú eres esa pasión inalcanzable que ví desde el día uno -Me río, recordado su llegada-. Por eso no intenté nada contigo en su momento.

-Para mí siempre fuiste y serás un deseo prohibido.

Reímos ligeramente.

-¿Quieres tener nuestra próxima cita? -Pregunto de pronto y sin romper el abrazo, me mira.

-¿Ahora?

Me alzo de hombros.

-¿Por qué no?

**

Mónica Evans:

Los días pasaron volando rápidamente que, para cuando miré el calendario, no me creía que estábamos a tan solo unos días de acabar el año. Los últimos días que quedaban para eso, nos los dieron libres en la universidad tanto a profesores como a los estudiantes, para que pudieran pasar las festividades con sus familiares. A excepción del día veintiocho: es la ceremonia de graduación adelantada de los de último año. También mi cumpleaños, pero eso no es relevante.

Al principio no me interesaba pensar mucho en eso de la navidad, porque me ponía triste al recordar lo mucho que extraño a mi familia. Tuve el mismo pensamiento de cada año, pasarlo con Wakanda en una pijamada, se había vuelto nuestra tradición. Incluso incluí en el plan a Brady, Thiago y Allie, pero lo descarté todo de inmediato cuando Wakanda me dijo:

-Thiago me invitó a pasar navidad con él en su casa, su abuela hace las mejores galletas navideñas del mundo. ¿Quieres venir?

Obviamente ella ya había aceptado la invitación de su prometido, y adoré su gesto de invitarme con ellos, pero me negué. Era lo mejor para ella, pasarla con su prometido y la familia de él. Será la primera navidad que pasaré alejada de ella, pero valdrá la pena. Para ambas, valdrá la pena. No habrán sonrisas tristes de lo que pudo haber sido, solo sonrisas de felicidad a pesar de extrañarnos.