Pasos de fantasía

Cuarto paso: Soy una exploradora

Conforme el tiempo seguía pasando, Lasi ahora se encontraba ya llegando a sus seis años y con ello significaba que muy pronto empezaría a estudiar en párvulos. Esta noticia, cuando ella lo escucho, estaba tan feliz de conocer que ahora podría llegar a tener muchos amigos, aunque todavía tenía algunas preocupaciones como “¿Qué pensarán de mí?” “¿Jugarán conmigo?” “Pero, pero, yo no conozco a nadie, ¿Qué es lo que debo de hacer?” entre otras cosas.

Sin embargo, Lasi encontraba al fin una oportunidad para poder cumplir su sueño, sin siquiera tener tiempo para seguir pensando en alguna cosa más, ella se dirigió directamente a su cuarto y fue por sus peluches a quienes les dijo – señor Caballo… Koala… les tengo algo que decir. En realidad, muy pronto estaré en la escuela y haré muchos, muchos, muchos, muchos amigos. Así que, ¿Qué piensan que debería de hacer? – miró a sus dos peluches que se encontraban en su cama.

Lasi, en realidad lo que tenía era miedo de salir de su casa e ir a un lugar que era completamente desconocido para ella. Esto se debía a que en realidad ella casi no salía de su casa y si lo hacía sólo cuando fueron a visitar a sus abuelos y no es como si tuviera mayores recuerdos en la que disfrutara de salir a otros sitios. Pero, conforme esto se volvía en una forma de ver que ella no podría contar con sus papás o un conocido en ese momento, sólo podía ver a sus dos peluches mientras decía – oye, Koala, será… ¿Será divertida la escuela? Ya que hay muchos amigos ahí, pero… ¿No me dejarán sola ahí? ¿Verdad? – aquel silencio al ser que nadie le podía dar una respuesta, la hizo sentirse más triste y Lasi ya no se veía tan emocionada como para poder ir a estudiar, sin embargo, mientras estaba en su cama, agarro a sus dos peluches y recordó que en uno de sus programas favoritos habían mostrado que cuando iban a un nuevo lugar que no conocían era una oportunidad para explorar.

Lasi, agarrando a sus dos peluches favoritos, dijo – no… yo soy valiente y voy a descubrir muchas cosas nuevas como en la tele. Pero voy a necesitar de ustedes dos – los abrazó con fuerza – ya que, aunque no conozca a nadie, por lo menos, ustedes están conmigo, así que ya no tendré miedo de eso. Así es – miro nuevamente con todas sus energías devuelta hacía el frente mientras decía – yo soy… soy la mejor de todos, no tengo miedo a nada – y con ello en mente, Lasi empezó a ver rápidamente un sombrero que tenía entre la caja de sus juguetes.

Aunque en realidad este sombrero era uno con un listón de dos colores siendo rosado y celeste, creando al final lo que sería un pequeño moño simple, el color del sombrero era casi dorado. Ella, en el momento en que lo tomo, lo trato de desdoblar poniendo su mano adentro y rempujar la parte de adentro para que no se le cayera de la cabeza cuando se lo pusiera. La razón por la que tuvo que hacer esto era debido a que ella lo dejó debajo de sus juguetes los cuales terminaron aplastándolo.

Una vez que se había puesto su sombrero, Lasi continuó su camino con el señor Caballo y Koala. Lasi empezaba a caminar con cuidado mientras miraba de un lado a otro como si se tratase de que estuviera explorando un lugar desconocido o estuviera en el bosque y tratara de tener cuidado en caso de encontrarse con algún animal salvaje.

Mientras caminaba entre las habitaciones, decía a sus peluches – de acuerdo… vamos a tené cuidado… así como en la tele, puede aparecer algo allí – seguía caminando sin tener en cuenta que sus papás la vieron pasar con sumo cuidado con sus peluches en las manos y su sombrero. Esto les había parecido gracioso para los dos y se preguntaban que era lo que su hija estaba haciendo. Pero, aunque no tenían ni la menor idea de lo que Lasi tenía en mente en ese momento, el ver que ella parecía estar activa y creciendo era más que suficiente.

Lasi seguía caminando entre los cuartos mientras decía a sus peluches – señor Caballo, será mejor que tengamos mucho cuidado aquí… Koala, aunque seas muy valiente, no podemos ir allí, recuerda que en la tele dicen que es muy difícil si es que algo pasa, así que será malo si algo nos pasa. Bueno, vamos – colocó al señor Caballo por encima de la mesa mientras decía – que ves señor Caballo. Hay algo malo allí – lo movió un poco como si se tratase de que el peluche estuviera viendo lo que hay ahí – entonces señor Caballo… has visto algo – su mamá al pasar cerca, le causa gracia la forma en que Lasi extendía su peluche, pero trataba de no soltar al otro, al igual que ella estaba tratando de alcanzar ver algo en la mesa poniéndose de puntillas, aunque en sí no aguantaba estar más que unos segundos de esa manera y por ello tenía que volverse a poner de puntillas una y otra vez.

Lasi, que ya había logrado conseguir dar una pequeña vuelta a la mesa después de un rato, tomo a los dos peluches y se dirigió al siguiente lugar. Como ella se imaginaba como una exploradora en busca aventuras, corría lo más que podía con sus peluches, aunque en una de esas se terminó tropezando con su propio pie y cayendo al suelo. A pesar del dolor causado por la caída, Lasi no lloró. No porque no le hubiese dolido, sino fue que trato de aguantarse el dolor y llorar, pero si se pudiera tratar de describir la expresión de ella en ese momento, se encontraba con un rostro casi al borde las lágrimas, pero se mantuvo firme y trató de sonreír a pesar de ello.

Lasi, caminando despacio, ya que aún le dolía el haberse caído, se dirigió de vuelta a su habitación. En realidad, ella quería ir a dar una vuelta en el patio, sin embargo, tras haberse tropezado y caído, mejor se dirigió a su cuarto.

Al entrar a su cuarto, tomo a los dos peluches y lo puso en sobre la cama mientras que ella se sentó en el suelo para luego cubrirse la cabeza con sus brazos alrededor de la misma y entre sus piernas. Lasi en realidad ya no sabía que más hacer, sólo dejó salir unas pequeñas lagrimas mientras pensaba – ayy… me duele mucho… se supone que debería de ser como en la tele, pero no es así – en voz baja – ¿Será que la escuela es igual? – Lasi empezaba a sentirse nuevamente un poco confundida y asustada de lo que sería la escuela.



#6774 en Otros

En el texto hay: vida diaria

Editado: 30.12.2022

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