Pasiones Prohibidas

Capítulo 21

Capítulo 21:

Brady Jones:

Acaricio con suavidad el collar que siempre llevo y nunca me quité, ese que le regalé y me hace recordarla. Han pasado cinco años desde que ella se fue y me dejó destrozado, sin dejar explicarme, sin poder decirle que no tuve nada que ver con aquel video.

Pero eso quedó en el pasado, o al menos eso quiero creer. Ella decidió alejarse, seguir con su vida sin mí, fue como si hubiera sido borrada del mapa.

-Buenos días. -Saludo bajando las escaleras, con el maletín de abogado en mi mano.

-Buenos días, mi amor -Kim, llega hasta mí, y me da un pico mientras sonríe-. ¿Pudiste dormir?

-Sí -Miento y al verla dudar, me acerco a la mesa y huelo el desayuno, mientras dejo el bolso en la silla vacía-. Uhm… ¿Qué hiciste de desayuno?

-¡Tu favorito! -Exclama a mi lado, quitando la cubierta del plato.

-Gracias, Kim. -Le regalo una sonrisa y justo se acerca a besarme.

A Kim la conocí tras graduarme de la Universidad de Deusto, es un año más que yo y trabaja en un empresa de cosméticos temporalmente. O sea, está de vacaciones por su trabajo en el hospital y no quería quedarse de ama de casa, pues decidió trabajar en esa empresa de cosméticos por el tiempo que le queda de vacaciones, hoy es su primer día.

-Ya -Me separa riendo y se levanta, obligándome a mi hacerlo-. Vas a llegar tarde por mi culpa.

-¿Tengo ir a trabajar? -Hago un mohín mientras me quita las inexistentes arrugas del traje.

-La casa no se mantiene sola -Se ríe-. Así que sí.

Kim conoce todo de mí, no tenemos secretos entre nosotros. Sabe de mi historia con Mónica y no me juzgó, ni siquiera a ella, más bien al imbécil que nos hizo aquel video y lo puso en su cumpleaños. Su cumpleaños, un motivo más para que ni lo celebre y eso duele.

Después dedespedirme, subo a mi auto y lo pongo en marcha para llegar a mi trabajo. El viaje se me hizo corto con las llamadas de los clientes, por lo que, dejando el auto en el parking, recojo mi maleta y me voy hacia el interior del edificio, entro al elevador y marco el piso ocho. Saludo a varios colegas al salir del elevador mientras me dirigía a mi oficina, bueno, la que comparto con mi mejor amigo.

-Buenos días. -Abro la puerta a paso rápido y me voy hacia mi mesa.

-Buenos para quienes lo tengan. -Me responde Thiago, encestando una bola arrugada de papel en el cesto.

-¿Qué pasó? -Me volteo a él y le veo una cara de mierda, aunque es Thiago, siempre tiene cara de mierda, y más desde que ellas se fueron.

-Qué no ha pasado -Resolpa abriendo su laptop mientras lo imito-. Angie casi me descubre.

Angie o Angeline, es la novia de mi amigo, o bueno, eso dice ella. El asunto es que viven juntos y mi amigo se ha dedicado a ser un promiscuo de mierda fuera del trabajo, por lo que, Angie casi descubre que Thiago anda de mujer en mujer en el departamento, y sea como sea, Thiago le tiene cariño a Angie y la respeta, tampoco quiere problemas con ella así que por eso anda así.

-Un día lo hará de verdad y yo voy a ver qué harás. -Le digo, mientras reviso mis correos y pendientes en la laptop.

-Nada -Lo miro de reojo y se alza de hombros, imitando mi gesto-. ¿Qué puedo hacer yo?

-Eres un caso perdido, Thiago. -Niego divertido y me centro en mi trabajo.

**

-¡Al fin! -Exclama Devine alzando sus brazos hacia arriba- Hora del almuerzo.

-Que no te oiga Daniel. -Me burlo guardando mis cosas al igual que Thiago y ella.

-Que se vaya a tomar por culo el jefe. -Espeta ella haciendo una mueca.

Devine Clark, una excelente abogada y compañera de trabajo, y sobretodo novia. Ella y mi mejor amiga Allie llevan juntas hace dos años que se conocieron en el ‘spa para mascotas’, resulta que los pequinés de ambas se enamoraron e hicieron que ellas también. Historia bonita y romántica, en mi opinión.

-Allí va. -Le dice mi amigo reprimiendo la risa, colgándose el maletín al hombro, saliendo del despacho.

-¿Quién? -Pregunta y observa a dónde Thiago le señala y se carcajea, mientras caminamos hacia el elevador.

-¿Queréis que os mande a tomar por culo a vosotros también? -Pregunta cuando nos detenemos frente al elevador y lo vemos acercarse.

-A mí no me incluyan en su arroz con mango, yo me voy que estoy a punto de un desmayo. -Alego entrando al elevador junto a ellos, al abrirse.

-Te acompaño -Mi amigo pierde todo el porte de abogado refinado y pasa un brazo por mi cuello, como si tuviéramos dieciséis nuevamente-. ¿Te vienes, Devine?

-No, Allie me está esperando. -Se adelanta revisando algo en su bolso mientras yo marco el piso uno.

-Okay -Guardamos silencio hasta que las puertas se abren y salimos, nos dirigimos al parking y entonces me volteo a ella-. Devine, salúdala de mi parte y dile que la amo.

-¡Y yo también! -Me imita Thiago alejándose conmigo hacia mi auto.

-Se lo diré -Nos mira desde su auto y sacude su mano en despedid-. ¡Nos vemos, señores!

-¡Que no soy tan viejo, joder! -Exclama mi amigo a mi lado y la vemos subirse e irse- ¿A dónde?

-¿A dónde más? -Me burlo de él y me gano un golpe en la nuca de su parte- Vamos.

**

No nos toma mucho llegar a la cafetería de siempre, ya que estaba cerca (no tanto) del trabajo. Ya habíamos pedido, sólo esperábamos a que volvieran con el almuerzo.

-¿Brady? -La mano de Thiago sacudiéndose frente a mi me saca de mis pensamientos de ella.

-¿Eh?

-El celular te suena.

-Ah, sí. -Palpo el interior de mi saco y noto que está vibrando.

-¿En qué tanto pensabas? -Pregunta mi amigo y le hago una seña con mi mano para que espere y deslizo el dedo en la pantalla para aceptar la llamada.

-¿Si? -Pregunto al llevarme el teléfono al oído y veo el camarero venir hacia nosotros con nuestro pedido.

-Brady.

-¿Samuel? -No evito la sorpresa en mi rostro- Tiempo sin hablar. ¿Cómo te va allá en Australia?

-¡Excelente! -Puedo escucharlo reír al otro lado de la línea- Mejor de lo que esperé.




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