Passione

24

La junta parecía no acabar, yo miré el reloj en quince minutos, la una.

—Bueno, creemos que eso es todo su alteza

—Bien, las dos propuestas están bien, pero me gustaría pensar un poco, de qué decisión voy a tomar, necesito un informe del otro tema, para revisar, y le haré llegar un correo para definir 

—Sí, está bien

—Debo irme

Me puse de pie saliendo, llegaría tarde.

—Envíales un mensaje que llegaré cinco minutos tarde

—Claro —Dijo Maritza

Salimos por el estacionamiento, incorporándonos en el tráfico, al llegar había un montón de prensa que nos había seguido, desde la empresa, los guardaespaldas fueron los primeros en bajar, luego yo; entrando a empujones al restaurante, camine hasta la mesa con la mirada de algunos encima.

—Lamento la demora, parecía que nunca acabaría con la junta ¿Ya ordenaron? —Pregunte sentándome, junto al resto, seguida de Esteban y Maritza

—Estábamos esperándote —El camarero me trajo la carta

—Cuando estén listos para ordenar llámenme

—Podemos hablar después del almuerzo o hacerlo mientras comemos —revise la carta 

—Cualquiera de las dos está bien

—Pensé que vendría más gente —Paulina 

—No ellas se fueron de spa

—O Spa

—¿Están listos para ordenar?

—Si por favor 

El mesero empezó a tomar la orden mientras yo revise algunos mensajes, guarde el teléfono cuando pedí, y este se fue. 

—Bien, ¿A quién vamos a fastidiarle la fiesta y porque?

—Cobraremos algunas deudas

—¿Seremos los de cobranzas ahora? —Tomás asintió —Bien, yo necesito saber como es que vamos a hacerlo, tengo muchas cosas que resolver, y no quiero que se toque con mi horario —Saque mi teléfono

—¿Mucho trabajo?

—Demasiado —Conteste a la pregunta de Nicolás —Acabo de mandarles mi horario, para planificar como cuando y donde, cabe decir que tenemos que terminar antes de navidades porque le prometí a mi hijo ir así que

—No te preocupes, será rápido

—Supongo

—Su majestad —El camarero regreso —El señor de la barra le envía esto, y espera que disfrute de su almuerzo 

—Gracias —Deje la copa a un lado 

—Quería saber si gustan algo de tomar —Comenzaron a dejar los platos —Tenemos vinos tintos y blancos, hay una nueva cosecha, que es dedicada a la princesa, por unos de sus admiradores, tiene muy buenas críticas 

—No escuchado de él

—Sí, vendemos solo la botella

—Traiga dos, por favor 

—El lugar es muy lindo 

—Sí, la comida es deliciosa

—Definitivamente

—¿Qué tal la empresa?

—Está bien, no quejo, aún se siente muy pesado 

Conversamos muy poco, se sintió algo incómodo, no sabía qué decir, cuando el camarero dejo el vino en la mesa, había un logo, la botella de silueta de una princesa. Probé él vino con todas de la ley, el camarero me miro expectante.

—¿Qué le pareció?

—¿Puedo conocer al creador?

—Me temo que no será posible, nadie sabe quien es, vende el vino por medio de un patrocinador

—Que lastima, pero dígale a ese patrocinador, que me gustaría conocerlo 

—Claro que si princesa 

—Está delicioso

—Refrescante

—Lo que me lleva a nuestro otro acuerdo, el de los vinos —Se escuchó un gran alboroto, mire por entre las mesas, los fotógrafos habían entrado

—Debemos irnos de aquí —Alessio se puso de pie, el resto de mis guardaespaldas aparición

—Podemos terminar esto en la empresa

—Vamos

Estaban y Maritza iban delante, mientras los guardias sacaban a la prensa, salimos, entre el tumulto de prensa del lugar, con un cordón de guardias y guardaespaldas, estábamos por subir al auto cuando un tipo salió con un cuchillo, se escuchó un grito y me empujaron dentro del auto, este arranco.

Mire quien me había empujado y estaba Alessio sentándose, me miro, no había nadie más que nosotros dos. Su abrigo estaba rasgado.

—Tu abrigo esta

—Gajes del oficio

—No debería ser así

—Agradécele a tu prima

—Está enojada contigo, no conmigo 

Nos quedamos mirando y el auto llego al estacionamiento, baje del auto, apresuradamente, grave error, motos de fotógrafos aparecieron, me tomaron de la cintura llevándome al elevador para entrar. La prensa nos seguía.

—¿Regresaron? —Mire a mi lado Alessio estaba apretándome contra su cuerpo mientras mi chofer Robert intentaba mantener a la prensa al margen

—No —Respondí

—¿Por qué están juntos?

—Trabajo —entramos al elevador, rápido, las puertas se cerraron y tomé aire separándome de Alessio —Supongo que todo se calmará cuando te vayas —No respondió —¿Vas a irte a vivir en Los Ángeles cerca de Erick? —Me miro

—Es posible 

—Debe extrañarte mucho 

Las puertas se abrieron y gracias al cielo el resto entro, el silencio se llenó por los comentarios de Paulina y Maritza. Llegamos al último piso y entramos a la sala de juntas, mes ente dejando todo de lado.

—Bien, estábamos en los vinos, lo que quiero es expandir el negocio, actualmente nuestra competencia es grande, con países de Australia, Francia, pero creo que debemos ir a América, sería un gran paso, además nos hemos quedado muy atrás en esta rama, que me gustaría innovar, probar sabores, una nueva etiqueta 

—Podríamos hacerlo, tengo contactos que han estado queriendo comprar nuestros vinos por años

—Bien, tendríamos que contratar más personal, y expandir los viñedos, no estoy al tanto de como se hace, entonces creo que dejaré eso en sus capaces manos. —Saque una carpeta de mi cartera y les extendí a los cuatro un contrato —Ahí estaría el nuevo trato para los vinos, pueden leerlo y decirme que opinan, no hay traba, y siempre podemos cambiar cualquier punto 

—Tendríamos que vernos para este negocio —Mire a Nicolás y negué

—Me temo que no, yo financiare como lo he ido asiendo, pero quien estará a cargo y estará en contacto con ustedes será Zayden o quien esté más capacitado




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