Alessio
Rouses decreta y yo solo la miro. Está molesta, lo noto porque habla entre dientes, se pasea por la habitación con Erick en brazos quien me mira y recuesta su cabeza sobre el hombro de ella. Máximo ya está dormido, por otro lado, Erick no puede dormir desde lo que paso. Cuando creo que ya es suficiente la tengo, me mira y toma aire.
—Rouses…
—No quiero —dice sujetando a Erick —No voy a alejarme de mis hijos, no puedo ellos… me necesitan
—Lo sé, pero ahora más que nunca corren peligro
—Alessio
—Yo tampoco quiero que se vayan, —soy sincero —, pero sabes que puede volver a pasar otra, ves lo que paso
Los ojos se le llenan de lágrimas y asiente. Lleva a Erick contra su pecho, él empieza a bostezar, ella lo mece y besa su frente. Me mira y asiente.
—Te prometo que no será por mucho tiempo, estarán bien. Podrás llamarlos e ir a verlos debes en cuando.
—¿Y si me convierto en mis padres? ¿Y si me olvido de ellos?
La sujeto de los hombros.
—No pasará, ¿bien?
—¿Pueden quedarse una semana más?
—Debemos ser rápidos —Suspira cansada y asiente
Erick se ha dormido y ella lo coloca en la cama. Se pasa las manos por el cabello y me mira, se sienta y yo a su lado.
—¿Por qué tiene que ser tan difícil todo esto? Creí que las princesas eran como esas de la película de Barbie. Por cierto, debemos ver las Doce Princesas Bailarinas, me encanta esa película. Lo que quiero decir es que, quiero un poco de normalidad. No balas, ni eso.
—¿Quieres dejarlo? —Se mira las manos y luego me vuelve a mirar
—Es raro sabes, a veces es como si lo necesitara y otras, solo quiero deshacerme de eso. Me da miedo perder el control, siento que estuve a nada de perderlo y ahora no sé si pueda controlar esto.
Le sujeto la mano y ella se arrima contra mi hombro. Levanto su cabeza y veo sus lágrimas en los ojos.
—¿Qué está pasándome? Estoy perdiendo la capacidad de sentir remordimiento. Tengo miedo de volver a hacer lo que era en el pasado, aunque sé que debo hacerlo o si no… No seré capaz de salvar a nadie
La miro y seco sus lágrimas. La abrazo y ella llora. Rouses puede ser letal y cuando controla sus emociones puede ser muy peligrosa. La perdida de control es lo opuesto a perderlo, por eso siempre debe estar en balance.
Duerme abrazada a mí en el lado izquierdo de la cama. La miro dormir, cuando el despertador suena, me pongo de pie dejando a los tres en la cama y salgo. En la cocina me encuentro con Cronos que está preparándose un café, se va esta tarde quiere ver que tan mal está Rouses.
—Buenos días
—Buenos días —Respondo
Me mira y solo me sirvo una taza.
—¿Qué?
—Nada —No dice nada —¿Crees que sea buena idea que ella regrese?
—Rouses es como un volcán Alessio debe estar en constante revisión, si hay signos de erupción. Estuvo tres años lejos, ósea nadie la observo. Ahora regreso y todos estos cambios bruscos solo harán que erupcione sin contención.
—¿Y si observarlo causa la erupción? —Asiente
—Tú lo dijiste, ella no ha estado completamente en nuestro mundo, siempre tiene un pie en el suyo, eso será nuestra tarjeta bajo la manga ¿Tienes miedo de que te deje de querer?
—No, tengo miedo de que le pase algo.
—La proteges demasiado
—No es a ti a quien se le murió la esposa Cronos. Veo cosas conde no son ya, no dejaré que pase lo de la última vez y si para eso debo llevármela lejos y joder los planes de todos pues, me da igual
—Eso no solucionará nada, tus enemigos no desaparecerán
—No, espero que lo hagan, solo quiero tenerla para mí, sin tanto drama
—Si de drama hablamos podríamos hablar del que habrá cuando ella se entere del sucio secreto entre mi hermana y tú
—Te dije que esos niños no eran míos
—Nunca te hiciste una prueba
—Joder Cronos, yo no soy pelirrojo
—Pero lo usará, quieres protegerla, cuéntale todos tus sucios secretos Alessio. No te dejara de amar o te amara menos y si lo hace es porque tal vez no te quiso en realidad.
—No sabes lo que dices…
—Si lo que dicen es cierto, creo que ella ya vio lo peor de ti, no creo que se vaya corriendo
—No está Rouses
—Por eso debe pasar por esto Alessio
—Por eso has llamado a Sandra
Deja la taza en lavabo y se arrima a la encimera, se cruza de brazos y sonríe.
—Si quisiera robártela, ya lo hubiera hecho. Yo no le puedo dar lo que tú le das, y ella no me puede dar lo que yo quiero, porque ya te lo dio a ti. No pienso estar con alguien incompleto. Pero mi hermana es capaz de todo y necesito tenerla cerca para vigilar, porque una cosa si sé, ella morirá al final de esto, porque yo mismo la mataré, por haber matado a mi hijo.
—¿Cuál es tu plan?
—Necesito dejar de preocuparme de tu esposa —Lo miro —Ella es la heredera de mi imperio —Estoy por hablar paseo, no me deja —Sé que no me ama, pero yo le daría todo lo que estuviera a mi alcance. El hijo que tú tengas con ella será mi heredero, solo te pediré una cosa que la cuides bien. Porque esa es la diferencia entre los dos Alessio, mientras yo le doy lo que puedo tú eres capaz de darle todo y en el proceso terminar lastimándola.
—Hablas como si fueras a morir
—No espero más de una lucha como esta —Toma de nuevo la taza —Dile la verdad y yo te ayudaré a cuidarla
—¿Y quién me ayudará a protegerla de ti?
—Ese es un riesgo que deberás tomar
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Editado: 24.12.2025