Pasos en la habitación de al lado

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En la corte... 

- Proceda a mostrarlas. 

Mi abogado sacó unas fotografías de su maletín y las puso a disposición del juez  

- Su señoría, en estas imágenes podemos apreciar un sinfín de evidencia del constante acoso que recibió la señorita Garza unas semanas antes de ser asesinada. Además de reiteradas notas que muestran la “comunicación” que tuvo con el autor o autora del crimen. Coincidentemente, pudimos recabar unos pequeños manuscritos con la letra de la humilde e inofensiva señora Ross. Es considerable mencionar que la ortografía y trazos que presentan dichas escrituras, son bastante similares.  

- Objeción su señoría, eso es injuria.  

- No concedida ¿Está queriendo decir que la señora Ross tiene algo que ver en el crimen? -especuló el juez - ¿posee pruebas de dicha acusación?  

- Su señoría, en la escena del crimen se encontraron pruebas omitidas por los forenses.  

- ¿Qué pruebas serían esas?  

- La cámara del apartamento estaba, pero la memoria no. Había unas huellas dactilares sobre ella y tomamos muestras. Corresponden a una mujer llamada Deva Larson y según los registros, está muerta hace más de 15 años ¿cómo se puede explicar eso? Además, si me permite ¿puedo hacerle una pregunta a la testigo?  

- Concedido. 

- ¿Por qué siempre usa guantes señora Ross? -atacó el abogado defensor acercándose a una distancia considerable del estrado.  

- Me dan alergias muchas cosas y trato de evitar tocar todo ¿es eso malo?  

- Repito mi pregunta anterior ¿tiene expediente que lo confirme señora Ross? 

- ¿Debería? Supongo que todos somos propensos a tener alergias.  

- Claro que sí. Ahora... si yo tomo esa placa de vidrio y tomo una muestra de sus huellas, no habrá problema ¿verdad?  

- ¿Cree que yo soy la culpable del crimen?  

- Solo es para quitar las dudas ¿tiene algún inconveniente? El que nada hace, nada teme dice el famoso refrán señora -dijo Brais interrumpiendo el discurso.  

Ella comenzó a desesperarse y se notaba en su mirada que estaba en problemas. De pronto se paró y sacó de su bolsillo un arma con la cual me apuntó.  

- Te pudrirás en la cárcel o te mueres, pero no dejaré que me culpes. 

En la corte solo se escucharon dos disparos que fueron a parar al cuerpo de Brais. Uno en su pierna y otro en su costado derecho. Cayó al suelo perdiendo el equilibrio y de a poco perdió el conocimiento.  

(…) 

Todo pasó tan rápido y ahora la vida de Brais corría peligro. Era tan incierta la situación que nadie sabía qué pasaría con él.  

Los oficiales tomaron detenida a la “señora Ross” y la llevaron a una celda hasta que Brais pudiera estar estable para continuar con todo el proceso.  

Mientras los paramédicos llevaban al herido hasta el recinto hospitalario, la madre estaba envuelta en lágrimas. No sabía si su hijo sobreviviría a este episodio que había puesto en peligro su vida. Los auxiliares decían que no era un buen diagnóstico y que no podían asegurar que Brais sobreviviría.  

Al llegar al lugar, lo llevaron inmediatamente al pabellón para poder actuar rápidamente.  

Horas y horas pasaban y no había ninguna respuesta para la madre desconsolada que esperaba por su hijo. De pronto un doctor salió y anunció 

- Familiares de Brais Hernández.  

- ¡Yo! Soy su madre –dijo la mujer con los nervios y ansias de saber el estado de su pequeño (que ya no era tan pequeño). 

- Bueno señora, su hijo tuvo una hemorragia bastante grande, pero por suerte pudimos estabilizarlo por ahora. Tendrá que quedarse en observación para ir viendo su estado.  

- Pero ¿él estará bien doctor? -la ansiedad por saber más se notaba.  

- Por ahora sí, pero no podemos asegurarle nada sobre su estado con el pasar del tiempo. El cuerpo humano cambia y dependiendo de cómo avance, podremos saber si sobrevivirá o no. Está estable, por ahora le recomiendo que usted pueda comer algo, que me imagino que no lo ha hecho aún. Le estaremos informando en un rato. 

Eso la tranquilizó, pero no lo suficiente. Mientras ella estaba revoloteando de un lado al otro, una persona la observaba. ¿Por qué lo hacía? Pero más importante ¿quién la vigilaba desde lejos?... 

 

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