La cabeza me marea, es horrible. Cronos no dice nada y Maritza me pasa un vaso de agua que bebo. Cuando termino me arrimo al pecho de Alessio. No he soltado su mano y no quiero hacerlo. Hay algo que me gusta y es que me mime, que pase su mano por mi cabello y que sostenga mi mano. Me gusta, y por más enojada que este no puedo evitar no hacerlo. Siento sus labios en mi frente y me da paz.
—Tenemos que descubrir esos planos
—¿No pensarás invadir un país? —Inquiere Esteban
—No idiota —Le dice enojado, Cronos —Se lo robaremos a los que solo vendieron
—¿cómo sabes que aún lo tienen? —Maritza lanza una pregunta
—Jamás sueltas lo que te da el poder
—Quiero participar —Indico
—No —La voz de Alessio y Cronos se unen como respuesta
—Es muy peligroso, no está del todo bien
—No puedo quedarme aquí —Rebato antes las palabras de Cronos que mira a Alessio esperando que me convenza —O voy con ustedes o voy sola
—Si quieres ir deberás trabajar con las dos ex de tu marido —Miro a Alessio
—¿Cuál ex?
Estaban y Maritza se hacen a un lado.
—Sandra y Regina. —Me separo de Alessio y él me mira. Miro a Cronos. Sé que hay algo más para que quiera trabajar con su hermana. No la tolera
—No sabemos donde buscar exactamente —Dice Cronos —Pero lo que sí sabemos es que hay un precio muy alto por tu cabeza, y te quieren viva. Quedarte aquí como una linda princesita por una vez no te hará mal
—Pues no puedo, esto me involucra a mí también
—No solo a ti —Habla Estaban —Aleck fue atacado hace unos días
—¿Y por qué no me dijiste nada? —Salto
—Por la misma razón que no recordabas nada —Dice Cronos —Tú, Aleck y Wang son la línea principal de defensa, si caen…
—Será fácil acabar con el resto —Interviene Maritza
—La trampa que le pusieron a Aleck ya cobra repercusiones. Nicolás piensa que tu hermano quiere matarlo, he llamado a ese idiota para sacarlo de su error, pero investigaran a Aleck.
—Eso deja la puerta abierta a ataques —Dice Esteban —Porque si creen que es verdad…
—Entregar la cabeza de un traidor te da muchos beneficios —Habla Maritza
—Investigaremos de todos lados, hasta el fondo, para descubrir donde tiene la fórmula. Aclararemos lo de Aleck y tú deberás entrenar. Si por alguna razón lograr llevarte deberás saber defenderte, hasta que lleguemos
—No soy…
—A lo que a mí compete, ahora eres igual que otra princesita mimada
—Y tu un idiota —Me mira con enojo
—Alessio encargate
—Ya ¿Algo más? ¿Quieres que te planche las camisas? —La tensión aparece —Lo haré, pero no soy uno de tus subordinados para que esté ladrando órdenes, ni ella tampoco.
—Tú no lo serás, pero ella si ¿O no Maléfica?
—Puedo defenderme bien —Me defiendo
—No, como me gustaría, eres muy descuidada. La Rouses de hace tres años atacaba para matar, no mataste a ninguno cuando restauraron tu título. Lo sabes, lo sientes, esto es matar o morir. No puedes estar dudando.
—No es fácil, solo dispara
—Antes lo era y tiene que volver hacer así
El vidrio rompiéndose hace que Alessio me lleve al suelo, se escuchan disparos y una alarma que me deja sorda. Como puede Alessio me pone detrás del sillón y me cubre los oídos. Cuando el ruido cesa, él se queja. Sacude la cabeza y saca el arma.
—Te cubro y corre a la puerta —Niego —Ahora no Rouses —me toma del rostro— ahora no mi adorable tormento, corre, ve por los niños
Asiento con lágrimas en los ojos, se da la vuelta y empieza a disparar. Me mira y me grita y salgo corriendo, hay mucho caos, la gente corre de un lado al otro. Más disparos. Subo las gradas de dos en dos hasta la habitación de los niños. Cuando entro encuentro sus camas vacías.
—Erick, Máximo ¿Dónde están?
Miro debajo de la cama en el armario.
—No los hallarás aquí —Me volteo encontrándome con la mujer de la máscara blanca —Hola Rouses
—Devuélveme a mis hijos
—Esos niños serán mi seguro para que tú vengas conmigo —La miro —ahora camina
Saca un arma y me apunta. Mi respiración es desacompasada, la media masca que cubre su rostro deja ver la sonrisa que se le forma en el rostro cuando le obedezco. Al salir veo a un hombre con mis niños. Lloran y miro a la mujer que me apunta. Solo nosotros tres y lo niños. Hago lo impensado, me voy contra ella sosteniendo la pistola sobre nuestras cabezas, la golpeo contra la pared y el tipo como es previsto vine en su auxilio dejando a los niños en el suelo.
—Corran —Grito, pero no se mueven —Ahora, váyanse de aquí, Erick, Máximo
El tipo me neutraliza y Erick y Máximo corren por el pasillo. Me sujeta e impulsándome en la pared nos votó al suelo. Me apuntan y me dejo de mover.
—Ve por los malditos mocosos
El hombre sale corriendo, pero antes de que pueda hacer algo, me vuelvo, ha ir sobre ella, ella dispara y la bala le da en una pierna al tipo. Ella me golpea, pero yo la empujo votándola por las escaleras. Voy tras el tipo que ha ido en la dirección de mis niños. Corro y lo veo salir cargándolos.
—No —Grito y salgo tras él
Se pierde entre los árboles y voy tras él. Lo pierdo, no sé por donde ha ido.
—Erick, Máximo, Erick, Máximo —Grito
Caigo de rodillas y rompo en llanto. Mis bebes se han llevado a mis bebes. Regreso debo decírselo Alessio. Corro, corro hasta llegar al palacio cuando llego al salon veo que es un desastre. Alessio está parado sosteniéndose el brazo, uno de sus hombres lo advierte de mi presencia y me regresa a ver. Voy hasta él y lo abrazo.
—Se los llevaron —Lloró —Se llevaron a nuestros bebes
Me mira y luego busca algo con la mirada.
—No pude hacer nada —Le digo
—Encuentren a esos malditos, ahora tiene a mis hijos —Grita y la sala comienza a vaciarse.
Alessio me sujeta mientras lloro. No soy consiente de nada más. Cuando me calmo veo a Estaban en el suelo su pierna está lastimada. Maritza le sangra la cabeza y Cronos tiene la mano herida. Es como un campo de batalla. Miro a Alessio y le sangran los oídos.
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Editado: 24.12.2025