Capítulo 12, Por un Pelo (2)

La emoción se apodera de todos en la ciudad mientras dirigen sus miradas con ansiedad hacia la mitad de la carrera. Tanto la gente común como los nobles dentro del castillo no pueden apartar los ojos de la increíble Yasmin, quien se encuentra a punto de cruzar las 16 millas.

Alita retiene el aliento durante unos segundos, y cuando finalmente Yasmin atraviesa la línea, lanza un grito ensordecedor que alerta a todos de que la etapa de fuerza acaba de comenzar. Un torbellino de energía envuelve a los 50 participantes, privándolos repentinamente de sus poderes. Sus cuerpos, antes ágiles y poderosos, se vuelven pesados, incrementando el dolor en sus piernas y haciendo que algunos tambaleen por unos segundos. La velocidad de la carrera se reduce drásticamente para todos, excepto uno.

Un único competidor mantiene una velocidad que por lo largo de la carrera parecía lenta y sin energía, pero ahora, en este momento se puede ver que su velocidad era mas de lo normal, desafiando las limitaciones impuestas por la prueba. En la distancia, se distingue claramente su figura, decidida y desafiante. Aquel que sabe que este es el momento crucial.

El penúltimo mago, que desde hace rato desdeñaba las posibilidades de aquel humano, siente un escalofrío. En un instante, en la esquina de su visión, logra captar cómo esa figura se acerca a una velocidad asombrosa. Antes de que pueda reaccionar, el humano lo rebasa con una facilidad abrumadora. El hombre, de estatura diminuta, empapado en sudor, parece desafiar las leyes de la realidad misma con su velocidad sobrenatural. En apenas unos segundos, el mago comprende con asombro y admiración que sí, aquel humano acaba de pasarlo. Su determinación y voluntad se palpitan en el aire, y no puede hacer nada mas que verlo desaparecer en la distancia.

El maestro Lutao, después de casi media hora de esfuerzo, logra superar al primer mago. Los espectadores se llenan de alegría al presenciar su progreso y comienzan a preguntarse si aún tiene posibilidades de alcanzar al resto. Saben que no será fácil, ya que los diez primeros corredores tienen una ventaja considerable, sin mencionar a Yasmin y Figuel, quienes están preparados para luchar nuevamente por el primer puesto.

Mientras corre, empieza a planear las preguntas que hará cuando reciba su próxima porción de agua. Quiere saber cuánto terreno debe recorrer para alcanzar al resto de los corredores. Entiende muy bien que no basta correr sin cesar, también se requiere estrategia y, sobre todo, la esperanza de lograrlo. Al ver a uno de sus estudiantes decide hacerle una pregunta sencilla: la posición del quinto lugar.

El estudiante, impresionado por la velocidad de su maestro, se esfuerza por seguirlo, sosteniendo una botella de agua y vasos en sus manos. El maestro le pregunta acerca de la posición del quinto lugar, y el estudiante responde que el cuarto y el quinto están muy cerca uno del otro, mientras que los tres primeros se encuentran demasiado lejos como para alcanzarlos. Era algo que se esperaba, considerando que los tres primeros corredores han ganado títulos mundiales. Sin embargo, al escuchar que la ventaja del quinto lugar es de 25 minutos, el maestro no puede evitar reírse. Esperaba que la diferencia fuera de menos de 20 minutos, por lo que 25 parece un poco excesivo. Agradece al estudiante por su dedicación y continúa su marcha con determinación.

Después de otros 20 minutos, el maestro Lutao atraviesa la mitad del maratón con un tiempo total de una hora y quince minutos. Para alcanzar al quinto lugar, sabe que deberá mantener esa misma velocidad constante. Aunque espera que el corredor en la quinta posición se agote pronto, lamentablemente, él mismo también siente el agotamiento que lo embarga. Sus pies le causan molestias que seguramente empeorarán a medida que avance. Sin embargo, su determinación sigue firme mientras se adentra en la segunda mitad de la carrera, dispuesto a superar los desafíos que se interpongan en su camino.

Eali y Liyul no pueden apartar la mirada del maestro mientras avanza. Cruza la mitad de la carrera y deja atrás a muchos otros magos en el proceso. Aunque los primeros lugares están bastante lejos, según lo que sus estudiantes les han dicho, la subida en el camino va a agotar a muchos de los participantes, allí es donde tiene que cortar la ventaja que le tienen.

Mientras tanto, Alita anima a la multitud a vitorear a los corredores. Todos responden con entusiasmo. También menciona la tabla de posiciones: Yasmin en primer lugar, Figuel en segundo, Torre en tercero, mientras que Lorin y Sha'i luchan por el cuarto puesto. Además, señala que están a punto de enfrentar una subida empinada de casi una milla y media.

La gente en la ciudad sigue la carrera atentamente, observando los grandes espejos que se encuentran distribuidos por todas partes. Los primeros cinco puestos son los más publicados en ellos, mientras que el resto se ve de vez en cuando. Los humanos, incluso aquellos que no esperaban que el maestro pudiera ganar, lo siguen de reojo y se sorprenden al ver que se está acercando al resto de los competidores. Su posición es la número 26 y pronto va a enfrentar la subida de la carretera. Al darse cuenta de que no se está rindiendo, poco a poco deciden ir a su grupo para animarlo y apoyarlo en su esfuerzo.

En la torre del castillo, sentada en una elegante silla, Ansaidifel seguía comiendo sus cerezas, disfrutando del claro día y del evento. No se imaginó que un evento como este pudiera ser tan entretenido y exultante. Las mujeres y los hombres competían a todo corazón, sin ganas de rendirse. Le gustaría que alguien de su territorio ganara, pero había solo unos cuantos que probablemente no iban a ganar. La que está adelante de todos, la campeona del continente, Yasmin Fonta, sí que se ve como una mujer feroz. ¿Sería apropiado pedirle su autógrafo? Quisiera hacerlo después de la ceremonia de ganadores, ojalá nadie le diga algo. Ella se ha vuelto en su corredora favorita. Ojalá gane.